𝐊𝐍𝐎𝐂𝐊 𝐎𝐍 ღ【MarkHyuck】ღ

ღ【24】ღ

Mark tenía su brazo enrollado alrededor de la cintura de DongHyuck, relajándose con el olor a chocolate que brotaba de este, sintiendo cosquillas con el cabello del castaño.

Era tan lindo permanecer y despertar así... Su estómago se llenaba de mariposas y sonreía como un tonto.

De pronto un grito en la planta de abajo despertó a su pareja, oyendo la voz de Yuta anunciando que había llegado de visita.

— ¡Mierda! — Se quejó DongHyuck, cubriendo su cuerpo con las sábanas blancas— Mark, vístete, el tío Yu...

— Ya sé. — Lo interrumpió apretando la almohada contra su cara— Déjalo que grite, apuesto que Shotaro ya se escondió.

— Amor, no entiendes. — Revisó las prendas en el armario— Papá JiSung y papá Lele están abajo.

— ¿Y? — Bufó— Ven, quédate conmigo un ratito.

— Makku, no, vamos— regañó al mayor, ya vestido y perfumado— Andando, vístete. — Insistió recibiendo un gruñido.

Mark se puso de pie a regañadientes y lo abrazó por detrás, observando por el reflejo del espejo al omega peinándose.

— Estás perfecto.

— Mark, no lo haremos otra vez. — Detuvo al alfa.

— Anoche no decías lo mismo— Cruzó los brazos

— Anoche estábamos sin la preocupación de que el tío Yuta estalle al saber la verdad. — Rió con los besos en el cuello que Mark le proporcionaba— Makku, ve a vestirte.

— Ugh, eres un amargado. — Se puso los pantalones y una camisa cualquiera— ¿Qué hago con esto? — Señaló el condón usado

— Ponlo encima de la cama.

Mark dudó, pero hizo caso.

— ¡Mark, no! — Lo detuvo— ¡Era sarcasmo, idiota! Ve y arrójalo por el retrete.

— Mandón.

— Bebé, cuando acabe esto te daré tu premio— Besó su frente— Estaré en la salita.

Mark bajó la cadena y entró en pánico notando que el agua del retrete se devolvía con el condón.

Mierda

Intentó halarla de nuevo hasta que por fin pareció devolverse y respiró profundo, limpiando el desastre.

DongHyuck pasaba por los pasillos de la mansión, asomándose a la habitación que era de Shotaro.

Vio al menor a punto de aplicarse el perfume con olor a alfa y también vio el momento exacto en que SungChan lo detenía, negando con la cabeza.

Sabía lo mucho que SungChan odiaba percibir esos aromas falsos y lo desanimado que se ponía cuando Shotaro fingía ser la pareja de Sana.

— Querido, no uses eso. — Entró quitándole el frasco de las manos— Basta de mentir, ¿Okey?

Shotaro asintió asustado, temblando de miedo mientras bajaban las escaleras. Sana palideció al observarlos y sentó a Yuta en la sala, junto a Si Cheng.

— Tengo que decirles algo.

— ¿Se van a casar? — Yuta preguntó con ilusión y Shotaro hizo una mueca incómoda.

Oyó un gruñido gutural de SungChan, que pegó el cuerpecito de Shotaro a su pecho, enojado.

ChenLe elevó una ceja, codeando a JiSung, quien le daba el biberón a JeongYeon.