𝐊𝐍𝐎𝐂𝐊 𝐎𝐍 ღ【MarkHyuck】ღ

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DongHyuck recibió puchereando el chocolate que JeNo le ofrecía con amor. JiSung buscó por las tiendas de convivencia cercanas y no encontró ninguno, muriéndose internamente por la desesperación de que su hijo mayor estuviera llorando por uno.

— G-gracias. — Musitó amargamente— Extraño a Makku.

— Lo sé, Hyuck. Él volverá hoy, estarás mejor. — Lo consoló cálidamente— Anímate, campeón, ¿Quieres helado?

El moreno asintió y JiSung le ofreció el pote que ocultaba tras la espalda.

¿Cómo explicarlo?

Digamos que, en la cocina, antes de que JeNo le diera aquél chocolate hicieron una reunión de abuelos y junto a ChenLe y JaeMin quedaron en darle comida sana con una que otra golosina para que no se pusiera triste de nuevo.

ChenLe le llevó su manta preferida y JaeMin puso películas infantiles que extrañamente DongHyuck adoraba.

— Bien, tenemos todo controlado. — Celebró JiSung

— Mark llegará en una hora. — JeNo revisó el reloj— Podemos dormir mientras tanto.

Los cuatro se acomodaron en la sala y en menos de unos cuantos minutos cayeron en profundo sueño.

Cuidar a DongHyuck no era tarea fácil. El omega se negaba a cooperar y chillaba de mal humor por la falta de su alfa.

Era normal, estaba en una etapa del embarazo donde necesitaba a Mark acomodé lugar y que este tuviera viajes de trabajo seguido no ayudaba.

Un sollozo los despertó asustados y corrieron a la antigua habitación que perteneció a DongHyuck.

El mayor lloraba en los brazos de SungChan, que tenía una expresión exasperada y Shotaro intentaba calmarlo con canciones que fallaban horrendamente.

— Papá, está muy mimado. — Se quejó el pelirrojo— Llamen a Mark, por favor.

— Hyuck, ¿Qué tienes? — JiSung frunció el ceño con tristeza

— N-no sé. — Hipó— Solamente lo quiero aquí.

SungChan lo mecía como a un bebé y susurraba suavemente "Ya, ya, ya pasó."

El timbre sonó y como un rayo JaeMin abrió soltando el aire con alivio.

— Hola, papá, ¿Cómo has estado?

— Feliz, seré abuelo. — Rió bajito— ¿Y tú, mi bebé?

— Serás abuelo y continúas diciéndome bebé. — Mark dejó las maletas en el suelo— No me extraña.

— Sigues siendo mi hijito precioso. — Le pellizcó las mejillas— Anda, cuéntame.

— Hubo un accidente, necesitaban personal. — Explicó tranquilo— Procuraré ya no tener esos viajes.

— Trabajo es trabajo.

— Mi omega está en cinta, debo protegerlo. ¿Crees que no sé que está mal sin mí?

— JeNo tuvo que irse en momentos importantes.

— No poseo recuerdo alguno en donde papá Dotori no haya estado para mí.

— Exacto. Trata de distribuir tu tiempo, querido. — JaeMin le arregló algunos mechones salidos por doquier— Ve, te echa de menos.

Mark asomó la cabeza por la puerta y DongHyuck dejó de lanzarle peluches de felpa a SungChan para correr torpemente hacia su alfa.

— Despacio, cielo. — Lo calmó— ¿Ya cenaste?

El morenito se frotaba en el pecho de Mark, embriagándose con el exquisito aroma a café que brotaba de este.