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Salimos del salon riéndonos gracias a que Jisoo habia sido castigada por haberle contestado a un profesor.

-No es gracioso- Dijo Jisoo.

-Claro que lo es, te he dicho miles de veces que no le contestes a los profesores Jisoo- Dije riendo.

-No iba a dejar que me hablara así por nada- Protesto.

-Jisoo te retó porque estabas hablando o mejor dicho gritando- Dijo Lisa- Ni siquiera te falto el respeto.

-Ese viejo es un amargo- Dijo y reímos.

El sentimiento de que alguien me miraba volvió y empecé a ponerme nerviosa, estaba incómoda. Enredé mi brazo en el brazo de Lisa y me pegué a ella.

-¿Estás bien?- Preguntó.

Asentí con la cabeza y sentí su mano acariciar la mia, como siempre hacia. Salimos de la escuela y nos despedimos de nuestros amigos, encaminándonos hacia mi casa. En el camino no podía dejar de mirar a Lisa, era como si fuera casi inevitable hacerlo. Comencé a tararear una canción en voz baja, inconscientemente. Sentí como alguien me miraba y ahora si sabia quien era. Me di vuelta y vi a Lisa mirarme con una sonrisa en la cara.

-¿Que?- Pregunté sonriendo.

-Me encanta cuando cantas- Dijo acercándose a mi y tomando mi mano.

Sonreí y apoyé mi cabeza en su hombro, sintiéndome embriagada por su aroma. Llegamos a mi casa y entramos, estábamos solas, era de esperarse. Subimos a mi cuarto y dejamos nuestras cosas en el escritorio, para después empezar a "trabajar". Lo digo entre comillas porque pasamos mas tiempo mirándonos y riendo que trabajando en si.

-Es inútil, no aprendimos nada todavía- Dije acostándome en la cama.

-Bueno, pero es para la semana que viene, podemos juntarnos otro día- Dijo acostándose a mi lado.

Un suspiro salió de mis labios y me gire, y el rostro de Lisa quedó totalmente frente a mi.
Aprecie su perfecto perfil, sus labios, sus pestañas, su marcada mandíbula, todo era hermoso en ella. Se giró y quedamos frente a frente, rozando nuestras narices. Me miró fijamente a los ojos y apartó un mechón de pelo que caía por mi cara, acariciando suavemente mi mejilla.

-Juro que como no me beses te empujo- Solté en un susurro.

Soltó una risita suave y se acercó a mi, pegando sus labios con los míos. Abrió los labios, a lo que hice lo mismo, y deje ir un pequeño gemido al sentir su lengua chocar con la mia. Sonrió en el medio del beso y se acercó mas a mi, tomando mi cintura.nMe levante y me senté en su regazo, pasando mis brazos por su cuello y enredando mis manos en su pelo. Sus manos seguían en mi cintura, sin intentar hacer ningún otro movimiento, lo cual agradecía bastante, ya que no estaba lista para algo mas allá de besos. Nos separamos y pude apreciar sus labios hinchados y su respiración acelerada, una escena bastante provocativa. Escondí mi rostro en la curvatura de su cuello, sintiendo como apoyaba la barbilla en mi hombro y acariciaba la parte baja de mi espalda. Su respiración y aroma me calmaban demasiado, podía dormirme en esa posición sin ningún problema. Nos quedamos unos minutos mas en esa posición hasta que mi celular comenzó a sonar. Nos apartamos y agarre mi celular.

-¿Hola?- Pregunté.

-Rosie, hija.

-Papá- Dije confundida, no me llamaba hace 5 años, ¿y ahora lo hacia?

-¿Como estas princesa?- Preguntó.

-Eh, bien, ¿que quieres?- Dije, no tenia ni la más mínima intención de hablar con él.

-Uhm, queria saber si algun dia podiamos salir, vos, tu hermana, mis hijos y mi esposa- Dijo descaradamente.

Vi que Lisa salió de la habitación y se dirigió a no se donde.

-¿Rosie?

-No- Dije cortante.

Parecerá un poco exagerado, pero nos abandonó a mi y a mi mamá diciendo que como mi mamá trabajaba, no le servía como mujer.

-¿Por que?- Preguntó.

-No quiero verte, ni a ti ni a tu estupida familia- Solté.

-Más respeto Roseanne, soy tu padre y ellos son mi familia- Dijo severamente.

-¿Ahora eres mi padre?- Solte sarcásticamente- No me hagas reir, antes no dijiste lo mismo.

-Ya supéralo Roseanne, fue hace mucho- Dijo notablemente irritado.

-No quiero verte, no me busques mas- Dije y colgué.

Lancé el celular a la cama y los ojos se me llenaron de lágrimas, me sentía impotente.
Me pasé las manos por la cara y Lisa entró a la habitación.

-¿Que pasa?- Preguntó viendo mi estado.

No dije nada y me abracé a ella, dejando ir unas lágrimas. Acarició mi cabeza y me escondí en su cuello, relajándome como lo había hecho minutos atrás.

-¿Quieres hablar de eso?- Preguntó suavemente.

Negué con la cabeza y me acosté en la cama, jalando a Lisa conmigo. Me recosté en su pecho y ella paso su brazo por mi espalda, de manera que quedamos bien pegadas. Los latidos de su corazón eran tranquilos y su respiración era calmada, y sin darme cuenta, me quedé dormida entre sus brazos.

Mi mejor retrato || CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora