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Capitulo narrado por Lisa.

Rosé se había quedado dormida apoyada en mi pecho, y yo estaba encantada.

Su respiración tranquila mientras sus labios formaban un pequeño puchero era la imagen mas perfecta del mundo. Había agarrado uno de mis dedos mientras dormía y lo sostenía con su pequeña mano, era tan tierna. Podía mirarla por horas y jamas me cansaría, estoy hasta las manos como dijo Jennie. Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al recordar nuestro beso anterior. Sus labios eran tan suaves y dulces que eran adictivos, como si fuera una especie de droga. Era increíble como ella había causado tanto en mi en tan poco tiempo, como había logrado enamorarme.

Enamorarme, estaba enamorada de Rose, la chica que llamo mi atención desde el primer dia que la vi.

En realidad, no me había cambiado de curso porque no me sentía cómoda, me había cambiado para poder estar cerca de ella. Aunque que si me molestaban por ser tailandesa, nunca me afectó. Volví a la realidad cuando Rosé se movió e hizo un sonidito de bebé, y se acercó mas a mi cuello. La apreté un poco contra mi, sintiendo su calor corporal calentar mi cuerpo. Su respiración se agitó un poco y supe que se había despertado.

-¿Qué hora es?- Preguntó somnolienta.

-Las 6- Dije.

-¿Por que no me despertaste?- Preguntó levantando la mirada para verme.

-Porque te veías muy bonita durmiendo- Dije.

No la vi, pero sabia que se había sonrojado, ya que escondió su cara en mi cuello.

-Que mentirosa eres.

-No miento, tenias un puchero demasiado tierno- Dije.

Me pego suavemente en el pecho y yo reí.

Sentí como movió su cabeza para arriba y baje la mirada, encontrándome con sus ojos. Acaricié su mejilla y deposite un suave beso en sus labios, haciendo que sonriera.

-¿Quieres un té?-Preguntó levantándose.

-Seguro- Dije sonriendo.

Salió de la habitación y me quedé sola.

Me levante y comencé a ver los dibujos que tenia encima del escritorio.

Un dibujo en particular llamo mi atención

Era una chica, con un vestido blanco, roto y sucio, con lagrimas en los ojos y sangre en sus manos. Me pregunté el porqué de ese dibujo, Rosé me había dicho que dibujaba sus sentimientos, ¿que habrá pasado para que dibujara eso? El miedo me invadió, ¿habrá sufrido en el pasado? ¿La habrán lastimado?, si era así, quería encontrar al culpable y molerlo a golpes. La puerta se abrió y Rose entro con dos tazas en la mano.

-¿Que mirabas?- Preguntó acercándose a mí.

Su rostro cambió radicalmente cuando vio el dibujo en mis manos.

-Rosie, lo siento, no- Intenté decir pero me interrumpió.

-Esta bien Lili, no pasa nada- Dijo dulcemente- ¿Quieres saber el porque de este dibujo no?- Preguntó.

Bajé la cabeza avergonzada y dejé el dibujo en el escritorio.

-No tienes que contarme si no quieres- Dije.

-Esta bien, quiero contarte- Dijo tomando mis manos.

Asentí y nos sentamos en la cama.

-Uhm, bueno, cuando llegué aquí no sabía hablar coreano porque nací en Nueva Zelanda- Empezó- Y cuando empecé la escuela, todos se burlaban de mi por no saber coreano ni ser coreana, pero había un grupo de chicos en particular que me odiaban- Dijo e hizo una pequeña pausa- Me decían de todo, me empujaban, me rompían las cosas, pero un día, volvía a mi casa sola y ellos estaban en la esquina, esperándome. Intente volver e ir por otro lado pero ya me habían visto. Se acercaron a mi y me empujaron al suelo, me sacaron la mochila y empezaron a decirme que me tenia que ir, que yo no pertenecía ahí, y se me ocurrió la mala idea de contestarles- Dijo soltando una pequeña risa- Les dije que eran unos idiotas, que me dejaran en paz que yo no les había hecho nada. Eso hizo que se enojaran, entonces comenzaron a golpearme fuertemente. Me pateaban, me insultaban, me tiraban del pelo, hasta llegaron a escupirme. Les rogaba que pararan, pero no pararon. Por suerte un hombre escucho todo y salió de su casa para ver que pasaba. Echo a los chicos y les dijo que no lo volvieran a hacer. Yo estaba llena de sangre y me dolía mucho el brazo derecho. El hombre llamó a su esposa y ahí llamaron a mi mamá, quien reclamó en el colegio por no hacer nada contra ellos.
Al final expulsaron a los chicos y yo me quede con la cara magullada y un brazo roto, de ahí viene el dibujo- Finalizó.

Estaba en shock, no podia creerlo, no me salían las palabras.

-¿Lili?- Preguntó en voz baja.

No pude hacer nada mas que abrazarla, no tenia palabras.

-Juro que yo te voy a proteger, no dejare que algo así vuelva a pasarte- Dije mientras la abrazaba fuertemente.

Se aferró a mi y posó su cabeza en mi hombro.

Estaba un poco asustada, el hecho de que lastimaran a Rose me atemorizaba, pero no iba a dejar que eso volviera a pasar.

-El té se va a enfriar- Dijo separándose de mí.

Me alcanzó mi taza y nos acostamos en la cama, prendió el televisor y buscamos una película. Cuando encontramos una, se apoyó en mi hombro y así pasamos el resto de la tarde, entre risas, abrazos, fotos y algún que otro beso.

Mi mejor retrato || CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora