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Capitulo narrado por Lisa.

Caminábamos por las calles de Seul mientras hablábamos de la escuela y de lo mucho que odiaban a Jisoo.

-Es en serio, el de biología me odia, por eso repruebo- Dijo la mayor indignada.

-O a lo mejor porque no estudias- Dijo Rosé desinteresada.

-Eso no es cierto- Contestó.

-Te la pasas todo el dia jugando juegos Jisoo- Dijo Rosé riendo.

-Bueno, no todo el dia- Dijo- Tenemos que jugar algún dia, Lisa- Cambió de tema.

-Seguro- Dije mirándola.

-Oh oh oh, ¿podemos comer ahí?- Preguntó Rosé señalando un restaurante y jalando mi brazo.

Aceptamos y entramos al restaurante, el cual tenia un aspecto lujoso pero rústico, era lindo.
Elegimos una mesa cerca de la entrada, por donde entraba una brisa fresca y suave. El mesero vino y nos dio la carta, mirando atentamente a Rosé, quien lo ignoro y comenzó a ver la carta. Jisoo pidió pollo (que raro), Rosé pidió una hamburguesa y yo pedí pasta. Mientras esperábamos la comida, Jisoo comenzó a tirarle pedacitos de pan a Rosé, quién la miró mal y se lo devolvió. Comenzaron a pelear como si de dos niñas pequeñas se tratara hasta que el mesero interrumpió. Le agradecimos y comenzamos a comer.

En un momento, mientras comiamos, vimos a Jaehyun entrar de la mano con una chica.

Jaehyun dirigió la mirada hacia nuestra mesa, haciendo contacto visual con Rosé. Ella apartó la mirada rápidamente y bajó la mirada. Un raro sentimiento de enojo me invadió y le lance una mirada asesina a Jaehyun, quien aparto la mirada y siguió su camino. Miré a Rose y seguía con la cabeza baja.

-¿Estas bien?- Pregunté en voz baja.

Rose asintió, no muy convencida. No hice mas preguntas y seguimos comiendo en silencio. Terminamos de comer, pagamos y salimos de ahí rápido. Mientras caminábamos, sentí como una voz femenina llamaba a mi nombre.

-¿Lisa?- Preguntó la voz.

Me di vuelta en dirección a la voz y no podía creer a quien estaba viendo.

No puede ser.

-¿Jennie?- Dije perpleja.

-La misma- Dijo riendo.

Casi sin poder evitarlo, la atrape en un caluroso abrazo, escuchando su risita.

-¿Que haces aquí? ¿Cuando llegaste?- Pregunté atropelladamente.

-Llegué ayer  y vuelvo a vivir aqui- Dijo sonriendo.

-¿En serio?- Pregunté.

-Si- Dijo asintiendo.

-Eso es asombroso Jen- Dije feliz- Oh, por cierto, ellas son Rosé y Jisoo, amigas de la escuela- Dije presentándolas.

-Encantada- Dijo Jennie haciendo una reverencia, mirando detenidamente a Jisoo.

La miraron y respondieron de la misma forma.

-Estás más alta, cuando me fui eras mas baja que yo- Dijo Jennie volviendo su mirada hacia mi.

-Pero eso fue hace tiempo, ya creci- Dije divertida.

La castaña rió.

-Bien, siento no poder hablar mas tiempo contigo Jen, pero nos tenemos que ir- Dije.

-Oh claro, antes de que te vayas, ¿me pasas tu número?- Preguntó.

Le pase mi número y nos despedimos, prometiendo volver a encontrarnos. Seguí mi camino con Rose y Jisoo, quienes estaban un poco calladas.

-¿Está todo bien?- Pregunté.

-¿Quien era esa chica?- Pregunto Jisoo.

-Jennie, la chica que me ayudo en mis primeros años en Corea- Respondí.

-¿Ella es de quien me hablaste?- Preguntó Rosé.

-Sip- Dije.

-Es bonita- Murmuró.

Nadie mas dijo nada y continuamos caminando en un silencio intranquilo.

-Tengo que irme- Dije en voz baja- Nos vemos mañana.

Me despedí y empecé a caminar mas rápido, no sabia que pasaba, pero en parte sabia que era mi culpa por haberlas dejado así cuando me encontré con Jennie. El cielo empezó a oscurecer y unas nubes empezaron a aparecer, dando a entender que iba a llover. Ligeras gotas de agua comenzaron a caer sobre mi cuerpo, haciendo que empezara a correr a mi casa. Llegué y entré rápidamente intentando no mojarme mas. Solté un suspiró y acaricié a mis gatos, para luego subir a mi cuarto y tomarme una larga ducha. Me desvestí y entre a la ducha, dejando que el agua recorriera mi cuerpo. Me senté y empecé a pensar en lo que había pasado en el día. Estaba confundida por la reacción de las chicas cuando vieron a Jennie, a lo mejor mi reacción no fue la adecuada, o solo son cosas mías, no se. Decidí terminar de bañarme y salir, tenia que hacer algunas cosas, como por ejemplo, ir a trabajar, si trabajo los domingos a la tarde, horrible. Me cambié y comí algo antes de irme. Llamé a un taxi para ir al trabajo, aún no tenía auto, así que era mi única forma de transportarme hasta que me comprara uno. El taxi llego y me subí, le dicté la dirección al chofer y nos fuimos. Seguía lloviendo, no tan fuerte, pero aun caían gotas, eso me hizo pensar en lo que paso el viernes a la noche, cuando Rose se abrazó a mi porque tenia miedo de la lluvia.

-Señorita, llegamos- Dijo el chofer.

-Oh si si, gracias- Dije y le pagué.

Me baje y corrí al restaurante, no era un restaurante, era mas un bar-cafe, donde iban las parejitas enamoradas. Entre a la cocina y me puse el uniforme (no en la cocina claramente).

-Lalisa, llegas tarde- Dijo mi jefa.

-Lo siento- Dije haciendo una reverencia.

-Ve a trabajar, hay muchas personas- Dijo Moonbyul, mi jefa, a veces podía ser intimidante, pero era simpática.

-Con permiso- Dije haciendo otra reverencia e hice lo que me dijo.

Realmente habían muchas personas, mas de lo normal, lo que hizo que mis compañeros y yo, estuviéramos agotados.

-Dios, hoy hubo más personas- Dijo Taehyung, uno de mis compañeros.

-Hoy está lloviendo, creo que es por eso- Dijo Jimin, otro de mis compañeros.

-Los invito a casa a tomar algo- Dijo Tae- ¿Que dicen, vienen?- Preguntó.

-Seguro- Contestó Jimin.

Asentí levemente.Salimos del bar y me subí al auto de Jimin, con dirección a casa de Taehyung. Jimin y Taehyung eran dos años mayores que yo, eran mejores amigos desde la primaria, eran como mis hermanos mayores que siempre me cuidaban. Jimin estudiaba danza y Taehyung estudiaba fotografía, lo que quería estudiar yo, él fue el que me enseño muchas de las cosas que se. Llegamos a la casa de Taehyung y entramos, ya no llovía, pero hacia frío. Taehyung vivía solo, era un departamento pequeño pero agradable, muy al estilo Tae. Jimin vivía con su abuela, ya que estaba enferma y el se encargaba de cuidarla, es un angelito.

-Bien, cerveza para los mayores, un té para la bebé- Dijo acariciando mi pelo.

Le pegue en la mano y reímos, siempre me trataban así. Pasamos el resto de la tarde hablando y riendo. Les conté sobre Rose y Jisoo y las miles de cosas que causaba Rose en mi, lo que hizo que me dieran un sermón sobre el amor, lo que termino en risas por parte de todos. Decidimos que era hora de irnos, por lo que nos despedimos y Jimin me llevo a mi casa. Llegué a mi casa y me cambié rápido, me puse una remera larga y un short. Me lave los dientes y me tiré en la cama, quedándome dormida en cuestión de minutos.

Mi mejor retrato || CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora