•Trastorno• [2YEON]

~✨025✨~

Jeongyeon pensaba que piano sería el indicado para su pequeña, quería comprar el más hermoso para ella, pero no sabia nada acerca de eso, sería más complicado de lo que pensaba. Pero daría su mejor esfuerzo por conseguir el indicado.

Jeongyeon fingió sentirse mal para no ir a la escuela y preparar todo lo que haría en la tarde-noche con Nayeon.

-Pequeña solo me duele un poco el estómago, no es nada

-Pero Oppa prefiero quedarme a cuidarte

-He vívido varios años sola, se cuidarme bien, tú asiste a la escuela

-¿Me prometes que estarás bien?

-Lo prometo pequeña, comeré bien y no te preocupes, que Momo y Dahyun estarán contigo, no te sentirás sola

-Pero nada tiene sentido si no estas tú -dijo triste y se sentó en el regazo de Jeong-

-Pequeña, siempre estaré aquí
-señala su corazón- solo son un par de horas y cuando llegues te daré muchos besos

-Dame muchos ahora -dijo con un puchero-

-Los que quieras pequeña~

Por unos momentos esas chicas se estuvieron besando, uno que otro besito tierno, unos algo intensos, estos hacían que la mayor tuviera ganas de algo más pero al final esta se tuvo que ir y Jeongyeon puso manos a la obra.

-Piano, rosas, comida, un obsequio y también bañarse y cambiarse, uhh~

Jeongyeon se preguntaba si podría hacer todas esas cosas. No perdió más tiempo y salió de casa en busca del primer objetivo el "Piano". Jeong subió a su auto y se puso en marcha a aquel establecimiento donde compraría este instrumento. Al entrar vio varios tipos, ninguno captaba su atención hasta que vio uno, casi en el fondo. Tenía un diseño antiguo pero en perfectas condiciones, las teclas se oían bien, ninguna mancha de polvo, y daba un aura de ¿paz interna?

Jeongyeon no sabía como describir eso, pero sabía que había llamado su atención, así que lo pidió y también que lo llevarán a su casa a las 3 pm obvio si se trataba del dinero para ella no era un problema.
Salió de la tienda y fue por las rosas, la comida para Nayeon y ella, y claro un obsequio o bueno dos que ya tenía planeados así que solo los paso a recoger y corrió a casa.

Como lo dijo, tomó un baño, después de eso preparaba la mesa para cuando llegará Nayeon, puso las rosas a un lado de la mesa, recibió el piano y pidió que también lo instalaran en una parte de la sala que tenía libre.
Aquellos hombrecillos terminaron su trabajo y Jeongyeon les pago e incluso con una propina extra y ahora solo faltaba cambiarse, miro la hora y se dio cuenta que en poco llegaría su pequeña.
Corrió a cambiarse y a arreglarse, quería verse bien para aquella persona que tanto ama. Después de cambiarse guardó los dos obsequios para Nayeon en sus bolsas del pantalón y solo esperaba la llegada de su pequeña.

Después de unos minutos sonó el timbre -Ding Dong- había llegado el momento

[...]