Suena el despertador. Son las siete y media de la mañana. Mario, palpa sobre la mesa a ver dónde está el maldito reloj que le despierta cada mañana. No empieza el insti hasta las nueve, pero su instituto está a algo más de media hora en coche.
Lo encuentra y le da al botón, el despertador se apaga y no volverá a molestar hasta el día siguiente.
Mario se levanta de la cama y se dirige a la ducha, hoy será un día largo...
Ya se ha duchado, secado y vestido.
Se está acabando de peinar cuando Wellington, su hermano mayor, pica a la puerta, que está abierta:
-Mario, ¿puedo hablar contigo?
-Claro... ¿Qué pasa?
-Ayer cuando te fuiste, papá se alegró, pero mamá... rompió a llorar.
Mario se da la vuelta y ve a su hermano apoyado en la puerta. Se le notaba que él anoche también lo había pasado mal.
-Estaba muy preocupada por ti... y yo también. ¿Se puede saber que hiciste anoche?
Mario se queda pensativo, ¿se lo podía contar? sabía que sí, pero también sabía que nunca mentiría a su madre, que también era la suya, y Mario no tenía ganas de que se enterara:
-¿Te lo ha preguntado mamá?
-Sé lo que piensas. No le contaré nada.
Mario se le queda mirando.
-Vamos a desayunar y te lo cuento.
Y mientras desayunaban solos, Mario le contó todo lo que había pasado con esa chica tan especial.
Sara se levanta y mira la hora, son las ocho menos cuarto y su instituto empieza a las ocho, ¿hay algo más que decir?
-¡Mierda, mierda, mierda!
Queda tan solo diez minutos para que empiece su examen de biología, no le daba tiempo a ducharse, cambiarse, desayunar... A duras penas llegaría si salía ahora mismo con el pijama puesto. Hace un cambio de ropa express, coge la mochila, baja corriendo a la cocina y coge el bocadillo para el patio. Después sale corriendo por la puerta y se dirige hacia el instituto, donde la gente ya está entrando.
Si el despertador hubiera sonado, Sara habría tenido más tiempo. Si hubiera tenido más tiempo, hubiera podido ducharse y vestirse tranquilamente. Si hubiera tenido más tiempo, habría podido disfrutar de un desayuno, se habría dado cuenta de que va en zapatillas y se las habría cambiado antes de salir al instituto y habría leído la nota que le habrían dejado sus padres encima de la mesa.
HOLA :) SIENTO MUCHO LA ESPERA, A LA VUELTA DE VACACIONES HE TENIDO UNAS SEMANAS LLENAS DE EXÁMENES Y NO HE PODIDO ESCRIBIR NADA. ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPITULO DE HOY Y PROMETO SUBIR OTRO LO MÁS RÁPIDO QUE PUEDA. QUIERO DAR LAS GRACIAS A TODOS LOS QUE ME HABÉIS LEÍDO HASTA AQUÍ, NO SOIS MUCHOS PERO ¿ESO QUE MÁS DA? LO BUENO SE COMPARE CON POCAS PERSONAS, ¿NO? Y AUNQUE NO HAGÁIS MUCHOS COMENTARIOS (ENSERIO ME GUSTARÍA QUE LOS HICIERÁIS) PARA MI YA ES MUCHO QUE NO HAIÁIS BORRADO EL LIBRO DE VUESTRA BIBLIOTECA. NOS VEMOS EN EL PPRÓXIMO CAPITULO.
JAVITOK99
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Oportunidades
Roman d'amourMario y Sara son dos adolescentes: Mario tiene 15 años y Sara 17. Los dos vienen de familias desestructuradas y la vida no da señales de favorecerles, ¿pero acaso no tienen derecho a sentir el amor? secretos, aventuras, celos, odio, alegría, risas...