Capítulo 16.

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JUNIO

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JUNIO.

Ser el hermano menor en un enjambre de mujeres era una de las cosas que odiaba. ¿Por qué no pude ser el penúltimo hijo al menos? Así tal vez no tendría el problema de ser perseguido y atacado con las preguntas de mis hermanas, incluyendo a mi madre en la larga lista de mujeres en mi vida.

—Necesito que vayas acompañado, Jeth. ¿Necesitas una cita?—Kris últimamente me estaba dando jaqueca con el tema de ser su padrino. Ahora resultaba ser que ella jamás le permitiría a su padrino de bodas ir solo a la misma—. Terra, mi vecina, es muy bonita y es soltera. Tal vez...

—Olvídalo.

—Tengo una compañera de trabajo que también es muy bonita, le encanta leer y...

—Jamás.

—Umm, ¿Qué tal Sindy? Ella es...

—¿La pelirroja que fue a la fiesta de Fallon?—pregunté recordando a aquella chica que algo pasada de copas casi hizo un striptease en la mesa del abuelo—. ¿Hablas en serio?

—¡Necesitas una cita!

—Esta vez le daré la razón a Kris—habló mi hermana mayor mirándome con preocupación—. En la boda de Fallon estabas tan...

—Triste, aburrido, solo—numeró Jazmín con cada uno de sus dedos—. Parecía que estabas en un velorio antes que en la boda de tu hermana.

—¿Piensas igual que tus hermanas, Fallon?—inquirí arqueando mi ceja en dirección a mi hermana.

—Te recuerdo que también son tus hermanas—respondió ella con una discreta sonrisa—. Pero tienen razón. Jimmy te echó el ojo casi toda la noche preocupado por ti.

Jimmy, traidor, ahora estás de último en la lista de mis cuñados favoritos.

Cuatro pares de ojos me observaban fijamente, serían seis pero mi madre y Sasha estaban fuera comprando algunas cosas para la cena. Aún no las había visto desde que llegué, por ende sabía que me esperaba otra ronda de preguntas cuando estas llegaran. A lo lejos vi como en la otra sala de estar estaban mis cuñados y mi papá, no pudieron salvarme cuando mis hermanas dijeron al verme "Jeth, tenemos que hablar". Nadie puede negarles nada a esas mujeres, incluso sabía que tendría que llevar una cita y, ¡ah! El horrible moño en mi cuello.

—Solo queremos lo mejor para ti, Jeth. Este año ya se cumplen diez años de Luna—mencionó Lissa tomando mi mano—. Es hora de que salgas de ese caparazón.

Ninguna de ellas sabía de Sussie, no quería contarles sobre ella porque estaba seguro de que harían hasta lo imposible por saber más de la chica.

Estaba saliendo de mi caparazón, pero ellas no lo sabían.

En ese momento mi teléfono empezó a sonar.

—Salvado por la campana—murmuré felizmente alejándome de mis hermanas. Más de una suspiró y los brazos de Kris me dejaron en claro de que cuando terminara la llamada ellas nuevamente me llevarían a su red de preguntas.

Milagro de navidad entre bolas de nieve | Festividades#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora