NOVIEMBRE.
Rebobiné la escena del día de Halloween al menos cinco veces por día, no podía creer que Sussie se me hubiese confesado en medio de una calle luego de que ambos nos hubiéramos besado apasionadamente en el bar de su fiesta de disfraces. Estaba seguro que para los que presenciaron la escena había sido algo extraño ver como el Grinch y un elfo de Santa Claus interactuaban de esa manera.
No había visto a Sussie desde esa noche, no nos habíamos llamado, no había recibido un mensaje de parte suya ni ella uno de parte mío, hasta el día de hoy.
Feliz cumpleaños, Grinch.
Más nada, solo un simple feliz cumpleaños. Desde que sabía que Sussie compartiría mi cumpleaños junto a mi pensaba que iba a ser unos de los mejores cumpleaños después de diez años de soledad en mi apartamento, pero los planes fueron arruinados por el simple hecho de ser el tipo más idiota en el mundo.
—Mamá cocinó para ti, ¿en serio vas a hacerle ese desplante, Jeth?—preguntó Sasha cruzándose de brazos, las niñas se encontraban una a cada lado de mi cama tratando de sacarme de ésta—. Jethro Andrew Cavanagh.
—Uy, ya desarrollaste el tono de voz mandón de mamá.
—Con papá es peor—explicó Anya—. Si papá no le hace caso ella le jala una oreja.
—Eso podría ser considerado maltrato intrafamiliar, Sasha.
Mi hermana algo cansada de mi actitud, les pidió a las chicas que esperaran en la sala mientras que ella hablaba con su tío Jeth. Cuando ambas salieron, mi hermana se sentó a mi lado y solo bastó con que alzara su ceja para yo darle una diarrea verbal de todo lo que había pasado.
—Soy un idiota, lo sé, no tienes que decírmelo—dije después de haberle contado lo que había pasado días atrás.
—No tengo que decírtelo pero lo haré. Eres un idiota, hermanito—suspiré. Sasha se acostó a mi lado rodeando mi cuerpo con su brazo—. Si te gusta tanto, ¿por qué no se lo dices?
—No creo que sea capaz de soportar otra pérdida, Sasha.
—Lo de Luna fue bastante desafortunado, Jeth. Pero no puedes vivir con el miedo de que todo aquel que ames se alejara de ti o morirá. Nadie sabe lo que pasará en el futuro, hermanito, debemos tratar de vivir el presente y superar nuestro pasado.
—No quiero dejar ir a Luna—confesé. Una lágrima traicionera es soltada, Sasha la enjuagó con sus dedos delicadamente.
—¿Y quién dijo que debes dejarla ir? Siempre la vas a tener aquí y aquí—señaló mi frente y mi pecho a nivel de mi corazón—. Para seguir adelante no debes olvidarla, hermanito.
—¿Y si...
—No empecemos con los "y si", sabes que lo odio—me interrumpió dándome un golpe en la cabeza, me quejé—. Ahora, ve a ducharte y a vestirte. Todos nos están esperando en casa.
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Milagro de navidad entre bolas de nieve | Festividades#1
Short StoryJhetro Cavanagh podría haberse convertido en el nuevo Grinch hace nueve años atrás, cuando perdió a su vida, su luz... a ella. Odiaba ver las luces, odiaba los pinos, odiaba los villancicos y odiaba ver a la gente irradiar de felicidad en esas época...