▪︎ ¿Y si te digo... ▪︎

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Capítulo 11:

- ¿A dónde fuiste?- fue lo primero que preguntaste una vez regresamos a la habitación cuando vimos desde la pequeña cocina a tu hermana salir a paso apresurado. -

No te respondí enseguida. Me tomé el tiempo de caminar hasta la cama lentamente y con delicadeza sentarme en el borde. Te miré durante unos segundos notando que no te sentías incomoda. Ya te habías acostumbrado a mí, a que te observara. Sabias que únicamente quería tu bien y confías plenamente en mí. Observe desinteresada mi al rededor.

- La habitación está muy desordenada- comenté. No me interesaba responderte, tampoco es como si lo que hiciera sea importante que lo sepas. Me miraste más no insististes en la respuesta y, si el caso hubiese sido ese solo te respondería que debía resolver ciertos asuntos...pedir más tiempo. -

-Si...-Tu corta afirmación hecha con una voz tan distante me hizo saber que estabas en otras, pensando en lo sucedido resientemente. -

-Debes ponerte a ordenar- declare levantándome de la cama con elegancia. Sentía como el vestido que escogí como atuendo rosaba el piso y las mangas se ajustaban perfectamente a mis brazos. Me di la vuelta y comencé a caminar deteniendome a un lado de la ventana. Veía como la gente pasaba absortos en sus mundos e ignorando lo que les rodea. Pasando el semáforo en rojo y con sus celulares en mano, cuidando a sus hijos o corriendo para llegar a tiempo a sus trabajos. Los observaba pasar, sus pasos resonando en la acera, sus cabellos revolviéndose por las leves brisas que se daban paso a ratos y como algunos bromeaban más relajados o paraban a ver las vidrieras de las tiendas esparcidas por la zona. - Deja de pensar en tu hermana, estará bien. - Agregué sin voltear a verte. Mi voz sono autoritaria, pero tranquila, fría, pero reconfortante. -Hiciste lo correcto al hacerme caso y dejar la universidad. - Continúe y con eso di terminada la conversación. Vi por el rabillo del ojo como asentías y te colocabas a ordenar. -

Como siempre no pienso justificarme. Tengo mis razones y tal vez solo al final las comprendan. Uno nunca lo sabe todo o por ahí no sabe nada y cree que sí. Crecer en la ignorancia es considerado mal, pero a veces es lo mejor. Te puede protejer. No juzguen sino quieren ser juzgados, no juzguen sin saber todas las razones a tras del acto...del crimen. No juzguen sólo por celos o envidia, no juzguen si aún faltan piezas en el rompecabezas.

Yo lo todo y eso es suficiente.

Lamento no decirte, es mejor así. Tal vez estés implicada de manera directa, pero no te quiero asustar. Solo espera y todo acabará, nadie se interpondrá entre nosotras. Viviremos juntas por siempre y, en algún momento reencarnaremos de vuelta, pero esta vez, tendremos nuestro feliz para siempre, sin el siempre, porque eso no existe. Otra ilusión creada por el ser humano.

Tal vez te quejes o hagas algún berrinche como cuando eras niña y no te decían nada. Se que no me odiaras, eres incapaz de hacerlo.

Miro como el cielo se oscurece dando paso a la luna tan brillante...tan preciosa y espléndida. De a poco las estrellas le hacen compañía, destellando en el cielo con alegría, transmitiendo paz y admiración a quien viese hacia arriba. Las sombras de la noche empiezan a cubrir cual manto la habitación y no tardas mucho en detener lo que haces para irte a acostar. La única manera en donde entre sueños organizas tus pensamientos. Aún cuando yo lo hago por vos.

Me acerco lentamente hacia vos, mis manos entrelazadas enfrente de mi estómago. Me acunclillo y con una voz suave te susurro al oído:

-Buenas noches. -

▪︎Por Siempre Juntas ▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora