▪︎ Y solo si así debe ser... ▪︎

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Capítulo 20:

No quieres recordar. Lo . Lo entiendo. Todo empezó con su muerte, y aún no termina. Aún está grabado como un tatuaje en tu piel. Eran muy unidas -a pesar de todo eso no cambia-, tus lagrimas, aquellos gritos desgarradores, el llanto que tardó meses en cesar, y que entre sueños todavía persiste. Verte así para ellos...para todos...fue aquella imagen que nunca se podrá borrar, un cuadro eterno de dolor y agonía. Una sonrisa llena de vida que se iba apagando, unos ojos resplandecientes que de golpe perdieron su brillo. No recuerdo muy bien cómo fue la muerte, pero si las consecuencias que trajo consigo. Ahí es a donde aparecí, surgí entre las sombras de la oscuridad que te empezó a rodear y ayudé a que salgas a delante, aunque muchos no lo vieron así. Cuando vos me presentabas solía desaparecer, no debía dejar que nadie más me viera...nadie podía verme -los motivos se sabrán mucho más adelante- la situación empezó a darme gracia a su vez que las personas comenzaban a verte como si estuvieras loca. Pero, a mi solo me importaba tenerte para mi sola, disfrutar aquel tiempo que no pude antes.

Ahora, te aleje de todos...te aísle del mundo y me convertí en tu única amiga, aliada y, esperanza. Me convertí en tu todo -literalmente, ya que, en estos momentos no tienes a nadie que te entienda, a nada que te ayude a eludir la realidad-. Soy aquella destrucción que llegó a reparar tu desolador ser y a alejar todo lo que consideraba innecesario, aquella oscuridad que camufla la tuya, soy lo que te hace falta...soy tu única y absoluta salvación.

- Ey...- me llamaste en un devil susurro. Desvíe la vista de la ventana y la luna que brillaba en lo alto del cielo, aquella luna que fue testigo de tantos secretos, te mire. Estabas en la cama acostada de costado, la cabeza levemente hacia arriba para verme y tus manos bajo la almohada. - ¿crees... crees que si yo hubiera estado en el auto y hubiese muerte...todos serían más felices? -aquellos orbes oscuros reflejaban la tristeza más desgarradora que vi en tanto tiempo, y, aunque debía estar mal por ello, solo podía verte indiferente, y en mi interior admirar como logras reflejar todos los sentimientos con tanta pureza. -

-No. -respodi seca. Esperas algo más, lo presentía, pero no lo haré. Que eso sea suficiente, volví la vista de nueva cuenta hacia la ventana. -

- Pero... pero yo soy por quien viven en desgracia...siempre preocupados...por mi ellos aún no han superado lo que paso...- La observe de reojo, inspeccionando la en silencio. Suspire con cansancio. -

-Nadie podría ser feliz si vos no estás en su vida. - Eso fue suficiente para que estés satisfecha. Una sonrisa ladina y pequeña, pero llena de felicidad, adorno tu rostro. -



▪︎Por Siempre Juntas ▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora