-Bienvenidos adelante por favor, que gusto tenerlos aquí – mencionó Yun alegremente mientras estrechaba la mano de cada uno a modo de saludo, pero al llegar a Horacio lo estrechó entre sus brazos y depositó un pequeño beso en su mejilla.
Dejando un poco incómodo al de cresta y celoso al ruso quien entrelazó su mano con la de su esposo y lo alejó del lado de Kalahari, tratando de marcar su territorio dio un beso en los labios de Horacio, quien no se podía encontrar más avergonzado de la actitud posesiva que estaba teniendo Volkov.
Yun les dio acceso a su morada dejándolos pasar amablemente adelante suya, riendo ante los absurdos celosos que estaba teniendo el comisario, apenas entrar se podía visualizar justo enfrente un camino empedrado que daba hasta la puerta de una casa moderna de dos plantas, con grandes cristaleras en la parte de enfrente de la fachada, contaba también con un pequeño jardín del lado izquierdo y una cochera del lado derecho.
Al ingresar se podía observar en primer plano el pequeño recibidor con un mueble de madera atorado en la pared, adornado por un par de jarrones antiguos en las esquinas y un gran espejo sobre el mueble, a la izquierda se admiraba la espaciosa sala de estar con un elegante sofá esquinero en forma de u de color beige con su mesa ratonera en medio, más adelante a la izquierda unas escaleras que daban a la segunda plata y detrás de ellas una puerta que daba al cuarto de servicio y justo al fondo un medio baño con acabados de cuarzo.
A la derecha se localiza a una amplia cocina con península equipada con todo lo necesario para la preparación de cualquier tipo de platillo justo al lado de la cocina se encontraba su comedor rectangular de madera de encino con capacidad para 10 personas, dónde se encontraba Armando terminando de preparar la mesa para la cena.
-Bienvenidos, por favor pónganse cómodos – pidió el hombre limpiándose las manos con un trapo de cocina.
Las parejas colocaron encima de la mesa las bebidas que habían llevado, como si se hubieran puesto de acuerdo, cada par llevó una botella de alcohol que representaba el gusto de cada uno, Volkov llevó su preciado Vodka, no podía faltar el Whisky por parte de Conway y como buen mexicano, Emilio hizo presencia de un buen tequila.
Inmediatamente se formaron los grupitos entre ellos mientras probaban algunas botanas, el primer grupito estaba formado por Armando, Conway y Volkov, al ser los mayores, parecía que tenían más en común de lo que creían, el segundo grupito lo conformaba Emilio y Gustabo quienes criticaban el ambiente, que según su opinión, la reunión parecía para personas de la tercera edad, el tercer y último grupito estaba conformado por Segismundo, Yun y Horacio, quienes hablaban de diversas banalidades de la vida, pero el de cresta se comenzaba a sentir incómodo por las intensas miradas que le estaba dando su pareja.
Sabía perfectamente lo celoso que era Volkov y aunque lo amaba le dolía que no confiara en él, por qué a fin de cuentas eso son los celos, desconfianza y con ese pensamiento su sonrisa cambio a una expresión sería.
-Eey ¿Qué ocurre? – pregunto Yun abrazando al chico y desde su posición, Horacio pudo notar como todos los músculos del ruso se tensaban y cómo estuvo a punto de alejarse de Conway para ir en su dirección, pero el superintendente lo detuvo con su mano evitando que se moviera de su lugar.
- Nada, todo bien – afirmó el peliazul alejándose del chico – ¿puedo pasar al baño? – preguntó para después de una respuesta afirmativa dirigirse al cuarto de baño.Horacio comenzaba a pensar que había sido una mala idea asistir a la reunión, no lo estaba disfrutando y se podía notar como su esposo tampoco lo hacía.
- ¿Todo bien? – escuchó la voz de Viktor después de un par de golpecitos en la puerta, dio un suspiro y abrió la puerta, sin decir una palabra tomo la mano de su esposo y camino hasta el lado de Conway incluyéndose en la conversaciones de los hombres.
Armando se retiró a la cocina al escuchar el sonido del horno anunciando el término de la cocción de los alimentos, interrumpiendo las conversaciones que se estaban llevando a cabo.
-Bien, la cena está lista, tomen asiento por favor- pidió amablemente el anfitrión al llegar con una bandeja de comida que colocó justo en medio de la mesa.

ESTÁS LEYENDO
El juego de las llaves
FanfictionTras una agradable fiesta, deciden participar en un juego que los llevará a cumplir sus más oscuros deseos. Multiship