Capítulo 14.

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Harley.

Me encontraba tan feliz, después de mucho que estudiar y de tantos exámenes a los que simplemente no les veía fin alguno, podría decir que oficialmente el verano comenzaba.

Después de salir del insufrible establecimiento que se decía llamar colegio, de esas paredes grices y sin chiste alguno, me dirigí a casa más que feliz, por fin vería a Clart, después de tantos días ocupados, podría verlo fuera de clases.

Y no, el solo verlo en el colegio no me basta, necesito mas tiempo para verlo, mas tiempo junto a él, más de su perfume cerca de mi.

Era llegada la tarde, las cuatro y tantos aproximadamente, decidí darle una sorpresa a Clart, ya que no sabía nada del, lo cual me preocupaba, pero quizás esté ocupado y esa sea la razón por la cuál no me escribiera.

Llegue a la casa de Clart, Sofía, su muchacha de servicio me dejó entrar indicándome donde se encontraba él. Con cautela me dirigí a su habitación, donde la puerta estaba parcialmente abierta, tomé aire y seguí caminado.

"Me encontraba terriblemente nerviosa".

Terminé por empujar la puerta y lo vi, allí tirado en el suelo, sin conocimiento alguno. En otro momento quizás me hubiese quedado más que paralizada de ser posible, y es que encontrarse con este tipo de circunstancias no era algo común, pero al verlo allí, solo pude correr hasta él, necesitaba ayudarle, necesitaba que estuviese bien, necesitaba que sus ojos se abrieran nuevamente.

No sabía cuánto tiempo tenía así, sólo se que tenía que hacer algo por él.

Después de que el médico me diera el diagnóstico, mi mente viajo a una velocidad extrema, no sabía a dónde iba, solo sabía que estaba subiendo a una nave lista para dar vueltas en la profundidad de mis pensamientos, me estaba marchando a mi propio mundo, a donde yo y solo yo podía entrar.

Me centre en el café de sus ojos, y sólo así pude mantenerme cerca aunque viajando en mis pensamientos.

No se exactamente cuanto tiempo había transcurrido, solo se que la voz de la señora Christine, me trajo de vuelta.

-Harley cariño... - Su voz estaba quebrada y triste.
-Christine, Clart... El doctor hace un ratico, me dio el diagnóstico... - Suspiré, no sabía cómo decir las palabras. - Tiene epilepsia... - Solté sin más...
-Harley, no te preocupes... Clart. Estará bien. - Justo en ese momento sentia confusión. Creo que mi rostro dijo todo en ese instante. - Clart, desde niño es epiléptico, se ha mantenido en tratamientos desde entonces, y se ha cuidado tanto que es justo por eso que se ha mantenido sin ataques durante años. - Respiré profundo sintiendo como algo dentro de mi volvía a la tierra, el saber que el estaría bien, me hacia sentir más que feliz, pero...

¡Si! Siempre existe un pero.

El no saber que Clart, padecía de una enfermedad desde niño era un poco extraño, se suponía que sabía todo de él, se suponía que lo conocía, pero no.

No era así...

-Yo... No lo sabia. - Dije en un hilo de voz.
-Lo sé cariño, él es muy reservado en cuanto a esa condición. - Dijo acariciando mi mejilla derecha.
-Se supone que lo conozco, que sabía todo de él. - No fue un reproche, más bien es... Ni siquiera se que fue.
-Clart, te ama Harley, desde hace algunos años, y no quería que te apartaras de él por no saber lidiar con todo esto. - Añadio mientras me miraba fijamente.
-No lo dejaría nunca, esto es algo con lo que se puede vivir, yo lo amo más que a nada en el mundo. - Dije sincera, provocando una sonrisa en el rostro de Christine.
-Siempre lo supe, conozco la mirada de una chica enamorada, y tu querida por más que te esforzabas en ocultarlo, se hacía más notorio. - Podía jurar que estaba sonrojada, esto no era algo que escuchara todos los días... Y que te lo dijera la mamá de tu novio.

"Tú suegra"

Eso sí que era algo que no me esperaba, por más que sabía que su familia me apareciba, porque así había sido desde que éramos niños, nunca imagine que justo ahora, la señora Christine, me estuviese hablando justo de ese tema.

Y para nada me incomodaba, incluso podía hablar sin sentir algún tipo de rechazo.

-Eres una buena chica Harley, y desde que eras una niña vi en ti, a una mujer fuerte, valiente, constante, estable y sobre todo fiel y amorosa, se que lo harás feliz, se que mi hijo esta seguro en tus manos. - Soltó dejándome totalmente absorta, me sentía tan feliz que no sabía que decir, y sólo pude abalanzarme sobre ella y abrazarla.
-No tiene idea de lo feliz que me hace escuchar cada una de sus palabras, estoy muy agradecida por todo el cariño y apoyo que me ha brindado desde niña, y si... Muchas veces intente esconder lo que sentía por Clart, y es que temía que el no sintiera lo mismo, tenía perderlo si le decía cuanto le amaba y no precisamente como amiga. Aunque siempre fuimos buenos amigos, y lo seguimos siendo, me fui enamorando de él, de su esencia, de su risa, de su voz, de su aroma, de sus ojos, de todo lo que el es, todo el me encanta. - Recite cada una de mis palabras, sin dudar cada palabra que decía.
- No tienes que agradecer querida, fue un total placer para mí estar contigo, cuidarte y brindarte cariño, nunca tuve una ñina, y la verdad es que desde el primer día te siento como a una hija... - Suspiré. - suspiró. - No cabe duda, que Clart, eligió bien, me agrada tanto que sean novios. Cuando Clart, me dio la noticia fui la mujer más feliz del mundo, como madre porque se cuán feliz será a tu lado, y como mujer porque se lo valioso que son ambos. - Dijo soltando algunas lágrimas, y no de tristeza, si no de felicidad, y ella era una mujer guerrera, luchadora, una gran mujer, digna de admirar.
-Usted ha sido lo más cercano a una madre que he tenido, y solo puedo decirle que jamás habría deseado que fuese diferente, y aunque mi madre viviera, se que si me topara con usted le tendría el mismo cariño y aprecio. - Solté tomando una de sus manos   acariciandola.

La vida solía ser algo difícil, o bueno, nosotros la hacemos difícil, pero lo bueno de cada experiencia es que te lleva al camino que debes recorrer, a las calles intransitables por unos, pero valiosas para otros.

Me gusta pensar que mi vida es como la lluvia.

¡Si! La lluvia, porque después de la tormenta, un hermoso arcoiris hace su aparición, y para mí eso representa, los tiempos buenos y malos, los días grises y coloridos.

-¿Familiares del joven Clart Otton?...

Buena, buenas ❣️ un poco tarde pero aquí les dejo el capítulo 😊
Bendiciones ☺️ nos vemos la próxima 😘

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