El Desayuno

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Tiempo después de la cena, ambos jóvenes se escaparon al cuarto del chico a charlar cómodamente a solas, a las 2 am Seth comenzó a hablar de lo guay que sería poder llegar así al año 2020 por ejemplo, seguramente habrían muchos avances en esos 10 años, o en 30 años, que llevaría a su madre a saltar en paracaidas alguna vez, etc...

Hablaba de sus planes de futuro con Ania y sus familias, pero no fue hasta que vio el rostro serio de su novia que no cayó en la cuenta de algo importante.

- Un momento. Si yo no voy a envejecer y mi hermana y mi madre sí... Quiere decir que... - y Ania supo que Seth al fin había caído en la cuenta del precio que se pagaba por la inmortalidad.

- Sí, no sólo ellas, sino que todos nuestros amigos también. - añadió Ania con tono triste, acariciando la mano de si pareja.

- Pero... Los perderemos, los veremos morir y a sus hijos y a sus nietos, y así toda la eternidad... - hizo pucheros, sus ojos se aguaron - ¿Viviremos más que los futuros sobrinos que tengamos?

- Probablemente, al menos por parte de los licantropos sí. Por parte de Jake es tan incierto como por nuestra parte. - explicó infeliz.

Seth no atinó a decir palabra, sólo pudo llorar, lo cual hizo que su pareja buscase apoyarlo y demostrarle que no estaría solo. Ella se quedó a su lado toda la noche, no le importó la feliz fiesta que discurría abajo, no se sintió celosa de la felicidad de sus amigos, sólo se sintió molesta consigo misma por haber condenado a Seth al mismo infierno que a ella.

Pasó toda la noche con Seth, dando palabras de amor y apoyo, aún cuando él ya estaba dormido, ella lo había abrazado contra su pecho, lo qie hizo al mayor sentirse protegido entre sus brazos en un momento tan vulnerable como ese.

Ella sabía que no iba a ser fácil para él una vez cayese en la cuenta de ese dato y odiaba no poder proteger a su pareja de todo lo malo del mundo.

Al día siguiente ella salió del cuarto con unas pequeñas ojeras, fue a la cocina y se preparó el desayuno, sus ojos estaban rojos, tenía hambre y sed de sangre, pero no sabía si era correcto salir a cazar en ese momento.

Vió a su madre bajar junto a la madre de Seth, ambas olían a la otra, parecía que habían dormido juntas.

- Buenos días. - besó las mejillas de las adultas.

- Hola pequeña - Sonrió la madre de Seth, Sue.

- Buenos días cielo. - saludó su madre, Madeline. - ¿qué tal la noche?

- No hemos dormido, bueno, al menos yo, Seth se durmió a las 8 am, se dio cuenta de lo que implica la inmortalidad y... Bueno, digamos que es duro para él. - suspiró la más joven de las tres, con una taza de café recién hecho, no le gustaba, pero en ese momento lo necesitaba.

- Ay mi cielo... Si es que es demadiado bueno. - dijeron ambas madres.

- Pero cariño, tienes que salir a cazar. Lleva el móvil, te avisamos si Seth despierta. Pero ve a comer. - la animó Madeline

- De acuerdo...- Ania besó la mejilla de su madre y se puso algo de ropa vieja para por si se manchaba. Salió a cazar con una mochila con una muda de ropa a su espalda.

Una vez estuvo en el bosque, escondió su mochila en un arbol hueco y se descalzó, para luego comenzar a transformarse en su loba, así logró cazar más cómoda

Mientras, en otro lado de la casa, Seth yacía dormido en su cama, había llorado tanto que se durmió de cansancio.

En el cuarto de en frente dormían tanto Jacob como la pequeña Renesme. Ella estaba abrazadita al mayor, acurrucada contra su cuerpo, buscando el calor corporal que el mayor le otorgaba.

Cuando el mayor despertó no pudo evitar quedarse mirando a la pequeña con ternura hasta que ella también despertó.

- ¿Quieres desayunar? - preguntó a la pequeña, la cual se había incorporado y frotado un ojito.

- Si porfa - respondió la menor con su vocecita de recién despierta.

Bajaron a la cocina, entraron oliendo un rico aroma a chocolate y dulces.

Las madres comenzaron a llenar a Renesme a dulces y ella no se quejaba, pero Jacob solo intentaba robar algo, en vano pues siempre recibía un manotazo

- Toma - la pequeña le dio tiernamente una pera a Jacob, la unica fruta que le dieron, pues el resto eran dulces.

Todos los despiertos rieron a carcajadas.

- No es lista la niña ni na' - rió Sam.

Jacob puso ojos de cachorrito y le pidió a la pequeña un poco de bizcocho, esta le respondió que no, que la pera era muy buena para la salud.

El pobre se resignó a comerse su pera con un puchero en su boca.

- No llores, si siempre dijiste que te gustaban las peras - ella comentó alegre

- Ya, pero prefiero el dulce. - respondió el mayor.

- Bueno, la pera es dulce, 2 x 1, no te quejes - finalizó la menor.

Nadie pudo evitar reirse a carcajadas.

- Hola mi amor - dijo Ania al llegar, olía a sangre, pero a la menor no le molestaba. Sacó de la mochila sangre de ciervo recién sacada y puso un poco en un vaso, hizo algunas cosas y la esferificó, lo puso en un plato y se lo dio a la niña - come cariño

La menor sonrió emocionada y comió una

- Mmmm dulce. - su tía era la que mejor cocinaba de toda la familia, pues al ser quien comía sangre y comida humana también, había aprendido a hacer distintas técnicas para que fuese más rica. - gracias

La mayor sonrió y se fue a duchar. Al terminar se vistió con ropa cómoda pero arreglada y bajó.

Desayunó también dulces.

Todos se dedicaron a jugar juegos de mesa hasta la comida, donde hicieron las sobras y las reusaron para otros platos.

- Buenas tardes - susurró Seth al llegar al salón, tenía los ojos un poco hinchados, pero seguía siendo igual de bello.

- Ay amor, hola - Ania se acercó rápidamente a su novio con una sonrisa y le besó dulcemente.

Se sentaron y comenzaron a comer todos, Seth esraba de mejor humor, aunque se le notaba que aún seguía algo tocado.

Por la tarde volvieron a casa de los Cullen, donde Renesme comenzó a contar a su familia alegremente lo ocurrido, muy emocionada.

- Así que pusiste en su sitio a Jacob...- Emmet sonreía burlón, picando al lobo.

Ania se acercó a Edward y Bella, quienes le dijeron que sería en 3 días como máximo aquel encuentro con los Vulturis.

El resto de vampiros miraban con malos ojos a los licantropos de ahí.

Pasaron los días y la noche de antes se dirigieron a donde tendría lugar la batalla parq acampar ahí.

Eclipse Durante El AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora