2° ONE - SHOT

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AÑOS ANTES de la pelea contra los Vulturi

Natitani

T/N x Paul Lahote

Me encontraba nerviosa, acababa de entrar al instituto de la reserva, era septiembre, comienzo de curso (porque sí, voy a poner el modelo español del curso, no me aclaro con el americano).

Tenía 17 años, así que era mi último año de estudios, por suerte había una universidad cerca de la reserva, era la universidad de la provincia.

Todo era nuevo para mi, pero eran muy majos. No había mucha gente en el instituto, tan sólo unas 500 personas, lo cual, para un instituto es poco.

Las clases eran de unos 40 alumnos en mi curso tan solo, estábamos divididos en dos clases de 20 alumnos cada una. En la mía dábamos 2 idiomas, francés y español a parte de inglés, lo que me venía de maravilla ya que soy Venezuela.

Al entrar me perdí, no era un instituto especialmente grande, pero no conocía el lugar, así que me perdí.

Llegué a una especie de gimnasio algo confusa y decidí entrar a ver si preguntaba a algún profesor.

Al entrar encontré con una clase de chicos y chicas de mi edad, todos sentados, escuchando al profesor.

Aunque bueno, no todos lo escuchaban, había un grupito de 5 personas que sólo hacía el mongolo.

- Disculpe. Creo que me he perdido, ¿me podría indicar donde está el BSH 21? - pregunté algo tímida

Fuera coñas, ese es el nombre de mi clase en mi instituto. Son raros

- Sí claro... Alguien que la acompañe por favor. - muchas manos subieron, supongo que sólo querían escaparse de clase. Pero el profesor señaló a un chico no muy alto y más pálido que el resto. - Sr. Dragomir por favor acompañe a la chica.

El chico se puso en pie, llevaba gafas, su pelo era negro azabache, sus ojos azules cuales zafiros brillantes.

La mayoría comenzó a gritar insultos y a reirse del pobre chico, el cual, no niego, a mis ojos era muy atractivo.

Era de cara fina, corporalmente era rellenito, pero eso no es lo importante.

Cuando el llegó a mi lado me dijo con una voz tierna y avergonzada que le siguiese por favor.

Yo le besé la mejilla, lo que dejó con la boca abierta al resto.

Lo que suponía, adolescentes unga unga que nunca saben cuando dejar de meterse con un chico, y que cuando alguien lo veía con buenos ojos no sabían como reaccionar.

Había bastantes de esos en mi antiguo instituto. Yo solía ser la chica gordita de la que se burlaban, me cansé de las burlas y le robé la novia a mi bully para demostrarle que sin importar mi físico yo podía ser atractiva para cualquiera, además de que la hice lesbiana después de mi y por lo que sé el tío se quedó solo solin solito y ella muy feliz con chicas.
Este verano, aunque me gustaba mi cuerpo rellenito, perdí algunos kilos viajando, ya que me fui a hacer muchas rutas caminando por sitios montañosos.

Gracias a aquel chico pude llegar al resto de mis clases.

Tras unos diasse convirtió en mi único amigo aquí, y unos meses después me tocó demasiado las narices el desgraciado de Paul Lahote, un gorila de su clase, el cual se suele burlar de él.

Eclipse Durante El AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora