𝗚𝗮𝗺𝗲𝗿𝘀 𝗘𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗱𝗼𝘀˖- Kᴇɴᴍᴀ ʏ Tᴜ́

𓃠 17| 𝒿𝓊 𝓃𝒶𝓃𝒶 𓃠

El nuevo llegó, un chico alto mitad ruso que no sabía mucho sobre este deporte pero se me hizo muy carismático.

— Lev —lo llamé sonriendo, este se me acercó imitando mi gesto.

— ¿Que pasó Ryu-chan?.

Le corregí sus errores y como solucionarlos, también le di algunos tips, después quedaba en él si quería ponerlos en práctica o solamente como tomarlos instructivos.

El entrenador le pidió a Kenma que lo ayude a practicar, este no aceptó pero lo tuvo que hacer igual.

— Enton... —ví que un balón iba dirigido al entrenador, con rapidez me puse delante de él y recibí el balón en mis manos para luego pasárselo a Kenma.

— ¡Wow! ¡Grandioso Ryu-chan! ¡Quiero hacer lo mismo! —gritó contento Lev.

— No lo harás hasta que al menos aprendas a rematar —habló Kenma bajandole la confianza.

— Gracias Ryuka —sonrió el entrenador— pero lo podía recibir sin problema —rió.

— O-oh si, perdón —me disculpé inclinando mi cabeza.

— ¡Eres sorprendente Ryu-chan! —miré al ruso— ¡Incluso eres más pequeña que Kenma!.

En ese momentos los presentes pusieron cara de miedo por aquel comentario.

Un tic nervioso apareció en mi ojo.

— Yuka. —él asintió sonriendo.

— Adiós Lev —se despidió Kenma alejándose de él.

— ¿Eh? ¿Por... —se calló la boca cuando un balón lo golpeó en toda la cara.

— La próxima no irá a tu cara Lev, ve y corre hasta que me cansé de solo verte —hablé fría de brazos cruzados.

— ¡P-perdón, solo quería decir... Nada, no quería decir nada! —rió nervioso empezando a correr.

— Chibi-chan —me giré para verlo— mañana si apruebas el examen podrás venir con nosotros...

— ¡¿Por qué él si puede llamarla así?! —gritó confundió Lev interrumpiendo a Kuroo.

— Porque Ryu ya práctico sus remates con él —dijo Kai.

— Estoy estudiando para el examen, así que iré —lo miré confiada de mis palabras.

— eso espero.

Chocamos los puños sonriendo.

— Ryu, cuídalos tengo que hablar con los profesores y Kuroo —asentí alzando el pulgar.

Me senté en la silla y saque la libreta para anotar como iban mejorando, al igual que las cosas que me parecían interesantes.

Lamentablemente, no todo es felicidad, en los equipos también hay peleas.

— ¡¿Que dijiste?! ¿Cuántas veces perseguí el balón? —levanté la vista confusa al escuchar a Tõra gritar, este tomó del cuello de la camisa a Kenma y lo dejo a su misma altura.

— Hey, ustedes dos, dejen de causar problemas —les grité desde mi asiento pero fui completamente ignorada.

— ¡Doy todo en mis entrenamientos! ¡Incluso en los juegos! —continuó gritando sin soltar al teñido.

Ninguno hacía nada para detenerlos, lo cual me molestó mucho, me levanté y deje las cosas sobre la silla.

— ¡Tu no tienes agallas! ¡Así que no hables como si las tuvieras! —mientras este seguía gritando, llené un balde con agua y volví al gimnasio.