— Parece que han cambiado un poco —escuché decir a uno de los chicos de Ubugawa, luego de casi perder contra Karasuno.
— Si sigues corriendo vas a morir Tsukki —me burlé recibiendo una sonrisa de su parte mientras intentaba seguir corriendo.
— No creo poder correr más —se tiró de forma dramática al suelo.
Me reí de él, a excepción de Yamaguchi quién fue corriendo hasta lentes-kun preocupado.
— ¡Tsukki! ¿Estás bien? —se agachó para verlo mejor mientras intentaba pasar la toalla por la cara de su amigo.
— Cállate Yamaguchi —respondió de forma fría, pero basto con una mirada amenazante de mi parte para hacerlo cambiar de opinión— Lo siento, estoy bien.
Le guiñe un ojo sonriendo, el desvío la mirada rodando los ojos.
Los entrenamientos continuaron todo el día, siendo el Karasuno el equipo que más sobresalía por su rápida forma de evolución y gran lista de perdidas.
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Cómo de costumbre me reuní con el mismo grupo al empezar las prácticas libres en la noche.
— Por cierto, cuando vayan contra un rematador, no traten de centrarse con su cuerpo —Kuroo le explicó a Lev, Shõyõ y a Tsukishima.
— si no, con su brazo dominante —le robe las palabras sonriendo de lado, el peli negro me miró molesto mientras yo le sacaba la lengua por mero gusto de molestar.
— Este... —Tsukishima interrumpió nuestra pelea de niños— seremos enemigos en un partido, ¿No?, ¿Por qué nos dan consejos?. —le hice una seña a Kuroo brindándole la palabra.
— Siempre he sido alguien muy bondadoso —alze una ceja cuando habló de él refiriéndose así mismo como un ángel o ser de luz
La mirada por parte de Shoyo y Tsukishima eran un poema, igual que la mía.
— No tienen que mírame así —respondió a nuestras miradas— quiero que hagamos la batalla del basurero —se rascó la nuca y me miró— es lo que quiere el entrenador, no sabremos hasta cuándo pueda seguir entrenándonos. Así que necesitamos que sigan ganando —le golpe despacio el brazo con mi codo sabiendo que se estaba guardando algo más— bueno, también me sirve de entrenamiento, así que no se fijen en esas cosas ¡Sigamos!.
— Waa, Kuroo sabe hablar sin burlas de por medio —dije riendo haciendo que el me miré cruzandose de brazos.
— ¡Cuidado Ryu-chan!.
Por acto de reflejo puse mis manos frente a mi rostro y tomé el balón antes de que me diera.
Se los devolví para que puedan seguir practicando, después de aquella pequeña charla los demás se unieron a Bokuto y a Akaashi.
— ¡Una vez más! ¡Haz una mejor colocación Akaashi! —exigió Bokuto para después hacer un perfecto recto dejando a Tsukki y a Lev sin la posibilidad de bloquear.
