No puedo negar que me sienta demasiado pequeño, viendo a dos alfas enfrentados ante mis ojos. Uno de ellos, tan fiero, estoy seguro que se siente humillado porque haya terminando vomitando sobre su ropa por la agria sensación que me ha obligado a sentir, odiándole porque su hedor es demasiado desagradable para mi a excepción del de Hyunwoo, quien causa algo completamente opuesto en mi, que no se explicar con exactitud.
Ayudándome con mis manos, ignorando esa sensación que se mantiene en mi, me pongo en pie con cuidado por supuesto. Dando un paso, hasta dos, un grito escapa de entre mis labios al ser sorprendido por las dos manos que con suavidad, y no como ha pasado antes siendo tan violento, me detienen. Nuestros ojos, en el momento en que me detengo girándome a enfrentarle, se encuentran de una forma que no puedo más que sentir su propio olor, esa sensación que vuelve a mi y parece que de un momento a otro va a llevarse la poca cordura que queda en mi ahora mismo.
— No se que es lo que pasa por tu cabeza pero solo quiero irme a mi casa —intento no hacer ver lo nervioso que estoy —si vas a ser como ese alfa haz lo que bien me dijiste y vete. Ya has escapado hoy una vez más de mi, ¿tanto te molestaría hacerlo de nuevo?
— Si me he ido ha sido por tu bien —miro nuevamente sus ojos —pero ahora no me iré de tu lado hasta que no estés en tu casa. ¿Cómo se te ha ocurrido venir por aquí?
— Me dijeron que era un camino más corto —aparto con cuidado su mano de mi cintura —será mejor que me vaya a casa. Ya he tenido bastantes alfas por hoy..
— ¿Eso quiere decir que yo no puedo acompañarte?
He avanzado tan solo unos pasos, deteniéndome ahora al escuchar su pregunta. Sin girarme hacia él, con una sonrisa que no mantengo oculta, pienso en lo que de pronto pasa por mi cabeza.
— ¿Eres peligroso? —pregunto —porque de ello depende que tu y yo podamos continuar juntos hasta nuestras respectivas casas. Yo pienso que lo eres, en parte porque por tu culpa siento como si todo me ardiese por dentro. ¿Podrías explicar eso?
— Puedo explicártelo si —para frente a mi —pero no aquí ni ahora. Yo no soy peligroso aunque provoque eso en tu cuerpo y más allá. Será mejor que vayamos a tu casa antes de que sea más tarde.
Mirándole, viendo que ahora es él quien me adelanta mientras camina, pienso en si realmente es buena idea ir con él.
Escuchando un gruñido y no se cuantas palabras más a mi espalda, sin perder un solo segundo para mirar al alfa derrotado por Hyunwoo, decido seguirle, yendo un poco apresurado en mi paso hasta alcanzarle, caminando con más calma ahora en cuanto le alcanzo.
Vamos en silencio durante todo el camino que nos queda hasta llegar a donde ambos vivimos, a una distancia no tan extensa una casa de la otra. Acortándose cada vez más el camino, viendo ya el edificio donde nuestras respectivas casas se encuentran, siendo la necesidad de formular más preguntas, de repetir las que ya he hecho sin obtener más que la respuesta con respecto a si Hyunwoo es peligroso, sabiendo en un principio que no lo es, más porque además de defenderme hoy, no comprendiendo en parte también como ha sabido donde estaba y lo que ocurría porque se había ido mucho antes, me respeto aquel día, cuando descubrí que yo era un omega y él un alfa.
Deteniéndome, encontrándonos ya si en la entrada del edificio donde vivimos, veo como también se detiene, mirándome fijamente, con la intensidad reflejada en sus ojos, al mismo tiempo que mi último día de celo se está volviendo tan presente que parece una señal demasiado evidente de cuanto debería ocurrir entre este alfa y yo, no queriendo apresurarme, seguro de que es más que obvio que yo no le gusto ni le gustaría un mínimo, siendo esa una de las muchas razones por las cuales huye en cada ocasión que estamos en un espacio reducido juntos, como ya ha pasado en dos ocasiones.
— Quiero respuestas —hablo con toda la seguridad —quiero saber porque huyes de mi. ¿Es porque soy omega? ¿Estás con alguien y temes que algo malo se pase tan solo porque estemos en el mismo lugar?
— ¿Podemos subir y hablar de ello en otro lugar? —niego —está bien. Eres complicado ¿lo sabes? No es que te huya y tampoco es que sea porque eres omega aunque seria una razón porque no quiero hacerte daño. La razón por la que no me quedo a tu lado a solas es porque al igual que tu sientes eso que me has dicho yo también lo hago. Obviamente es diferente pero cada vez que siento tu olor.. no puedo controlarme y no quiero hacerte daño Kihyun. Hasta que no fui a tu casa desconocías ser omega, ¿cómo vas a ser capaz de estar con un alfa?
— Entonces con mi pregunta de si estás con alguien y..
— No estoy con nadie —parece sincero —ya te he dado mis razones. Eres pequeño, pero eres dulce, sincero, también asustadizo y sobretodo precioso y se que algo hay en tu vida que te hace reaccionar de las formas en las que lo haces. No se que es lo que ha pasado en tu vida pero a mi no me tienes que tener miedo. Soy un alfa pero no soy abusivo y menos con alguien como tu. Quiero que confíes en mi y si quieres podemos ser amigos.
— ¿Es posible que un alfa como tu sea amigo de un omega como yo?
El silencio nos vuelve a acompañar, supongo que por la pregunta que acabo de formular. La forma en la que nuevamente me está mirando, como se acerca, retrocediendo por instinto, me hace retroceder, sintiendo de un momento a otro como mi espalda choca contra algo duro, firme, frio, notando nuevamente esa humedad en la parte baja de mi cuerpo, junto con ese deseo que no comprendo completamente pero se que tiene mucho que ver con este alfa que frente a mi está a pocos centímetros de mi cuerpo, mirándome de esa forma que es capaz de despertar hasta la última célula que forma mi ser, siendo evidentemente más alto, más grande, no tan intimidante pero si lo suficiente como para que mis piernas parezcan gelatina y el deseo crezca hasta el punto de estar ahora abrazado a su cuello.
Acercando más mi cuerpo al suyo, poniéndome de puntillas lo suficiente como para llegar ha su cara, rozando mis labios con los suyos, me detengo, cerrando los ojos, teniendo ahora miedo de asustarle, de que piense lo que no soy, de salir herido por una decisión que nace de un deseo que no se controlar.
— No es lo correcto —murmuro —tienes razón en todo.. tengo demasiado en mi pasado que no quiero que te envuelva Hyunwoo. Será mejor que me vaya yo primero.
Apartándome de este alfa, retrocediendo los pocos pasos que necesito subo al ascensor que a mi espalda estaba, pulsando el botón del piso donde vivo. Las puertas no tardan en cerrarse, manteniéndome a salvo de mis propios instintos. Mi espalda queda contra el espejo, esperando los pocos minutos que tarda en subir el ascensor.
Una vez la puerta se abre salgo rápidamente, dejándolo libre así como también voy a casa. Abriendo con mi llave, no sabiendo si Minhyuk habrá o no vuelto ya, voy hasta mi habitación, pasándola de largo hasta llegar al cuarto de baño donde me encierro, abriendo el armario donde se que se encuentran esas pastillas. Cogiendo el bote saco dos en lugar de una, añadiendo una más en el momento en que las tomo, quitándome ahora la ropa, metiéndome en la ducha bajo el agua fría, con la única intención, con el deseo de calmar el calor adherido a mi piel y a todo mi ser, también la erección que no se porque ahora mismo tengo de forma tan traicionera. Cayendo al suelo de la ducha, sentado, me abrazo a mis piernas, escondiendo mi rostro entre ellas, cerrando los ojos.
— ¿Por qué yo..?
El agua fría cae sobre mi cabeza, solo llevándose el calor que ya se adueñaba de mi, no por desgracia todos los pensamientos que se mantienen en mi cabeza, así como tampoco el deseo de estar con él, de volver a donde se encuentre y acabar con lo que casi empiezo y de lo que esta vez yo he sido quien ha huido, seguro que viéndome como un estúpido ante sus ojos.
Y es que realmente soy un estúpido por aferrarme a un pasado que no consigo olvidar por completo.
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Can do it
Fanfiction¿Es posible enamorarse cuando todo lo que conoces es odio? Shownu ♥ Kihyun Showki *Prohibidas copias y adaptaciones.