Los padres de un niño me habian contratado para cuidarlo cuando por cuestiones de trabajo, ellos se iban. Me dieron instrucciones muy claras sobre su cuidado y me dijeron igual unas cosas que me dejaron muy sorprendida.
El niño tiene 13 años y tiende a hacerce menos, sentirse insuficiente.
Los padres me dijeron lo ayudara con eso, que tambien mr habian contratado para eso. Fueron muy amables asi que no pude negarme. Mañana en la mañana tendria que ir y hasta que ellos llegaran yo podria retirarme. Lo bueno de este trabajo es que puedo sentirme en casa y tengo un poco de comodidades que en otros trabajos no podia tener. Tengo 19 asi que para mi edad, supongo que esta bien.
En la mañana siguiente aliste un poco mis cosas, mas bien lo que me pondria y lo que llevaria, mi computadora y teléfono asi que como sus respectivos cargadores. Llegando a la casa que era un poco muy grande los padres ya estaban afuera esperandome.
- Buenos días señorita Aizawa. ¿Esta lista? - Hablaron los padres al unisono como si fueran robots programados, algo que me dio miedo. Despues de voltearon a ver y comenzaron a reírse.
- Eh, si claro... Estoy lista. - Hable con un poco de inseguirdad tras lo sucedido.
- Bien, toma las llaves y por favor sientete como en tu casa. - Hablo la mamá con una linda sonrisa.
Se despidieron de mi y salieron en su coche.
Entre, la casa era muy hermosa, pues tenia decoraciones vintage y su hambiente era tan calido.
Me hacia sentir bien.
Me habian dicho que Tamaki aun estaba dormido.
Yo soy muy fan de cocinar, de echo me encanta demasiado asi que me puse a hacerel desayuno. La cocina era muy grande y bonita.
Despues de hacer el desayuno me puse a acomdar la mesa esperando a que Tamaki baje por su cuenta. Puse los platos y los tenedores cuando voltee y lo vi, mas bien nos vimos.
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Tenia sus mejillas rojas y una linda carita.
- ¿Qui... quien... eres? - Hablo mientras toda su carita se cubria de un sonrojo. Y se escondio detras de la mesa.
- Oh, no me tengas miedo. - suspire- Soy Shu Aizawa. - Hable con una sonrisa y poco a poco me fui hacercando a el.
- Tu eres Tamaki Amajiki ¿Verdad?. - Una vez cerca de el me puse a su estatura y le volvi a sonreír. - Un placer.
Extendi mi mano en forma de saludo el lo hizo poco despues con un poco de miedo.
- Yo cuidaré de ti todos los dias. Es un gusto. - El niño me daba mucha ternura y algo en mi tenia la necesidad de cuidarlo, como si se fuese a romper.
Nos pusimos a desayunar, el comia lento y con la mirada gacha aun sonrojado.
- Y dime, Tamaki. ¿Que te gustaria hacer?
Tamaki hablo un poco despues.
- Pues... me gustaria. Jugar videojuegos. - Hablo timido. - No tengo con... quien juagar... asi que... juego solo
Y si, me rompió el corazon lo que dijo, lo dijo con tanta tristeza y solo agachaba su mirada.
- Pues ¿Que crees?. A mi tambien me gustan los videojuegos... Ahora me tienes a mi para jugar.
Y asi fue como nos pusimos a jugar videojuegos, era muy bueno la verdad.
Estuvimos un rato jugando hasta que me pregunto si lo podia ayudar con su tarea.
Lo ayude. Despues el dijo que estaría en su cuarto. Yo por mi parte me puse a limpiar la casa pasaron las horas y fui s verlo.
- Tamaki. - Toque la puerta y despues el abrio.
Por lo visto apenas acababa de despertar, por que salio tallandose su ojo izquierdo y bostezando.
- Oh perdon, te desperte. Solo venia a verte.
Volvio a sornojarse y agachar su mirada.
- No no... Ya iba a salir... - Tamaki hablo con nerviosismo.
Bajamos al salon y nos pusimos a jugar con una pelota.
- Y dime, Tamaki. ¿Mañana tienes clases cierto?.
- Eh... si. - Su mirada expresaba tristeza.
- Eh lindo... ¿Estas bien?. - Me hacerque a el cuando vi que sus ojos se ponían llorosos y lo abrace. Afortunadamente el me correspondio el abrazo.
- No me gusta ir... -Suspiro com tristeza. - Me tratan feo... les da asco mi don. Y no les gustan mis orejas.
- Oh cariño... No les hagas caso... -Me separe un poco de el, aun sin terminar el abrazo. - Vez, casi tenemos las mismas orejas, las mis son de gato y a algunas personas no les gusta, pero me igual.
Tamaki miro mis orejas con un brillo en sus ojos y despues agacho la mirada. -Las tuyas son bonitas.
- Pues a mi me gustan tus lindas orejitas de elfo. El mejor y lindo elfo que e visto.
Sorio cuando le toque sus lindas orejas y se sonrojo.
- Y bien valiente elfo... ¿Le enseñaras a esta gatita tu don? - Suspire al ver que negaba. - Si tu me enseñas el tuyo... yo te enseño el mio, y te llevo al parque a comprarte todo lo que quieras.
Sus ojos se iluminaron y asintio.
Sus dedos comenzaron a convertir se en tentaculos, su mano izquiera se covirtio en una almeja.
- Puedo... adoptar las caracteristicas... de lo que como. - Hablo desactivando su don.
- Es muy lindo Tamaki, muy fuerte. Me parece el don mas increible que e visto.
Sus ojos sd iluminaron y sonrio, por primera vez en todo el dia lo vi sonreír.
- Bien, es mi turno.
Me transforme en un gran dientes de sable y rugi asustandole un poco, pero sonrio y sus ojos volvieron a tener ese brillo que me hacia sonreir de ternura. Despues me transforme en una pequeña gatita. Me acerque a el y el me acaricio.
Asi estuvimos un rato, yo lo llevaba de caballito en mi forma dientes de sable por toda la casa. Podia escuchar su risa y era la mas linda que habia escuchado
Apenas llevo un dia conociendolo y este niño ya me agrada, siento que quiero esta con el para protegerlo.
- ¿Que te parece si mañana yo te llevo al colegio?
Este rapidamente asintio feliz.
- Y no te preocupes por esos brabucones, yo me encargo de ellos. Tu comfio en mi.
Tamaki asintio con timidez.
Escuchamos el auto de sus padres y me despedi de el.
- Bien lindo elfo... Me tengo que ir, pero cuenta conmigo. Si quieres hablar conmigo, tus papis tienen mi numero.
Sonrio con un lindo sonrojo y me miro por primera vez a los ojos.
- Gracias.
Sus padres llegaron y yo me tuve que ir no sin antes despedirme y tomar mis cosas.
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🐊 Bien, espero les guste este episodio por que hare una continuación, sera una " serie larga". Asi que espero les guste mucho.
