Profesora.

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Eran las 7 con de 7 de la mañana, me había levantado tarde para mis clases como nueva profesora en la UA.

¿No podíamos empezar bien?

Subí a mi coche y conduje lo más rápido que era posible ante la ley, daría clases para el tercer grado y no quiero ser el ejemplo de la maestra con una multa por conducir a exceso de velocidad.

- Hola chicos, buenos días. - Comenté entrando al salón de clases exhausta.

Los chicos y chicas respondieron y todos voltearon a ver me, sintiendo una vez más, presión social y miradas por todo mi ser.

- Mi nombre es Tachibana Shu, tengo 22 años, vengo de la región de Santo y seré su nueva profesora de entrenamiento. - Sonreí mirando a cada uno de mis alumnos, algunos me sonreían y los demás, bueno solo miraban.

- Señorita Tachibana - Un chico de cabello rubio y ojos raro con una gran sonrisa me miró con un brillo en sus ojos. - ¿Podría decirnos cuál es su kosei?... Bueno si no hay ningún problema.

Asentí un tanto apenada.

- Mi kosei es transformación a dientes de sable y a un gatito. - Suspiré un poco tratando de explicar correctamente. - Puedo transformarme en un dientes de sable que laza fuego de su boca y aún pequeño gato.

Mi apariencia era un poco común, pues había visto personas gato, en mi caso solo tenía las orejas y cola de foto que sobresalían, y me era imposible no querer llamar la atención.

Todos me miraron sorprendidos.

Apesar de que algunos koseis podían repetirse o eran similares a otro, el mío era único, pues hasta ahora no conocía a nadie con las carácter similares a mi kosei.

- Bien, a mi gustaría que todos se presentaran, se que no están en primer año, pero me gustaría saber, con que tipo de alumnos lidiar. - Sonreí con una linda sonrisa que poco a poco se torno sombría. - Tengo el poder de expulsarlos. 

Todos se quedaron callados y con las miradas aterradas.

Poco a poco se fueron presentando y valla que tenían buenos kosei, había tres chicos en especial. Había escuchado hablar de ellos, los tres grandes. Mirio Togata, Tamaki Amajiki y Nejire Hado.

Aizawa sensei me había dicho de los chicos y sus singularidades.

Eran los más cercano a heroes a pesar de su corta edad, también incluso llegaban a superar a Heroes. Cosas que me fascino demasiado.

Se presentaron y sin duda alguna, quién resaltaba mucho era el chico Rubio Togata. Hablaba mucho y con una linda sonrisa, después una chica muy linda, Hado, era muy curiosa incluso se acercó a mi para tocar mis orejitas cosa que hizo que me sonrojara demasiado y por último un chico de cabello púrpura y orejas tipo de elfo, si mirada era apagada y sombría cómo si no quisiera estar aquí, lo mire con curiosidad. Amajiki se presentó ante mi, estaba tan nerviosos que ni siquiera me miró a los ojos y se acercó a una pared para pegar su rostro.

De nuevo tomaron asiento y comencé con la clase 4 horas de teoría pues mañana comenzamos con los entrenamientos.

Al terminar mis clases me dirijo con el profesor Aizawa quién me daría unos documentos. Era un profesor muy apuesto para ser sincera, tenía ese semblante serio con mirada de pocos amigos y cabello largo totalmente negro, o Dios mío, era muy lindo, en estos momentos detestaba ser la más chica de los profesores.

Toque la puerta de su oficina repetidas veces, pues no contestaba.

Entre si más y lo vi a costado en un saco amarillo, aprecia una oruga.

- Aizawa sensei - Comenté mirando incrédula al "Profesor" tratando de despertar, se veía cómodo, pero daba miedo. - Vine por los documentos.

El profesor Aizawa se arrastró como una oruga llegando a su escritorio y en un rapido movimiento tomo los papeles y me los entrego.

- Gracias. - Salí de ahí lo más rápido posible, pues a pesar de que se estaba volviendo incómodo ver al profesor daba cierto miedo.

Me dirijo de nuevo al salón de clases y veo a mis alumnos con otro profesor, aún no lo conozco del todo, es un profesor gordito, tenía puesto un tipo de chamarra amarillo.

Había escuchando que yo me quedaría encargo de toda esa clases, básicamente. Sería su profesora y cubría las 8 horas.

Estaba pensando en que podria darles defensa sin koseis, básicamente defensa personal.

Esto es muy nuevo para mí, a pesar que acredite como una de las estudiantes en convertirse en profesora de los UA muy joven, existe miedo en mi ser, pues no sé si lo haré bien. Eh recibido buenas críticas, incluso el profesor Aizawa y Might hablaron bien de mi cosa que agradecí bastante y de no ser por ellos, probablemente no estaría dando clases en una de las escuelas más prestigiadas.

Había muchos alumnos y un chico de cabello pincho rojo se me acercó.

- Usted debe ser la profesora Tachibana. - Me miró sonriente y detrás de él venían otros tres estudiantes. - ¿Nos daría su autógrafo?

Me confundí ante la pregunta, pues nunca e habían pedido mi autógrafo.

Los otros tres chicos se acercaron y me miraron, un chico de cabello rubio cenizo me miró con el seño fruncido pero con un pequeño sonrojo, otro más de cabello verde y ojos muy lindos brillantes y por último un chico bicolor, su cabello estaba dividido entre rojo y blanco, sus ojos tenían heterocromia, azul y gris y su mirada era sería.

- Pero... - Estaba muy confundía la verdad nunca antes me había pasado esto, solo soy una profesora nueva, no entiendo nada.

- Sabemos que ayudo a All Might y por eso la recomendó al igual que Aizawa sensei- El chico pelirrojo hablo de nuevo y había tanta emoción.

- Usted ayudo a unos civiles en el derrumbe de un centro comercial - Suspiro el peliverde pues hablaba muy rápido que apenas podía entender. - Saco a todas las personas en menos de un minuto, además si transformación es increíble.

Había olvidado lo del centro comercial, en realidad no soy de las personas que les guste llamar la atención, trato de mantener por lo bajo es mucho más fácil y más tranquilo.

Sin más y con un poco de vergüenza y timidez les di mi autógrafo que en realidad solo puse mi nombre o mi alias "Sabertooth" y un corazón con orejas de gatito que improvise.

Salieron corriendo emocionados al salón y después de ese pequeño momento mi corazón se sentía emocionado, pensé que nadie había sabido lo del centro comercial.

Tenía una sonrisa que no había podido evitar. En todos mis años atrás era la chica callada del salón, no hablaba, nunca participaba en clases y mucho menos tenía amigos, todos mis compañeros de burlaban de mi por mi apariencia y algunos jalaban mis orejitas y cola llegando a lastimarme, me cambiaron de colegio unas tres veces así que debido a eso trataba de no llamar la atención.

Pero quería ayudar y mis padres eran maestros así que yo también quise ser uno, es una forma de ayudar un poco más fácil sin tener que llenar la atención tanto como un héroe.

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Hola se que e dejado varias historias abandonas y para ser sincera no sé si vuelva a escribir, no e tenido nada de ideas últimamente así que está es unas que se me ocurrió, espero que mi mente me de para más por qué la historia está incompleta.

Espero les guste muchísimo y nos leemos luego. 💜

ONE SHOTS (TAMAKI AMAJIKI Y TU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora