Profesora 4.

772 35 3
                                    


La luz de la habitación en la que estaba era tan cegadora, mi cabeza dolía al igual que sentía muy pesados mis párpados, dolían.

- Señorita Tachibana. - Se acercó una enfermera, apenas y podía escuchar su voz, pues sentís un fuerte pitido retumbando en mis oídos. - No se mueva por favor, necesitamos checarla.

Y así, varias enfermeras entraron rápidamente con algunas cosas en sus manos, me sentía muy mareada y mi corazón estaba muy acelerado.

- ¿Que paso? - Pregunté apenas, pues me era muy difícil hablar, mi garganta dolía y el simple echo de hablar hacía que me sintiera cansada.

- La hirieron en la casa que se incendiaba. - Me respondió la enfermera checando mi presión con un tipo cinturón que colocó en mi brazo.

Mis ojos se abrieron de repente al recordar a los niños que había ahí.

- ¿Los niños? ¿Dónde están? - Trate de levantarme rápido, pues estaba un poco alterada por su situación.

- Señorita, los niños están bien. - Me tomo de los hombros e hizo que me recostara otra vez. - Están a salvo gracias a usted.

Suspire aliviada, mala idea no debí suspirar, pues un gran dolor invadió mi pecho cuando lo hice, solo gemi un poco y me tomé el pecho.

- ¿Pasa algo señorita Tachibana? - La enfermera me preguntó mirándome.

- Si, estoy bien. - De nuevo me calme - Gracias.

- No necesita agradecernos. Es un honor tenerla aquí y ayudarla. - Me miró un poco avergonzada. - Cuando se sienta mejor ¿Podría darme su autógrafo?

Avergonzada sonreí y le dije que si con una sonrisa.

- Es de verdad un honor estar ayudándola. Supe lo del centro comercial y luego esto... De verdad usted es genial. - Aquellas palabras habían llenado mi corazón de alegría y unas lagrimitas de emoción comenzaron a bajar por mis mejillas sonrojadas.

Las enfermeras dijeron que aún no podían darme de alta por qué tenían que monitorearme.

- ¿Cuánto tiempo estuve dormida? -Pregunte mirando a una de las enfermeras.

- Estuvo aproximadamente 6 meses y unas semanas más. - Hablo mirándome.

No sabía que había estado en coma tanto tiempo, en realidad ni siquiera sabía cómo seguía viva.

Paso una semana, no podía levantarme por qué me sentía muy cansada además me daban mareos.

- Señorita Tachibana. - Entro una enfermera y rápidamente la mire. - Tiene visitas.

Me era raro recibir visitas, pues no tengo familia aquí.

- Claro, que pasen.

Entro Mirio, Nejire y por último Tamaki.

- Hola chicos - Sonreí.

Nejire rápidamente corrió hacia mi con una sonrisa y me abrazo, aunque seguía un poco adolorida en mis huesos.

- Nejire. - Sonreí, hasta ahora eran los segundos en venir a verme y me sentía muy feliz de que estuvieran aquí.  - Gracias por venir a verme.

- ¿Cómo se encuentra, señorita Tachibana? - Mirio se acercó a mi con una notoria preocupación.

- Ya me siento un poco mejor - Suspiré mirando a Tamaki. - Aunque si camino me mareo un poco. No sé cuánto tiempo seguiré aquí.

- Señorita Tachibana. - Tamaki con una voz temblorosa se acercó. - Le trajimos esto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 05, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ONE SHOTS (TAMAKI AMAJIKI Y TU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora