TE ENCONTRÉ EXTRA || Bakugo y Tú || #2

Cap 37

-Me alegra que estés mejor Pilar... y no cometas el mismo error que yo, si no estás bien, es mejor contarlo- Dije mientras la abrazaba.

-Si.. gracias- Dice sonriendo.

-Para eso están las amigas-

-Tengo que seguir ayudando a mis padres, me gustaría que luego fuéramos a tomar un helado- Dice.

-Claro, tu solo di cuando, donde y hora- Dije.

-Bien, luego te aviso, y si quieres, puedes venir también Katsuki- Dice mirándolo.

Él asintió únicamente y siguió con su rostro malhumorado de todos los días cuando esta con alguien más.

-¿Es así siempre?- Pregunta Pilar en mi oreja.

Yo me reí.

-Solo con las demás personas, conmigo hasta parece un bebé-

-Tsk. Te escuché, malditas extras- Dice este rodando los ojos y cruzándose de brazos.

Ambas nos reímos.

-Bien, nos vemos luego Pilar, avísame cualquier cosa-

-Bien, adiós-

Nosotros nos damos la vuelta para irnos y ella cierra la puerta.

Bakugo pone su brazo sobre mis hombros acercándome más a él y nosotros caminamos para irnos de nuevo.

Aunque vi en el parque a un vendedor de helados.

Mis ojos brillaron y miré a Bakugo como cachorro.

-Tsk, eres muy obvia- Dice rodando de nuevos los ojos -Vamos-

-¡Si!-

Comencé a parecer una niña pequeña.

Bakugo y yo nos acercamos al vendedor y él pidió los helados y pagó.

Algo que no mencioné, es que Bakugo.. ¡Tiene un trabajo normal y aún no lo despiden por actitud!

No me pregunten como, ni cuando, ni porque, ni en qué o qué trabaja porque nada de eso sé.

Solo sé que llegó un día diciendo eso y ahora me ayuda con los gastos.

Nunca me quiso decir ¡Hmph!

Me dió el helado y ambos nos fuimos a sentar en unas bancas del parque.

Ambos encontramos temas para hablar mientras disfrutábamos del helado.

Al terminar, ambos nos levantamos.

Yo estaba que pedía cariñitos porque me colgaba de su brazo y apoyaba mi cabeza en su hombro.

Él tenía sus manos dentro de sus bolsillos y con su rostro de "Si te acercas te mato" y aveces estaba como que "Deja de mirar a mi novia o te exploto la cabeza"

-Tsk-

-Ya Bakugo, no entiendo porque te molestas tanto- Dije.

-¿No te das cuenta como todos esos idiotas se te quedan viendo?-

-No, nunca les presto atención, porque toda mi atencion la tienes tú-

-Tsk. Te aseguro que antes también se te quedaban viendo y tú ni cuenta- Dijo.

-La verdad es que no, nunca me di cuenta si se me quedaban viendo o no. Tampoco les di importancia ya que no me interesan-

-Tsk, mejor-

Me reí un poco.

-Tengo una idea ¿Y si nos alejamos de ellos?- Dije.

-Me parece excelente- Dijo.

Tomé su mano y comencé a correr.

Ambos fuimos lejos, hasta la playa, hasta que ya no vimos a nadie ni cerca.

Me quité los zapatos y metí mis pies en el agua.

Bakugo hace lo mismo y se acerca a mi lado.

Yo lo miré y entrelacé nuestras manos para luego apoyar mi cabeza en su hombro mientras veíamos el mar y escuchábamos el agua moverse.

¡Que cursi! Pero me gusta.

-Pero que linda escena... - Apreté la mano de Bakugo.

-Y justo que este día era perfecto- Dije en un suspiro.

Miré a Bakugo que miraba atrás con molestia y casi que explotaba.

Apreté sus mejillas con una mano e hice que me mirase.

-¿Nos vamos? Estoy cansada- Dije.

Él asintió.

Yo, sin soltar su mano, comencé a caminar.

-Puedes ignorarme lo que quieras, pero ese beso no me lo quita nadie hermosa-

Apreté la mano de Bakugo para que no fuera a matarlo.

-Tranquilícate... - Dije mirando a Jason pero me refería a Bakugo... Sonreí -.. Bakugo... -

Este estaba que se soltaba e iba a explotarlo.

Jason mira a Bakugo, vi como su semblante serio y confiado dudaba.

-Enserio que te tiene como a un perro... ¿Quieres seguir con alguien así? Mejor ponle un bozal y cadenas, que puede llegar a hacerte daño- Dice Jason.

-Tsk... - Bakugo parecía haber reaccionado ante esas palabras.

Apreté su mano y le dediqué una sonrisa sincera.

Lo solté y me puse entre ellos.

-Escuchame bien Jason. Solo lo diré una vez- Dije seria -Bakugo Katsuki ¡No es un monstruo! No es alguien que necesite esas cosas porque él nunca me haría daño, hasta ahora no lo ha hecho y confío en que nunca lo hará-