Cap 38

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-Pero... solo lastima de verdad a personas como tú. Y sinceramente, si hablamos de quien pude hacerle daño a quien aquí... - Levanté mi cabeza con una sonrisa de psicópata.

Apreté mis nudillos hasta que tronaron en ambas manos y troné mi cuello.

-Entonces deberías cuidarte de mi también... - Su rostro cambia -¿Qué? ¿Me pondrás un bozal y cadenas a mi también?-

Me acerqué un paso y él retrocedió.

-Creeme que en la más mínima posibilidad, te dejaré con todos los huesos de tu cuerpo, destrozados. No lo hice antes, porque me controle. Pero mi autocontrol se está yendo a la jodida mierda con lo que me haz hecho y nos haz dicho... -

Bakugo me rodea con un brazo y me apega a él pero levanta su otra mano.

-Mejor cuídate imbécil, que yo no soy igual a ti... - Hace unas explosiones en su mano que hace a Jason caer al suelo asustado, confundido y asombrado -Yo soy mejor-

-Ah y ese beso.. - Sonreí -Pareció como si un niño me hubiera besado, tan malo fue y aparte que tu aliento era un asco-

-¡U..Us... ustedes están locos!- Dice.

-Hasta que te diste cuenta- Me crucé de brazos -Deja de meterte con nosotros Jason, que no conseguirás separarme de Katsuki, esa es decisión mía, y por ahora ni siquiera lo estoy pensando en hacer ni en un futuro-

-Largo- Dice Bakugo y crea una cadena de explosiones en su mano.

Jason corre asustado.

Por suerte nadie le creerá si se lo cuenta a alguien.

-Entonces... ¿Se terminó el problema con Jason?- Preguntó sonriendo y con las cejas fruncidas.

-Eso parece- Dije y le di un pequeño beso.

Nos sentamos en la arena y yo hice que él acostara su cabeza en mi regazo y comencé a acariciar su cabello.

-Este día pareció una cita- Dije sonriendo.

-¿No lo fue?-

-Para mi si- Dije bajando mi cabeza hasta acercar mi rostro con el suyo y le di un beso en la nariz.

Vi un pequeño sonrojo en sus mejillas y una sonrisa pero con sus típicas cejas fruncidas.

Me acosté en la arena y sentí a Bakugo moverse hasta abrazarme por la cintura y esconder su rostro en mi pecho...

-Aprovechado- Dije mientras acariciaba su cabeza.

Lo escuché reírse un poco.

Apoyé mi cabeza en la suya y cerré mis ojos.

El sueño comenzó a invadirme, Katsuki comenzó a acariciar mi espalda y eso me relajaba mucho más.

Al igual que el sonido de las olas.

Por lo que no tardé en quedarme dormida.

Esto parecía tanto a una película romántica, no me quejo tampoco.

TE ENCONTRÉ EXTRA || Bakugo y Tú || #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora