Capitulo 1: Te encontré (1ra parte).
MALENA
El camino para la escuela apenas duraba 15 minutos. Este era el último año escolar, luego tendría que ir a la universidad. Mi nombre es Malena Rodríguez, siempre fui una chica con un cuerpo proporcionado, tengo el pelo color castaño claro con reflejos oscuros, con unos rulos no muy definidos. Mis ojos son verdes con zonas marrones. Siempre fui y me sentí una mestiza. Mi padre, Matías Rodríguez, es de Estados Unidos y mi madre, Liliana Rodríguez es Argentina (donde nos encontramos), por eso no tengo el color de ojos y pelo definidos a diferencia de muchos. Mi piel pálida normal, era el tono intermedio de mi padre que es pálido casi blanco y mi madre que es tostada.
Podía distinguir la nueva escuela a la distancia. Antes vivíamos en Buenos Aires la provincia más destacada de Argentina, pero ahora nos mudamos a Santa Fe. Una hermosa provincia, con grandes y extensos bosques que pronto quería recorrer. A diferencia de mi otra escuela que estaba pintada de verde, amarillo y blanco, está era gris y con tres plantas. Parecía toda una prisión, ya hubiera rogado por salir de acá si no fuera por los hermosos chicos que había. Todos eran muy guapos, tal vez demasiados para una sola escuela.
Vi unos bancos también grises pegados a una de las paredes del patio, me senté. Una hermosa chica de mi edad se me acercó, tenía unas facciones delicadas en su rostro. Su melena rubia estaba recogida en una coleta. Era pálida como la nieve y sus ojos marrón claro me sonreían, el recuerdo de un ángel fue lo que obtuvo mi mente para asemejar su belleza.
-Hola, me llamo Sol- dijo dándome la mano y mostrándome una sonrisa perfecta.-Deves ser la nueva.
-Malena.- dije estrechando su mano, demasiado formal para mi gusto.- Un gusto, y dime ¿Hace cuanto que estas aquí?
-Desde la primaria, pero… ¿Me imagino que no hablaste con la directora, verdad?
-No, ¿Me indicarías dónde está su oficina?
-Claro, vamos.
Me paré del banco y empezamos a caminar por unos largos pasillo grises. En estos había unas pocas fotos de todos los que se habían graduado. Cuando llegamos a la oficina, Sol golpeó ligeramente la puerta con los nudillos.
-Pase.- escuché la voz de una mujer al otro lado.
Abrimos la puerta, una mujer estaba sentada detrás de un escritorio color caoba. Era rubia con unas cuantas canas, parecía avanzada de edad, aunque mis padres me habían asegurado que apenas tenía 43 años. Tenía unos ojos marrón claro casi amarillos, su piel era tan pálida como la leche. Desvié mi mirada de la directora, para ver a un chico que estaba sentado en la silla frente al escritorio. Su cabello color azabache se agitaron levemente al girar la cabeza para mirarme. Sus ojos color esmeralda hicieron que mi respiración se entrecortara al instante. Era ligeramente tostado, y por unos segundos sentí mis dedos inquietos por recorrer cada centímetro de su piel. Su camisa estaba ajustada a su cuerpo, permitiendo que mis ojos pudieran ver un cuerpo bien moldeado. Las facciones de su rostro eran perfectas, pero su cálida sonrisa hizo que mi corazón se acelerara mientras yo también sonreía.
Por alguna razón me agarraron unas inmensas ganas de besarlo, de que me abrazara, quería que estuviera conmigo para siempre. ¡¿Pero qué diablos estaba pensando?! Yo no soy así. Tal vez pienso eso porque es lindo, pero nunca antes me había pasado semejante cosa con otro chico.
-Buenos días directora- dijo Sol sacándome de mis pensamientos.
-Buenos días señorita Giménez- respondió ella muy seriamente.- Me imagino que trae a la señorita Rodríguez- mi nueva amiga sonrió.
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No es tu vita, es mi anima
VampireLa pareja destinada a un licántropo es llamada vita, pero entre vampiros se les llama anima. Estas dos personas son almas gemelas que son indispensables entre hombres lobo y vampiros. Estos seres darían sus vidas para protegerlos y si los perdieran...