La primer noche, del resto de nuestras vidas

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-"Si mi amor, en tus mejillas nada más"- dije y ella frunció el seño e inflo sus hermosos cachetes. Puso carita de nene regañado, lo que me produjo ternura. La tome de su redondeado rostro, y pose mis labios tiernamente sobre los suyos.
Son tan dulces. No quiero olvidar nunca este sabor y está sensación. Estar así es como flotar en las nubes.
Retire mis labios, pero ya era tarde. Ella me sujetaba por el cuello suavemente, y me volvió a besar. Ahora en un beso más sentido y apasionado. Cómo si del último se tratase.
La tensión subió, solo para ser interrumpida por el golpeteo en la puerta de su habitación.
Rápidamente nos acomodamos, y Moa abrió. Era su madre.
-"Les hice palomitas para que tengan de sobra en sus películas"- dijo muy atentamente y se despidió.
-"Películas?"- dijo con un dejo de despectividad Moa. Y mire su rostro pervertido. Era gracioso verle así. Siempre era divertida y agradable, y era la primera vez que me veía asi.
-"Pequeña demonio. Que tienes en mente? Ya tengo dos películas para ver. Mañana no tenemos ensayo y podremos dormirnos hasta tarde"- a lo que su expresión cambio cuando dije eso.
-"Es cierto. Tengo toda la noche y la mañana para hacer contigo lo que quiera"- dijo y me sorprendió. Desde cuándo está enana de no más de 154 centímetros tenía ese demonio dentro? Creo que me espera una noche larga pensé.

Vimos nuestras dos películas abrazadas. Una era de robots enormes y monstruos intergalácticos. A ella le gustan muchísimo. A mí también. Pero soy más de las de suspenso.
La otra era de mi gusto. Casi al final de la segunda película, ella metió su manito por debajo de mi prenda superior del pijama y comenzó a acariciarme suavemente. Había comenzado la avanzada del enemigo. Tendría que que contener a la bestia sino la noche sería dura.
Nunca había estado en una situación asi. Por nuestros contratos no nos permiten formalizar parejas. Así que estos eran mis primeros pasos en todo. Lo mismo ella, pero dominaba la situación con una determinación letal, lo que me enloquecía y pedía que me entregase a ella al instante. Pero alguien debe poner paños fríos. Qué!!?? No me vean así. No se puede atravesar en un solo día todas las etapas del amor.

Seguí dejando que me acaricie, porque sinceramente sus manos se movían perfectamente. Hacia delicados círculos con las yemas de sus dedos índice y mayor... Mientras que con los otros solo se paraba en mi abdomen... Subía despacio centímetro a centímetro. Llegando casi hasta mi sostén. Y ahí me miró sonriendo malisiosamente.
-"Se lo que estás pensando, señorita control"- me dijo. Cómo si pudiese adivinar mis pensamientos.
-"Y se que quieres aguardar más tiempo. Cómo si quemaramos etapas rápidamente. Estoy dispuesta a esperar si tú me lo pides."- Acción siguiente, me besó. Y no fue como los besos anteriores.
Habíamos puesto sus mil almohadas al costado de su cama y ahí estábamos sentadas viendo las películas.
Ella se subió arriba mío, colocando ambas piernas a mis lados. Me tomo del rostro y comenzó a besar desenfrenada pero apasionadamente. Enana del demonio, como era que tenía tanto control sobre mi. Lentamente fue pasando sus manos a mi espalda, y levantando mi pijama, quede casi desnuda de no ser por mi sostén. Deje que siguiera. En algún momento frenaría la acción yo, pero no seria en este. Estaba pasando un hermoso momento y no debía arruinarlo. No quería que se enojara.
Cómo si otra vez me hubiera leído la mente me dice -"si quieres puedo detenerme"- por favor ni se te ocurra, fue lo único que pensé. Pero no dije palabra alguna. Ya la situación había subido bastante su tonalidad. Ella apago las luces, dejando solo la televisión encendida a modo de distracción para el exterior. Y en el camino hacia mi, se quitó su blusa.
Y Dios mío... Ya había visto otras veces a Moa en ropa interior de las veces que nos cambiamos juntas en alguna que otra noche que hayamos dormido juntas las 3 Babymetal.
Pero esta vez... Ella era otra. Cuál león ataca a su presa, caminaba hacia mi solo con su ropa interior puesta, dejando entrever sus perfectas curvas. Me tomo de las manos y me levanto hacia ella. Se pegó a mi en un abrazo interminable. Sentir el calor de su abdomen me hizo tiritar. La suavidad de su piel era justo como la imaginé. Más fina que la seda más delicada.
Me recuesta suavemente en su cama y comienza a besarme y a sacarme la poca ropa que me queda.
Ella hace lo mismo y deja toda su desnudez frente a mi. Cómo si quisiera que viera el espectáculo que tenía ante mis ojos. Es perfecta. Cada detalle de su cuerpo es inigualable.
Estábamos a punto de hacerlo. Nuestra primera vez para ambas. Me quita mi prenda inferior y quedó desnuda para ella. Me contempla, me acaricia y empieza a tocar mis partes.
Sus dedos recorrían cada parte de mi cuerpo. Yo no paraba de jadear. Hasta que....

From Dusk Till DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora