Navidad

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Cena de Navidad. Familia junta. Varias familias en realidad. Pero todas juntas como una sola.
Cómo ya dije anteriormente, soy más de las celebraciones íntimas, sin mucho alboroto. Pero esta vez no organice la velada yo, así que éramos más de los que me hubiera gustado.
Pero somos familia cierto?

Moa estaba con un vestido rojo, por encima de sus rodillas. La falda dejaba ver sus piernas esbeltas, bien formadas. El vestido, se apegaba a esa fatal figura que tiene. El pelo lacio, suelto sobre sus hombros.
Su boca apenas pintada, deslumbraba todo el lugar.
A Mikio la vestimos con un vestido similar. Esa pequeña pitufina, dando pasos por toda la casa, dejando su bella sonrisa por cuánta persona se dignara a levantarla.
Yo, estaba con un trajecito rosado y blanco. Zapatos al tono, y maquillaje suave y sin desentonar.
El pelo lo llevaba rizado, haciendo que toda la atención fuera a mi rostro. A diferencia de Moa, yo no estoy tan bien proporcionada, aunque Moa siempre me dice que lo que tengo, está bien puesto.

Mis padres hablaban con los de Moa, se llevan muy bien, lo que hace que reunirnos no sea un caos como en otras familias.
Mikio juega con Himeka y Yui, mientras Moa y yo estamos en el patio tomando una cerveza. No soy de tomar mucho, pero hoy es algo especial. Bah, con Moa siempre las situaciones son especiales.
-"Que tanto estás pensando amor?"- me preguntó Moa.
-"En nada mi vida, solo en estar aquí y ahora junto a ti, y está cerveza. Nuestras familias y no pensar en nada más que en esto"- respondí.
-"Sabes que es lo que más me gusta de la navidad, orejitas? El momento de estar sola contigo, aquí afuera, mientras nuestra hija juega. Estamos siempre juntas, pero este momento es especial. Me viene a la mente, aquella tarde en la arboleda, lo jóvenes que éramos, lo decididas que estábamos de estar juntas. Y es algo que nunca se va a borrar de mi mente. Cuando me confesaste que me amabas, y yo te dije también. Y si me preguntas ahora, y te me vuelves a confesar, hoy también respondo lo mismo. Cómo crees qué hubiera sido la historia, sino te hubieras confesado? "-
-"Por qué me preguntas eso amor, siento como si vinieran esos momentos de malas noticias..."-
-"Para nada Orejitas, si algo en esta vida no quiero arruinar, es lo que tú y yo tenemos. Con lo despistada que soy, tal vez te hubiera invitado a salir yo, pero no como lo planeaste tu. Todavía recuerdo tu carita nerviosa, tu actitud temblorosa y la manera en que me dijiste que me amabas"-
-"Jiji, a decir verdad, ese día si me decías que era un error esto, calculo que me moría de la vergüenza"-
-"Que les parece si entran ya, pequeñas tortolitas y nos sentamos a la mesa juntas"- dijo Himeka.
Entramos y pregunté a mi mamá si hacía falta ayuda con algo. Ella como siempre me dijo que no, que estaba todo preparado. Así que busque unas cervezas más para Moa y para mí, Himeka y Yui también, y pasamos el rato hasta el momento de la comida.

La mamá de Moa y la mía, hicieron un festín enorme. Teníamos en la mesa, comida como para una semana entera.
De entrada teníamos toda especie de fiambres, arrollados, torres de panqueques.
Luego de eso, vinieron las carnes, pollos, ensaladas.
Mi papá, parecía que no comiera hace un mes... Pero él es así. Glotón. Nos reímos por un chiste tonto que le hizo Himeka sobre cómo comía.
La cena fue tranquila, pero maravillosa. Mikio enchastro su vestidito. Paso de ser una niña coqueta, a ser un chanchito de chiquero.
Ella es feliz como su Mami Osita. Cuando come es feliz.
La mire a Moa, y se reía porque entendía lo que estaba pensando yo.
Ella tomo mi mano, y acaricio mi pierna por debajo de la mesa. Pero no con actitudes morbosas, sino con cariño.
Terminamos de comer, y luego de un rato de hacer sobremesa, sirvieron los platos dulces.
Turrones, confites, pan dulce y budines. Si alguien estaba a dieta, Dios... Después de esta cena, debería pasar mínimo 3 meses sin probar alimento.
Mikio levantó sus brazos, y me pidió que la alzará a upa. No habrán pasado cinco minutos y se durmió. Con todo lo que estuvo jugando, y recibiendo atención de parte de todos, no llego al momento de los regalos y los fuegos artificiales.

-"Bueno familia- dijo papá- levanten sus copas, ya faltan un minuto para las 12, y con ello... El brindis."-
El reloj de la sala de estar marco las 12, y todos brindamos unos con otros.
La felicidad se notaba, se hacía presente llenando la habitación en que nos encontrabamos.
Aún con Mikio en brazos, tome a Moa y la lleve al mismo lado donde antes estábamos, y empezamos a ver el show de fuegos artificiales, que había cerca de la casa de mis padres.
Luces de todos los colores, explosiones magnanimas, todo tipo de danzas coloridas llenaron el firmamento.
-"Feliz Navidad amor"- dijo Moa, mientras me abrazaba y daba un beso en la frente a Mikio.
Me miró y beso también mi frente, aunque para esto tuvo que pararse en puntitas de pie.
Con la mano que tenía libre, rodee su cintura, y le di un beso apasionado. Con todo el alboroto de gente, no teníamos espacio para nuestro amor. Así que ni bien tuve la oportunidad, la bese como si fuera el primer beso de todos.
Los demás comenzaron a abrir sus regalos, algunos se sorprendían y otros fingían entusiasmo. No todos reciben lo que quieren.

Luego del brindis, de la mesa dulce y los fuegos de artificios, mis papás me preguntaron si Mikio podía dormir con ellos.
Ya estaban cansados ellos, y cualquier excusa era buena para irse a dormir.
Himeka se enteró por una amiga, que iba a realizarse una fiesta a tan solo unas cuadras de la casa de mis papás.
-"Hermanita, quieren venir con nosotras. Es divertido el lugar, y van a ir amigos nuestros de la infancia"- me dijo Himeka.
-"Es que... No sé... Y si Mikio..."-
-" Si Mikio despierta, están papá y mamá, y los padres de Moa para socorrerla. Vamos, di que si... No va a pasar nada. La beba va a estar en buenas manos"-
Cómo se quedaba con mis papás y los de Moa, accedimos a ir.
-"Ok vamos un rato y después volvemos. Tomamos algo, bailamos un poco y volvemos amor"-
-"Yeeeeeeiiii"- dijeron Himeka, Yui y Moa. Parecía como si nunca hubieran salido.

Después de despedirnos hasta el otro día, fuimos caminando, ya que eran pocas cuadras.
Mi preocupación era que todos nos reconocieran y comenzarán a hacer preguntas o a pedir autógrafos y demás.
La noche estaba hermosa para caminar, así que decidimos seguir un poco más.
Pero por fin íbamos a hacer algo que no fuese solo grabaciones de Babymetal.
Íbamos a bailar y sociablizar un poco. Y a divertirnos las cuatro, justo como cuando éramos chicas. Eso sí, les pedí por favor, que nada de publicar fotos, ni nada raro. Sino estaríamos en problemas...

From Dusk Till DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora