T2.Cap 14

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[Narra Eren]

Abrí mis ojos iluminados y fascinados por la voz de Levi y los sentimientos que la canción me transmitía. Su voz se quebraba quedando en una nota llena de emoción, era increíble. Mis lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas y me acerqué a mirar ahora su atuendo. Por mi mente pasó el nombre de Hange, ¿no era la chica de la llamada perdida? Mi cabeza comenzó a doler un poco y me senté delante donde podía ver bien a Levi. Entonces cruzamos miradas pero pareció tratar de no cambiar su expresión. Sin embargo, pude notar que se encontraba sorprendido y ahora nervioso y algo triste porque yo estaba escuchando la letra.

No es por ser egocéntrico, ¿pero por quién iba la letra entonces? Aún tenía mis dudas sobre si esa canción no tenía nada que ver así que quité los pensamientos de mi cabeza y traté de fijarme más en él y sus sentimientos. Además, cantó varias canciones más. Se fue la banda junto a Levi al camerino, pero por más que lo intentaba era imposible que me dejaran entrar para verle, al fin y al cabo él había dicho que no quería visitas dentro del camerino.

Suspiré algo dolorido por la caminata con mi maleta. Tras unos minutos encontré uno de los sillones libres, pues ya era tarde y la gente comenzaba a irse del lugar. Al ver que Levi no salía, me fui a la puerta trasera y esperé. El aire frío acariciaba mis mejillas, pero sobre todo mi nariz que comenzaba a ponerse roja. Entonces salió el más pequeño con un cigarrillo entre sus labios, lo encendió nada más salir y al girar su pequeño cuerpo hacia mí abrió sus ojos aún más sorprendido.

—Eren... que casualidad que estuvieras esta noche...—me mostró una leve sonrisa, parecía algo tranquilo respecto a nuestra ahora amistad, pero tras la canción no me parecía aquello.

—Bueno, parece que el destino nos ha juntado aquí, ni siquiera sabía que cantabas. Y... ¿esa canción? Es espectacular y jamás la había oído.—noté como dejó de mirarme y miró al cielo mientras expulsaba el aire del tabaco.— Levi... ¿esa canción la has compuesto tú?—eso le desestabilizó, pues sus ojos se abrieron.

—No, ahg, claro que sí la he compuesto yo, idiota.—volvió a expulsar el aire por su boca algo más tranquilo que antes. Deshice mi moño dejando mi pelo suelto y le miré, de verdad se veía genial de aquella manera y el aire ondeaba su pelo.

—Levi... quiero disculparme. Se que por culpa de mi accidente y de mi actitud en el pasado esto no ha acabado bien. Pero, hace poco tuve muchos recuerdos y en todos aparecías.—dije directamente. Levi trataba de hacerse el duro, como si eso ya no le importara. Pero el brillo de esperanza en sus ojos y el temblor de sus labios no me decía lo mismo.

—Bueno, no importa. Ya lo he superado... somos amigos, ¿cierto?—me mostró una sonrisa pero en ella se escondía el dolor, y yo lo sabía muy bien.

—Pero... la canción...—no era capaz de continuar la frase, no al menos después de ver el rostro de Levi. Parecía perdido.

—Enserio Eren... comprendo lo que sucede, no debes disculparte. Tus pensamientos sobre mí están difusos, a veces recuerdas momentos que tuvimos juntos pero no me conoces de antes. Es algo extraño. Pero no deberías comerte la cabeza, simplemente haz lo que tengas que hacer y lo que quieras hacer.—su voz sonaba calmada y él también, pero su canción no había dado las mismas vibras.

—Por favor, déjame invitarte a cenar.—mis ojos se abrieron, dejando ver el color esmeralda brillando.

—No.—por unos segundos me quedé de piedra sin saber que decir.—No necesito que pagues, me siento mal de esa manera, no me falta el dinero Eren. Vamos a cenar juntos y esta vez invito yo.—entonces soltó una carcajada fuerte y sincera, había notado mi expresión al ser rechazado tan bruscamente.

Me uní a su risa y llevé mi mano a su pelo para acariciarlo. Era suave, y agradable a mi tacto. Sin embargo, lo más extraño fue el hecho de que mi cabeza no comenzaba a doler, no venían recuerdos. ¿Acaso nunca le había acariciado la cabeza? No tenía sentido, pero decidí dejar de pensar en el pasado del que no tenía conocimiento.
Mantuvimos una honesta y tranquila charla, hablamos el uno del otro, claro que aunque yo no sabía muchas cosas de Levi, por el contrario él las sabía todas sobre mí. No recuerdo el momento en el que nuestras manos se entrelazaron mientras caminaba junto a él. Me sentía muy cómodo, para nada nervioso o asustado. Podía ser una persona fría pero la manos de Levi eran ya cálidas como el sol en verano.

 Podía ser una persona fría pero la manos de Levi eran ya cálidas como el sol en verano

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Jamás me había sentido de esa forma, no recordaba este sentimiento en mi vida. Por ello, simplemente disfruté del momento, de la noche, de esa noche. Cenamos juntos, claro que cenamos juntos pero creo que se fue algo de las manos.

Mi chico favorito. EreRi|SNKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora