Capítulo 20.

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(Narra Levi)
Desde que tengo uso de razón, siempre he sido pobre. Había una chica que se encargaba de mí, y supuse que era mi madre, pero éramos diferentes en cuanto a clase social. Ella comía comida apetitosa y rica en la mesa del comedor. Yo me quedaba en el patio con un cuenco de comida algo asquerosa de lata. Pero aún así se lo agradecida siempre. El único que pasaba tiempo conmigo era su perro, Luky. Se podría decir que era mi único amigo entonces. Lo hacíamos todo juntos. Al fin y al cabo yo vivía en el patio con él, esperando un poco de atención de la chica que me criaba. Era como un perro para ella, a veces salía y me revolvía el pelo indicándome que me estaba portando bien. Pero cuando pedía algo de conversación, la molestaba y me dejaba sin comer por la noche.

El verano no era tan malo, porque dormir en el patio era fresquito, pero en invierno me era imposible. Sin embargo Luky dormía muy cómodo. Yo solo rezaba por mi salud, y me intentaba portar bien. Cuando ambos lo hacíamos nos dejaba entrar en casa a dormir.

Un día, cumplí los doce años y ella me dijo que iríamos a un sitio. Estaba feliz de poder actuar como una persona humana. Me había dicho que me portará así y bien. Cuando llegué al sitio, la música era alta, habían chicas y chicos semi-desnudos. Pero no me importaba, yo estaba feliz porque estaba saliendo como una persona normal. Entonces recuerdo ver a un niño rubio sonriente. Decía que él me iba a ayudar a hablar y escribir, algo que yo no dominaba mucho. Podía hablar un poco y entender, pero no escribir.

Pasaban los días y yo ya vivía con aquel niño rubio. Su nombre, Erwin Smith, sí. Éramos amigos. Aprendí mucho gracias a él. Pero al cumplir los 16, me empezó a tratar diferente. Trataba de coquetear conmigo, decía que era bonito. Decidí trabajar en el club de prostitutas de su padre, al principio fue como camarero. Sin embargo, Erwin me ofreció ser pagado como prostituto. Yo no quería nada, así que solo le rechazaba, pero un día él se cansó de intentar conquistarme para trabajar y me violó. Fue horrible. Aún recuerdo su malévola risa mientras se introducía en mi con rapidez.
Ese día me desmayé. Además descubrí que Erwin había grabado aquello. Todo porque debía pagar la deuda de mi madre. A día de hoy no la conozco.

Conocí a Hanji poco después, ella me ayudó. Hizo que mi carácter fuera duro. Me volví frío y dejé de hacer amigos. No quería mas daño. No sabía tratar con la gente. Me sentía mal, no veía nada bueno a seguir viviendo. Me sentía sucio, solo Hanji me ayudaba a escapar de la realidad. Pero mierda, apareció Eren Jaeger. Mi salvación... Y también mi perdición.

Mi chico favorito. EreRi|SNKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora