Mi chico favorito. EreRi|SNK

Capítulo 18.

Estos capítulos son desde el punto de vista de otros personajes, y son importantes para la historia.

[Dylan's POV]

El enano me engañó al final. Realmente es listo. Pero tampoco es que me preocupara mucho. Tras ir a casa de Eren aquel día, me enteré de que no estaba yendo a clases como siempre y su último año lo estaba echando a perder. Esto no solía pasar, porque él no era de los que estudiaba pero ahora que había empezado a aprobar al menos tenía oportunidad.
Mi hermano y yo nunca tuvimos una bonita relación, él es así por su pasado así que no lo culpo, pero pienso que debería superar aquello.

Cuando éramos pequeños nuestros padres peleaban a todas horas, pero nos acabamos acostumbrando a los gritos continuos. Yo siempre fui un hermano protector y cariñoso con él, aunque Eren siempre fue algo independiente. Aún así siempre me quedaba con él cuando los gritos se hacían más altos.
Él era un niño curioso, yo sabía que no debíamos bajar al piso de abajo cuando gritaban sin cesar, pero Eren quería escuchar, o acabar la pelea.

Eso le pasó factura, pues a pesar de querer proteger a mí hermano, yo tenía miedo de los golpes y gritos que en la casa se escuchaban. Un día el bajó, pero no pude detenerle. Sentí que mis piernas se paralizaban y yo observaba en la escalera.

–¡Papá, mamá! Dejar de pelear, por favor, no quiero escuchar los gritos.–dijo su tierna vocecita.

–Estúpido niño... Si no hubieras nacido, nada de esto habría ocurrido. Podríamos separarnos y no pelear. Pero todo es tu culpa.–se escuchó a mi madre.

–Pero... Pero mamá...

–¡Vete a tu puto cuarto ahora sí no quieres que te mate! Eres asqueroso.

Mi corazón se encogió. Pero no podía bajar. Siempre fui un cobarde, tenía miedo de salir herido. Así que me quedé observando con los ojos en lágrimas como mi hermano pequeño era golpeado. No se escuchaba otra cosa que su llanto desenfrenado y lo único que pude hacer fue hacer que no le oía, porque tenía miedo. Aún así hablé.

–¡Eren! ¿Donde te has metido? ¡Te pillaré! Al escondite no me ganaaaas.

–Vamos, dile a tu hermano que te has caído. Y no vuelvas a bajar, niño insolente.–susurró su padre y mientras subía las escaleras pude ver lágrimas en la cara de Eren.

Le abracé y se quejó apartándome. Le dolía el cuerpo y se sentía decepcionado porque no le había ayudado. Y la verdad es que sabía algo del tema que hablaban. Eren y yo no somos hermanos totalmente. Solo por parte de madre. Mi madre se casó con mi padre y me tuvo a mí, pero al pasar los años mi padre murió y mi madre buscó un pilar. Así tuvo a Eren con otro hombre, y yo siempre he cuidado a mi hermanito cómo si fuéramos de la misma exacta sangre.

Desde ese día pude notar la diferencia que había entre mi hermano y yo. Como nunca desobedecía ni bajaba o preguntaba, nuestros padres me trataban como un niño ejemplar y perfecto. Al contrario que a mí, Eren era rebelde, y quería dar su punto de vista. Eso solo le llenaba de golpes. Nuestra madre ya no le hacía caso, ni siquiera le miraba, hacía como si Eren no existiera. Yo le quité el amor que un niño necesita de sus padres.

No tuvo una infancia digna, fue horrible. Esto empezó a almacenar ira en su interior. También deterioró nuestra relación. Yo sacaba mejores notas. Yo conseguía las mejores chicas. Yo tenía todo lo que él no tenía. Y pensó que siempre le quité todo.

Pasaron los años y en su adolescencia ya no nos hablábamos. Ahorró el dinero suficiente para irse a un piso de dos habitaciones con Armin. Una habitación para dormir ellos con un pequeño baño y la otra era una cocina. Era un piso mediocre pero él no quería vernos a ninguno, y no le culpo. Yo tampoco querría ser ignorado por todos. Así perdimos nuestra relación. Pero nos encontramos muy a menudo y yo sigo tratándolo como mi hermanito, intento abrirle los ojos pero el siempre está a la defensiva, pensando que le quito lo que tiene.
Intento no mostrarme tan amable, intento comprenderle, pero no logro hacerlo. Actualmente ninguno nos hablamos con nuestros padres y la verdad es que es más cómodo así.

Cuando me enteré del accidente rápidamente fui al hospital, pero solo Armin podía entrar. Eso me dolió, pero al menos Eren se sentiría cómodo, yo solo empeoraría las cosas.
Armin salió a la sala de espera y me contó todo.

–¿Habla de mamá? Pero si la odia... Tal vez aún busque una pizca de afecto de ella. Joder, no sé hacer de hermano Armin...

–Dylan, no nos llevamos especialmente. Pero creo que en el fondo te preocupas mucho por Eren y no eres tan malo como él dice. Aún así, es difícil arreglar lo que ya se rompió–puso su mano en mi espalda y sonrió.
Entonces pude entender por qué Eren seguía adelante. Armin era un gran amigo, se podía notar. Sonreí como pude y miré por el cristal.

Pasaron semanas de visitas a través del cristal mientras Eren dormía. Le miraba al terminar de trabajar y él aún no despertaba desde que lo hizo con Armin. Tras un mes ya podía entrar más gente a la sala y pude entrar. Hablé con Eren sobre todo aquello que él no sabía. Que no éramos hermanos por parte de padre. Me disculpé y él al menos dejó de mirarme con odio. Aún así no se acordaba de nada. Eso le vendría bien para continuar su vida sin altibajos por la culpa del pelinegro. Aunque me sentí triste. Levi rellenaba el hueco de amor que le faltaba a Eren.

Seguí visitándole, intentando hacerle recordar todo excepto a Levi. Salió del hospital al cabo de dos meses ingresado y entre Armin y yo, pudimos ayudarle. Recordó muchas cosas, excepto a Levi. Eso me alegró. Probablemente no se volverían a ver. Como hermano mayor solo quería proteger a mí hermano pequeño. No me di cuenta de el error que cometí.