T2. Cap12

759 69 40
                                    

[Narra Levi]

Ya era de día, le hice el desayuno a Eren y juntos tomamos las tortitas caseras que preparé. Me sentí bastante orgulloso, pues él parecía tener hambre y comerlas con mucho gusto. Sin embargo, sus ojos verdes se encontraban algo perdidos, parecía confuso. Aún así, no creí que fuese una buena idea molestarle con ello así que solo hablamos un poco de todo.
Después de eso se había ido, según él no quería molestarme, pero más bien parecía huir de mí. Como si tuviese miedo a algo. Decidí no pensar por mi cuenta y no sacar estúpidas conclusiones. Cuando Eren se fue miré mi móvil. ¿Una llamada perdida de Hange? Así que la llamé para preguntar.

–¿Levi? Al fin despiertas, menos mal que es fin de semana, chico.–dijo y comenzó a reír tras el teléfono.

–Ugh... Estúpida. ¿Ocurre algo? Me has llamado hace bastante.–dije tratando de parecer calmado.

–Tengo una propuesta para ti. Así que ábreme la puerta que estoy aquí fuera.–¿¡Que estaba fuera!? Me puse una camiseta encima, saliendo en ropa interior con la camiseta.

–Tsk... Serás estúpida.–dije dejándola entrar. Ella con su sonrisa de planear algo, empezó a cotillear por mi casa.

No le tomé importancia, pues aún estaba algo adormilado y sentía el frío que mis ventanas dejaban entrar como mil cuchillos. Así que cerré la mayoría de ventanas, no todas, pues debía ventilar la casa. Tal vez debí dejarlas abiertas, podía haber tirado a Hange por alguna de ellas.

–¡Lo sabía!–dijo en un grito muy feliz por haber acertado en su teoría.–¡Sabía que tras estos años aprendiendo a tocar la guitarra habías compuesto canciones!

–¿¡Qué mierdas!? ¡De-deja de cotillear mis cosas estúpida cuatro ojos!–algo nervioso la arrebaté las hojas dónde escribía todo aquello que necesitaba expresar. Bajé la mirada levemente sonrojado.

–Hey... Estoy segura de que mucha gente siente igual que tú. Me han ofrecido un puesto como cantante una noche en un bar, con el único requisito de traer canciones compuestas. El siguiente fin de semana.–sus luceros marrones brillaban como mil luciérnagas mientras miraba mi rostro algo avergonzado.

–Bueno... No creo que sea buena idea...–dije no muy convencido, me avergonzaba de mis canciones.

–Por favor... Prométeme que hablaras con ellos hoy. Te prometo que solo será hablar con ellos sobre el puesto, si no te gusta rechazas el puesto, ¿Está bien?–revolvió mi pelo con una sonrisa y acepté. Le debía mucho a la loca cuatro ojos después de todo lo que había hecho por mí.

–Está bien... Maldita sea que vergüenza.–suspiré y ella sacó de su bolso el pase que indicaba que yo era el del puesto.

Tras un rato hablando entre nosotros pude saber que Hange se encontraba en duros momentos, pues su novia llevaba unos meses drogándose y le era imposible dejarlo incluso sabiendo que era demasiado perjudicial para ella. Expresó lo mal que se sentía y que estaba haciendo todo lo posible para ayudarla. Prometí que la ayudaría, y que si necesitaba algo ya sabía dónde me encontraba.
Con toda sinceridad, este tipo de conversaciones con ella era lo que muchas veces me alegraba el día. Porque, ¿que hay mejor que charlar con tu mejor amiga sobre muchas cosas?

Incluso fuimos a comer juntos, y le conté todo en lo que respecta a Eren además de mi trabajo. Tampoco me iba a olvidar de Claude, y de que hacía bastante que no le veía tras el conflicto. Hablar sobre ello me hizo darme cuenta de que debía quedar con el dentro de poco para no dejarle plantado y disculparme con él por todo lo sucedido aquella noche.
Hange me dijo que había gato encerrado con Eren. Tal vez no me dijo mucho más para no hacerme ilusiones, pues se notaba que me encontraba como en mi realidad deseada, imaginando las miles de cosas que Eren y yo éramos y nos transmitíamos. Aún podia sentir su aliento en mi piel y el tacto de su largo y suave pelo.

Mi chico favorito. EreRi|SNKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora