Con Jeff quedamos en vernos la noche siguiente. Dijo que me buscaria, pero preferí omitir la parte donde pasa a la casa como si fuéramos adolescentes y saluda a Evan como si debiera agradarle. También esto me recordó que debía comprarme un auto... o no.
Luego de tomar una ducha hice meditación antes de revolver mi maleta con desesperación en busca de un buen objetivo sin éxito. Pero me relaje antes del caos y en medio de un conteo comencé a buscar que ponerme.
En un lado de la maleta encontré el collar fino y delicado que Emily me había regalado cuando nos conocimos. Sentí nostalgia porque ni siquiera recuerdo haberlo empacado. Mi pecho se estremeció cuando lo toque levantandolo. La plata del collar y el brazalete no combinaba con nada en mi maleta, hasta incluso parecia que había empacado polvo.
Elegí algo rápido, cepille mi cabello, dientes y lave mi rostro.
—¿Saldras con el chico moreno del brazalete?—me dio una mirada Evan escondiendo una sonrisa desde la pequeña biblioteca en cuanto baje.
—Si y se llama Jefferson—me serví un poco de agua para refrescar la sequía en mi boca.
—¿Es su apellido o su nombre?
—Su nombre... ¿Me llevas o pido un Uber?—deje el vaso en el desayunador y sonreí.
—¿Un qué?—frunció su ceño.—Toma las llaves y conduce. Tienes una licencia sin usar y veintiún años a estreno—bajo su mirada de vuelta al libro en su regazo y sonreí. Sin tardar más, corrí a buscar las llaves y salí.
No suelo usar el auto de Evan, el cual por suerte huele increíble... ¡A navidad!
Cuando por curiosidad abrí la guantera (donde Evan guardaba todos sus discos de los 80) veo que la gran mayoría fueron sustituidos por discos navideños y ordenados alfabéticamente. Evan es de virgo, por si no lo notaron.
Al final termine colocando la radio mientras conducía al Hyatt Chicago Magnificent Mile Hotel, desde ya por el nombre supuse que elegí la ropa equivocada, pero no tenía otra cosa.
En cuanto estacione en frente del hotel sentí que las piernas se me aflojaban, pense que solo cenaremos o le daríamos un paseo a la manzana, no me esperaba recorrer todo el edificio. Sin salir del auto y sacando mi vista del edificio le envie un mensaje a Jeff que estaba abajo el cual respondió unos minutos después.
<<Lo siento... ¿podrás venir al piso tres, sala de ensayos? Compromisos de último momento>> decía su mensaje y salí de mi auto. Ni siquiera me pregunte porque estaba allí, sino que me pregunte... ¿En serio había una sala de ensayos en un hotel? Como sea.
—Busco el piso tres, la sala de ensayos—le sonrió a la recepcionista y esta llama alguien para que me indique. En unos minutos estoy allí y veo a jeff en una esquina frente a algunos chicos y chicas bailando a la par de una canción que no conocí. Estaba de espaldas a un espejo y yo lo miraba embobada detrás del vidrio. Cuando noto presencia fuera de la sala volteo a mirarme y trague en seco. La verdadera pregunta era: ¿Porque pude con un proxeneta y ahora que Jeff gira a mirarme siento que se me incendia la nuca y que mis rodillas no aguantan? Mierda.
—Chicos sigan con lo que les dije—anuncio y corrió hacia fuera del salón.
—Ahora que lo pienso, me urgen unas buenas clases de baile—brome en cuanto se acerca a mi en el pasillo.
—Parecías muy atenta al coreógrafo—sonrió y dio un paso más saludandome.
—Si... creo que necesitare pasar más horas aquí ¿Cuánto pagan por ser asistente?—continue bromeando y Jeff río.
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NADINE 1 (Divertida pero peligrosa) CHICAGO PD
Adventure•Chicago P.D Luego de varios años, Nadine vuelve a su ciudad natal y comienza la academia de policía por la cual tanto había esperado. Pero el dinero escaseaba cada vez mas, entonces lo único que queda era buscar trabajo donde la acepten mientras te...