35. Alejate

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Al volver a L.A. los casos eran más intensos. Extrañaba mis vacaciones y los casos de Chicago. Los de aquí tienen mucha más investigación que acción y cuando terminamos de investigar el caso pasa a juicio o lo que le siga y volvemos a tomar otro caso.

Las semanas anteriores a las fiestas tomamos un caso de investigación cercana a el dueño de un bar en Las Vegas, así que Keegan y Agnes viajaron, pero antes me tope con él en los vestidores.

—Lo lamento ¿Si? No fue mi intención todo lo que sucedió y no...

—¿Sabes que, Nadine?—lo escucho cerrar su casillero.—Déjalo así y empecemos de cero.

—Genial... Soy...—iba a presentarse pero cuando me doy cuenta él ya se había ido. Bien, al menos ya lo dejamos pasar.

A excepción de Agnes, Keegan y Fraga, el resto del equipo aceptó la oferta de pasar año nuevo en el The J. Parker  y le avise a Evan eso.

<<Iré a lo de un amigo en navidad ¿No te molesta?>> me contestó y me encogí de hombros.

<<Esta bien, no pasa nada>>respondí pero no lo vio de inmediato.

—Garrett está yendo para Burbank, a la 116 Country Club Dr.—anuncio Tessa y Erin nos miro a mi y a Lilian.

—Ustedes, vayan con Wells—ordeno y tomamos nuestras cosas. Los tres bajamos al garaje y tomamos una de las camionetas preparadas para vigilancia y salimos disparados como cañon. Lilian quedo como mi compañera hasta nuevo aviso ya que la sargento aun insistia en que debíamos unirnos no solo como compañeras sino también como mujeres.

—Nadine, ya no eres una adolescente. Eres una mujer y en vez de discutir, deberían aprender a unirse para ser más fuertes—agregó en cuanto llegamos a casa el primer día de esta investigación cuando Lilian y yo casi comenzamos a discutir otra vez. Quizás tenía razón. Si no puedes contra ello, unetele.

—¿Así que te acostaste con el modelito en Chicago, Constance?—pregunto Lilian en voz alta mientras pasabamos por la entrada del Country Club Dr. Me tomo muy desprevenida dicha pregunta y por un lado deseé responderle que sí.

—No—suspire.

—¿Y quisieras?

—Claro que quisiera. Es un modelo, esta barbaro—río y miro la casa de Garrett Houser.

—Tranquila, todo a su tiempo—me toca el hombro con delicadeza y se pasa a la parte trasera dejándome muy confundida.

—¿Has fumado algo?—volteo a verla.

—Deberíamos poner cámaras en la casa ¿Nos encargamos nosotros, C?—interrumpió Stephen y asenti. C ahora era mi nuevo apodo.

Houser parecia un tipo que disfrutaba de su dinero en privado, una buena casa pero nada de ferraris en la parte de afuera. De seguro saboreaba la primera clase con un par de fichas al dia en algun buen casino en Las Vegas. Su mujer parecia trabajar dia y noche y no había un solo objeto de valor sobre ella o su hijo; Ken Houser, quien por cierto iba a una buena secundaria privada pero sus notas no eran tan malas. Al parecer la familia de los Houser no tiene bases alrededor y aun no se ha ensuciado, excepto por el fraude en el bar que estamos investigando.

—Bajaré a ponerle el rastreador—anuncio Lilian cuando se preparó y salió a poner el rastreador en el auto de Houser como si fuera algo normal. Cuando volvió Stephen comentó:

—Vere debajo de mi auto mas seguido.

—En cuanto se vaya esperaremos unos segundos y entrarán. Prepárate, Nadine—tecleo algo en la computadora y suspire mirando la casa de Houser. Amaba mi trabajo, pero ¿Como debía sentirse ser millonario? Tener una casa en las colinas con vista a toda la ciudad y con grandes ventanales frente a tu cama mientras disfrutas del sol en las mañanas y las luces por las noches. Me preguntaba cómo se sentiría estar en la cima, tenerlo absolutamente todo o al menos la gran mayoría. ¿No sería fantástico tenerlo todo al menos un solo dia de toda tu vida? Un solo dia, pacífico, sin cansancio... disfrutando de la paz que puede darte la vida. Un solo dia.

NADINE 1 (Divertida pero peligrosa) CHICAGO PDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora