DESTINO [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C12 ¿Cómo te va mi amor?

Aquel día pintaba más que prometedor, celebraban la vida de ese ser que ambos trajeron al mundo, que los unía eternamente y a penas comenzaban las sorpresas.

Ángel: todo en el salón está arreglado así que ustedes princesas quedan secuestradas, son solo mías.

Verónica: que autoritario [sonrió mirando a Samy] eres igualita a él.

Samantha: entonces acepto pá, y obvio mamá se une al plan. Pero van Gaby y Santy ¿verdad?

Ángel: de hecho nos están esperando...

Todo estaba planeado, es que la casa de Ángel se había vuelto el lugar perfecto desde que Bianca decidió irse a un departamento que él le había comprado, al parecer todo iba de maravilla mientras esperaban los papeles para el divorcio, resultaba una mujer amable y cariñosa con los pequeños, todo lo que una vez ellos soñaron.

Luego de un rápido baño y despedirse de la tata los tres fueron en el auto de Ángel, miradas cómplices durante todo el trayecto entre ellos le confirmaba a Samantha que se adoraban así aún no querían decir nada, pero es que un amor tan grande no se podía ocultar por tanto tiempo.

Cuando llegaron a la enorme casa, a la que Verónica jamás había asistido, fueron recibidos por Gabriela quién corrió a felicitar a su hermana, y por Santiago que veloz se aferró a Vero, era una conexión inexplicable.

Verónica: hola mi niño ¿cómo estás? [sonrió mientras lo cargaba]

* Santiago sonrió y la abrazó fuerte

Ángel: ven campeón [lo tomó en sus brazos] ¿les mostramos a Vero la casa?

* Santiago asintió emocionado

Ángel: ve por Samy y Gaby para ir juntos...

* Santiago se bajó de sus brazos y corrió directo a sus hermanas sonriente.

Verónica: Ángel espera [lo detuvo] no creo que sea buena idea, es mejor que compartas con tus hijos y...

Ángel: amor [la tomó suave del rostro] te dije que ella se fue, además para Gabriela no es un secreto cuánto te amo y usted señora hermosa me dijo que también me ama ¿o no?

Verónica: es una locura.

Ángel: locura sería decir que no me estoy muriendo por besarte [se acercó a ella]

Verónica: Ángel ya [regañó sonriendo] no te acerques.

Las chicas los veían de lejos y morían de risa, esos dos que tanto se cohibían de demostrar su gran amor por respeto a sus hijos no tenían ni la menor idea de que esas mentes traviesas estaban listas para unirlos más...

Gabriela: se mueren uno por el otro [sonrió en medio del susurro]

Samantha: la tata y papá estuvieron de acuerdo [murmuró] 

Gabriela: espero que nos agradezcan y no que nos maten.

Ambas estaban envueltas en diversión y de la mano de Santiago los alcanzaron; un rápido recorrido por la enorme casa le dejó saber a Verónica que el dinero jamás daría la felicidad y que la elegancia y los grandes espacios que aquellos tres tenían no se comparaba a ese concepto de calor de hogar que ella tanto amaba. 

Cuándo salieron al jardín posterior una gran sonrisa iluminó el rostro de ella y de Samantha quién se aferró a los brazos de papá.

Samantha: está hermoso pá, muchas gracias [sonrió con una pequeña lágrima]