C23 "Valiente"

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Aquel sábado como de costumbre Samantha acompañaba a mamá al consultorio para ayudar en lo que necesitara y relacionarse con los pacientes, muy temprano salió de la cama junto a la tata y Santiago, pero sorprendentemente luego del mil intentos Vero se aferraba a su almohada.

Verónica: ¡Buenos días! ¿por qué no me despertaron? Es muy tarde.

Samantha: má casi te cargábamos entre los tres y tu rendida.

Santiago: si Vero [sonrió divertido]

Verónica: hola mi hermoso [le dio un pequeño beso en la frente] bueno fue una noche larga.

Belén: tranquila hija, aún es temprano. Siéntate que ya te llevo el café.

Verónica: no mamá, no quiero [arrugó la cara]

En un acto reflejo los tres la miraron ¿no quería café? Ella se percató de aquellos ojos impactados y no comprendía nada.

Verónica: ¿qué? ¿por qué me miran así?

Samantha: má es la primera vez en mis 16 años que dices no a un café ¿te sientes mal?

Belén: debe sentirse terrible, la única vez que no quiso café fue cuando... [la miró asustada] ¡Ay por Dios!

Samantha: ¿Cuándo qué tata?

Belén: ven acá hija [tomó a Vero de la mano y la llevó a la terraza a lado de la cocina]

Verónica: ¿Qué pasa mamá? [cuestionó sin entender nada de aquello]

Belén: mírame [la tomó del rostro mirando sus lagrimales] ¿hace cuánto no te viene el periodo?

Verónica: hace... [se quedó sorprendida y la miró] ay no, mamá ¿tu crees que...

Belén: que tienes más sueño de lo normal hace días, que no quieres la única cosa que amas a diario y que ahora es obvio un retraso. La historia se repite hija

Verónica: no puede ser mamá [se cubrió el rostro con las manos, a punto de llanto] no ahora.

El amor de una madre es ese que cuida, que apoya y fue justo lo que Belén hizo, la cobijó entre sus brazos tan fuerte que las lágrimas fueron imposible de detener, eran demasiadas emociones y ahora esto...

Samantha: mami ¿Qué pasa? 

Verónica: nada princesa [secó rápido sus lágrimas y miró a Belén quién entendió perfecto la señal] por favor termina todo y ayúdame con tu hermano que hoy tiene terapia con tu papá.

Samy solo asintió no muy convencida, le partía el alma ver llorar a su mamá pero entendía el duro momento que vivía, jamás sospechó algo más.

Belén: ¿le dirás a Ángel? [susurró mientras Samy volvía a la casa]

Verónica: claro que no mamá, además, son solo sospechas. Hoy mismo me hago un examen ¡Esto no me puede estar pasando de nuevo!

Pero sucedía, aunque las dudas eran enormes su corazón lo sabía, aquello que tanto desearon ocurría, aunque para ella era el peor momento; todo parecía derrumbarse una vez más pero ahora existía una esperanza en medio de la locura: Santiago; ese pequeño que escondía bajo su suave voz mil historias que podían cambiarlo todo.

Sin imaginar lo que ocurriría salieron como siempre a la clínica, Samy cuidaba de Santiago quién era muy feliz ayudando en todo el papeleo, una sonrisa se dibujaba en su rostro hasta que vio llegar a Ángel y detrás de él aquella que en vez de ofrecerle amor le generaba el temor más grande: Bianca.

DESTINO [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora