DESTINO [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C15 ¿Qué pasa?

Una duda había quedado sembrada en Verónica, o tal vez dos. El supuesto cambio de Bianca resultaba un engaño, era evidente, pero ¿por qué lo hacía? ¿acaso era verdad lo de las aventuras de Ángel?.

Aquella mujer al fin se despidió y los niños se les notó por encima que se relajaron al verla salir, todo resultaba muy extraño, pero él parecía no notarlo o quizá ¿lo ignoraba?

Ángel: creo que es tarde chicos.

Gabriela: papi ¿nos podemos quedar? por favor [lo miró suplicante] ¿qué dices Vero? ¿podemos?

Verónica: claro princesa, ésta en su casa, no necesitas preguntarlo.

Ángel: ¿estás segura amor? ¿crees que tu mamá...

Belén: tu suegra nada [interrumpió] creo que hasta la casa los estuvo esperando siempre, te extrañó [golpeó ligero su hombro] yo estoy muerta, voy a descansar.

Belén acompañó a Gaby a la habitación de Samantha que jugaba con su hermano, pero allí abajo el silencio de ella era evidente.

Ángel: amor ¿que pasa muñequita? [la abrazó por la espalda] estás con esos ojitos perdidos [la giró frente a él y le dió un pequeño beso] perdóname por que ella se presentó de esa manera.

Verónica: Ángel ¿estás seguro de todo esto? [lo miraba profundamente a los ojos] no somos aquellos jovencitos, tal vez tú deseas ahora otro tipo de mujer no lo sé.

Ángel: Verónica [tomó suave su rostro] te he esperado desde aquella tarde, en mis días sólo hay espacio para ti, eres el amor de mi vida. Jamás he estado con nadie más ¿por qué me dices eso ahora?

Verónica: ¿con nadie más?

Ángel: nadie amor, mi única relación fue con esa mujer que se acaba de ir y a veces ni me recuerdo bien, de resto señora Fuentes [unió su frente a la de ella sonriendo] muchos baños de agua fría recordándola y el uso de... [movió ligero sus manos entre las de ella]

Verónica: ¡Ya Ángel! No necesitaba saber eso [regañó en una risa nerviosa] es solo que no soportaría separarnos de nuevo y mucho menos una traición.

Ángel: eso jamás va a pasar [la cargó entre sus brazos y ella se acurrucó en su pecho] ahora señora mía, directo a esa habitación que me esperó.

Verónica: ¡Loco! Vamos directo pero a darle buenas noches a los niños [dijo entre risa]

Cargada subió con ella por las escaleras, entre besos y sonrisas, la bajó cuidadosamente frente a la puerta de esa habitación donde salían gritos y risas, ese compartir que les daba a ellos vidas, sus hijos. 

Luego de acomodar el espacio dónde dormirían y dejar un beso en cada uno como tantas veces ellos soñaron, de manos entrelazadas fueron directo a la habitación de Verónica.

Verónica: ha sido un día agotador pero feliz [rodeó el cuello de él con sus brazos]

Ángel: se me ocurre que para relajar a mi muñequita le de algún besito [besó su cuello suavemente] y tal vez un masaje [acarició su espalda]

Verónica: suena muy interesante [lo besó lentamente sonriendo en medio de sus labios] hay un problema, no tienes ropa para dormir.

Ángel: dormimos sin ropa [sonrió pícaro mientras le daba una pequeña nalgada]

Envueltos en risa se besaron lentamente, se necesitaban con locura, pero esos dos antes que cualquier cosa eran papás, y la historia jamás estaría completa sin ese remolino de alegría que invadió el espacio.