"Los omegas puros están hechos para ser de la alta sociedad, hechos para casase y tener las crías de algún alfa... Pero eso no es algo que quieran tus nonnas, por ahora solo nosotras lo sabemos, así que aprende a controlar el aroma a durazno"
Baek N...
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El delicioso aroma del omega lo traía en un estado similar al frenesí. Bajo su rostro al miembro del pintor y no lo dudo mucho para meterlo en su boca. Los gemidos y suspiros que salían de la boca ajena le deleitaban, le hacían querer tener más del joven cuerpo que estaba abajo de él. Chupaba y lamía el líquido que salía del pene del menor, era casi dulce. La entrada del menor había comenzado a soltar su lubricante natural.
Los llamados de su sirviente lo sacaron de ese transe y le hicieron lamer sus labios y limpiarse las comisuras. Intento hacer que despacharan a su hermano para que él pudiera seguir en lo suyo. Sin embargo fue en vano. Antes de que se diera cuenta, su hermano ya estaba frente de su habitación. Las feromonas del omega subieron, pero se sorprendió al darse cuanta que solo flotaban alrededor de esa habitación. Era muy bueno controlando esas deliciosas feromonas.
Cuando el pequeño omega se corrió y el olor de nueces de su hermano era más fuerte, la voz del pequeño de pelo corto soñó hacia afuera y su olor volvió a él como esa hermosa pintura que ves a través de los pasillos de una casa noble y solo puedes apreciar durante unos segundos antes de tener que retirarte a tomar el té. Suspiro molesto por la interrupción y solo le lanzó su bata al joven omega. El ligero olor a durazno no pasó totalmente desapercibido por el alfa menor y menos aún en cuanto vio al pequeño cuerpo hecho bolita a un lado del asiento de su hermano mayor.
Por un segundo, pensó en dar la buena nueva a su padre de que su hermano tenía a un omega lindo a su lado con un olor no solo que Seungho soportaba si no más bien el olor exquisitamente dulce y suave del durazno. Corto esa idea al recordar que el joven omega era hombre, eso no lo permitiría su padre, importándole poco la condición de su hermano o el olor del pequeño. Pregunto si era buena idea dejar al joven allí pero Seungho solo le restó importancia. Su hermano seguí siendo el mismo alfa que recordaba.
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Para cuando el dulce omega estaba deslizándose a la salida después de la visita inoportuna del menor de los Yoon, fue detenido por ese alfa imponente que seguía sentado. La orden fue directa mientras él no podía evitar pensar en las reacciones del amo en su platica sobre su padre. En algún momento de esa plática había dirigido una ligera carga de su olor hacia el amo, cosa que le relajó por el resto de la conversación. No podía negarse a aquella petición independiente de si era lo que él quería.
