Capítulo 9/?

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—¿Quién eres tú, we? —pregunté, ya que su rostro me era conocido, sin embargo, también me parecía una persona extraña.

—Tu otro yo —me dijo, y me solté a reír.

—Oh, claro. Tú no puedes ser mi "otro yo", ¡jamás usaría esa ropa!

Señalé su atuendo colorido.

—Sí, bueno, resulta que yo hago cosas que tú normalmente no haces. Como por ejemplo, aceptar que me gusta Christopher.

—¿Christopher Bang? —vociferé, echándome hacia atrás.

—¿Lo ves? —dijo de lo más tranquilo— Tú no lo aceptas y yo sí.

—Chris no me gusta, ¿estás loco? ¡Es el novio de Changbin!

—Deja la histeria; sabes que tengo razón.

—Detente —farfullé.

—Bueno, ¿y qué si no fuese el novio de Changbin? ¿Aceptarías que te gusta?

—No.

Él y su risa burlona me incomodaron.

—Claro, porque si no fuera novio de Changbin, ni siquiera lo habrías conocido.

—No me gusta Chris —dije, tajante.

Me sonrió. —Repítelo hasta que lo creas, porque a mí no me engañas.

—¡Ya cállate!

—¿Por qué? Nadie puede oírnos, sólo estamos tú y yo. Si aceptas que te gusta Chris, dejaré de molestarte.

Me crucé de brazos.

—No.

—Como quieras —se encogió de hombros—. A final de cuentas, para eso estoy yo.

—No sé de quién seas la otra parte, pero de mí no.

—Como digas —manoteó en el aire, restándole importancia a su comentario—. Pero ten en cuenta que, yo sí acepto que Chris me gusta y no olvides que sí soy parte de ti.

[...]

El sudor me perlaba el rostro cuando me desperté jadeante entre las sábanas. Eso sí que había sido una pesadilla.

Un extraño y loco sueño, nada más.

Miré el reloj, eran las ocho de la mañana. Recordé los planes que tenía con Jeongin y salí disparado a bañarme y vestirme.

Fui entonces a buscar a Jeongin pasadas las 9:30, y como siempre, esa bonita sonrisa en su rostro de bebé me alegró la mañana.

—Holi.

—Hola.

—¿Listo para irnos?

—Por su pollo.

Enredé mi brazo al suyo y nos encaminamos a su Camaro antiguo, color azul. Abrí la puerta y luego puso el auto en marcha. El motor rugió bajo nosotros y las llantas comenzaron a rodar.

—¿Por qué ayer hablabas tan bajito? ¿Quién no querías que te oyera? —me preguntó.

Solté una delicada risita tonta, y sentí que enrojecía un poco.

—Bin y Chris... Christopher.

—¿Y por qué? Ah, déjame adivinar: las especulaciones de Changbin.

—Uhmm, sí, eso.

Jeongin me miró no muy convencido por mi vacilación a la hora de hablar.

[...]

Manuel de l'interdit [Banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora