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—Muchas gracias, señorita Tan, espero que no tengamos que usarlo. —Sizhui le agradeció con una sonrisa mientras que tomaba el frasco guardándolo entre sus túnicas. —Se lo devolveremos cuando terminemos con todo esto. —Prometió ante la mirada de la castaña.

Esta negó con la cabeza. —Considérelo un regalo, muchas gracias por venir a ayudarnos.

A su lado la azabache sonrió.—No olviden que si necesitan algo pueden ir a la residencia Zhu en cualquier momento. Les deseamos suerte.

—Muchas gracias, mañana iremos por la mañana para contarles que ha sucedido con la investigación.

Ambas chicas se despidieron de los cultivadores antes de volver hacía el pueblo, los tres chicos solo veían como avanzaban por la luz de la linterna de la sirvienta.

—Sizhui, que bueno que aceptaste la medicina.—Jin Ling alzó una ceja, a su lado JingYi, que ya había tomado asiento también estaba curioso de saber la razón. —Nos servirá si es que el dolor vuelve, y tú sabes que...—El líder del clan Jin hizo una pausa mirando a JingYi, dio unos pasos acercándose a Sizhui para inclinarse y susurrarle al oído. El aliento de Jin Ling causo un estremecimiento recorrer todo el cuerpo del de ojos plomizos. —Que JingYi es un muy mal paciente, no dejará de molestar ante la mínima molestia.

—Ey, te escuche Joven Amante.

Jin Ling chasqueó la lengua volteando a verle. —Ya te he dicho que no me llames así. Y no es mi culpa que tú seas muy quejumbroso cuando te enfermas o te lastimas.

—No soy quejumbroso. —JingYi se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

—¿Olvidas cuando te resfriaste e hiciste que Zizhen fuera tu cuidador? A cada rato le pedías...—El castaño se quedó en silencio al darse cuenta de que, en ese momento JingYi solo tenía un resfriado pero había usado toda excusa posible para que su amigo de Baling estuviera a su lado. Entrecerró los ojos endureciendo su expresión. —Lan JingYi, eres un aprovechado.

El Lan menor solo soltó algunas risas nerviosas al verse descubierto.

Jin Ling suspiró mirando a Sizhui. —¿Qué haremos con JingYi en ese estado?

Mientras que ese par había estado peleando, Lan Sizhui había tenido que cambiar todo su plan. Hace años que no salían juntos a una cacería, mucho menos a una misión, pero estaba acostumbrado a aprovechar el tiempo en que ambos chicos tenían sus discusiones para pensar en qué pasos seguir.

—Dudo que podamos usar las banderas para atraer espíritus, y en la condición que esta JingYi es mejor encontrar una posada para descansar después de ver la tumba de Fan He.

—Entonces yo iré a buscar su tumba, tu quédate con JingYi para no tener que estarlo cargando mientras que buscamos. —Jin Ling uso un talismán para crear algo de luz, que le permitiera alcanzar a leer los nombres en las tumbas.

—Está bien.

Jin Ling comenzó a caminar unos metros más cerca del río hasta que llego al cementerio, comenzó a examinar las tumbas buscando el nombre de Fan He.

JingYi desde donde estaba alcanzaban a ver a Jin Ling moverse, el azabache no se sentía orgulloso de haber arruinado la misión con su caída pero por lo menos podrían descansar esa noche. Había sido un largo viaje y aunque cuando llegaron comieron, ya comenzaba a sentir algo de hambre. Además esperaba que sus dos mejores amigos finalmente hablaran de sus sentimientos, le parecía que las cosas no podían ser más obvias.

—Ah, debí haberle dado a Jin Ling mi brújula en caso que hubiera una presencia oscura. —Suspiró sacando su brújula, la abrió esperando a ver si esta se movía pero para su suerte se mantuvo inmóvil.

Parcae - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora