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En los últimos dos años Sizhui se había acostumbrado a tener a alguien demasiado interesado en su vida, incluso JingYi sabía darle su espacio pero Wei Ying era distinto. El hombre quería saber todo lo que le ocurría, lo cual no era malo, incluso le hacía sentir que estaba buscando crear lazos con él para compensar los años perdidos, pero a veces podía ser muy molesto y algo entrometido. Como ese último año que siempre quería leer las cartas que Jin Ling le enviaba, a pesar que el líder Jin le enviaba una especial al antiguo cultivador demoniaco. Cada que terminaba de leer su carta recibía una mirada expectante de su padre, como si este supiera el contenido. Con una gran sonrisa y unos ojos que parecían intentar hipnotizarle para que le contara sobre su carta.

Esa era la misma expresión que tenían Zhu Xiong y Tan Qingge.

No era necesario preguntar que miraban con tanta fijación.

Incluso Jin Ling a su lado se sentía cansado de las miradas hambrientas del par de chismosas chicas.

Estas al parecer comprendieron que ellos no tocarían el tema. Zhu Xiong carraspeó mientras que sostenía su taza de té.

—Joven maestro Lan, esa cinta en su frente es preciosa. ¿No es la misma que el Líder Jin estaba usando ayer? —Su pregunta sonó inocente, como si no supiera la verdad pero ambos cultivadores sabían que no eran más que patrañas.

Jin Ling se cruzó de brazos. —Si lo es. Pero no venimos a contarles esto, tenemos temas más importantes para tratar.

Aunque el castaño dejó claro que no hablarían, pudo ver la emoción en el par de doncellas y cómo un divertido JingYi estaba a nada de abrir la boca para hablar. Para evitar cualquier desliz por parte de su amigo le dio una mirada de advertencia, la había aprendido mirando a su tío Jin GuangYao cuando pasaba sus días en la Torre Koi pero había logrado perfeccionarla una vez que se volvió líder. Lo único malo era que a JingYi le importaban poco sus amenazas.

Afortunadamente el Lan de menor estatura se quedó en silencio, comprendiendo que no podía molestarlos y seguramente lo haría después.

Zhu Xiong hizo un puchero. —¿Qué necesitan los jóvenes maestros? ¿Cómo se encuentra su pierna?

Lo último lo dijo volteando a ver a JingYi. El azabache se encogió en hombros.

—Ya puedo moverme bien pero será mejor no hacer movimientos bruscos. Gracias. Necesitábamos avisar a su padre que es peligroso, no hemos podido definir si se trata de un espíritu actuando por su cuenta o si hay alguien más involucrado. —JingYi soltó un suspiro. Quería apresurarse con aquel misterio para visitar a Zizhen.

Zhu Xiong dejó sus expresiones infantiles para mirar por la ventana de la sala como pasaban algunos pueblerinos, charlando animadamente sobre el festival.

—No es mi lugar pero, ¿podrían darnos una noche más? Los dos primeros días son los más fuertes en cuanto a ventas, después prometo que avisaremos a todos la situación y cancelaremos el festival. —La voz de la azabache era de súplica.

Jin Ling podía entenderla, era difícil tener que pensar en el bien del pueblo en distintos aspectos.

Al final terminó por aceptar.—Bien, hoy intentaremos probar suerte usando una formación de banderas en una zona más alejada para evitar que los pobladores sean dañados.

—También dado que la anciana Dai nos dio una bendición, ¿saben si también se la dio a otra pareja?

La azabache y la castaña se miraron antes de comenzar a pensar, ambas negaron con la cabeza a los segundos.

Tan Qingge habló.—No estoy segura, tendré que preguntar si hoy pondrá su carpa para el baile. En ese caso aún no habrá encontrado a la segunda pareja, ¿por qué están interesados?

Parcae - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora