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Indicaciones y aclaraciones:

1. Favor de votar en los comentarios por su elección, se usará la que tenga mayoría de votos.
2. Cada elección solo tiene dos opciones.
3. Hay elecciones que son muy importantes en la historias, otras solo ganan "escenas extras".
4. La historia cuenta con 4 finales, y un callejón. Si llegan a elegir el callejón en el siguiente capítulo pondré la otra elección.
5. Habrá partes (muy pocas) donde no tienen que elegir, en ese caso habrá actualización doble.
6. Al final de cada capítulo avisaré que día se actualizara.
7. Disfruten!



Cuando Jin Ling se volvió líder de su secta supo que las cosas serían duras. Apenas había sido un chiquillo, aún ni había recibido las enseñanzas especiales del clan Lan cuando tuvo que ascender al poder, pero si su tío había podido levantar una secta de las cenizas estaba seguro que él podría mantener el clan Jin. A pesar de haber estado realizando un buen trabajo como líder siempre era difícil cuando conocía nuevas personas que estos le trataran con el respeto que merecía, pero tras dos años solo había una persona que seguía regañándole como si fuera un niño y ese era su tío, Jiang Cheng.

O por lo menos había sido el único hasta que arribaron a la residencia del señor Zhu He.

Los tres cultivadores se encontraban sentados sobre sus rodillas escuchando las quejas del hombre frente a ellos, o por lo menos fingían escucharlo. Zhu He llevaba unos diez minutos expresando su desilusión sobre la poca ética laboral de la nueva generación de cultivadores. Jin Ling estaba tentado a gritarle algunas cosas a aquel hombre de contextura gruesa y ojos avellanos, pero por el bien de su reputación mantuvo su boca cerrada asumiendo la culpa del desliz que habían tenido para ir a distraerse al festival.

—Señor Zhu, sentimos si nuestro comportamiento le ofendió. —Sizhui finalmente se había cansado del incesante regaño, decidiendo usar su carta de amabilidad para sacarles de ese aprieto. —No fue nuestra intención, es cierto que nuestra juventud aún llega a ser un problema dado que somos bastante curiosos. Jamás habíamos visitado el festival de Yuelao pero fue imposible resistirnos al ver lo alegre que estaba el pueblo y lo bien organizados que estaban los puestos.

Aquello pareció agradar al hombre de sesenta años, este asintió con una gran sonrisa acariciando su barba.

—El festival de Yuelao es nuestro mayor orgullo, la economía del pueblo se sostiene de las ventas de todo el mes que dura el festival y todos los años nos esforzamos por hacerlo lo más vistoso posible. —El hombre se notaba gustoso de hablar sobre el festival.

Jin Ling y JingYi compartieron una mirada sintiéndose a salvo de continuar escuchando sus regaños. Le agradecerían a Sizhui comprándole algunos dulces del festival.

—Supongo que es normal que hayan querido visitar nuestro festival. Después de todo, los jóvenes maestros y el líder Jin ya están en edad casamentera.

Los tres jóvenes cultivadores casi escupían sangre ahí mismo. En sus círculos familiares no se hablaba acerca de matrimonio, los Lan por esperar pacientemente al amor de sus vidas y mantenerse ocupados practicando su cultivación. Jin Ling no podía ser presionado por su tío siendo que este seguía soltero, aunque ya tenía que moverse con cuidado alrededor del consejo de ancianos quienes estaba seguro que en cualquier momento comenzarían con sus ideas de casarle.

—Señor Zhu, ¿por qué no nos cuenta por qué pidió nuestros servicios? —Sizhui nuevamente salvó el día cambiando el tema de conversación.

El hombre mayor soltó un suspiro antes de extraer de su túnica un objeto, lo dejó frente a la mesa de té. Se trataba de una campana de plata circular, esta tenía grabados de una variedad de distintas hojas, una borla de un tono verde la sostenía, la campana se encontraba limpia pero los cordones estaban sucios. Los tres cultivadores reconocieron aquella campana, esta era necesaria para entrar a los cultivos de plantas medicinales de la secta Taibai.

Parcae - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora