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Guo Xiaodan sonrió admirando como JingYi sacaba el vial de entre su túnica. El pequeño frasco con el líquido dorado estaba lleno, el azabache no lo había abierto desde que le fue entregado. JingYi pensaba que la cantidad sería suficiente para darle la mayoría a Jin Ling, él bebería un poco, lo suficiente para que el sangrado se detuviera y el dolor al caminar se aminorara.

—Está bien. Puedes acercarte al líder Jin, pero un movimiento y su corazón será mío. —Amenazó mirando a Sizhui con sus ojos blancuzcos.

Sizhui sintió un escalofrió, sabía que las palabras de la fantasma no eran amenazas vacías. Aunque su instinto le decía que atacara, podía usar su cuerpo para tomar cualquier daño en lugar de su mejor amigo y de su pareja. Pero sentía que no debía arriesgarse. Mordió su mejilla interna manteniéndose inmóvil en su lugar.

JingYi con cuidado se acercó a Jin Ling, el castaño entrecerraba los ojos pareciendo que en cualquier momento se quedaría dormido. Su rostro estaba más pálido y sus ojos no tenían aquel vivaz brillo que le había caracterizado, Sizhui temía por la vida de su alma gemela.

—Vamos Joven Amante, debes beber un poco. —A pesar de usar aquel sobrenombre, el tono de JingYi era suave como el de una madre que cuidaba a su pequeño hijo enfermo e intentaba convencerle de tomar su medicina.

El castaño entreabrió sus labios, dejando que el Lan más pequeño acercará la pequeña botella para que la sustancia dorada cayera en su boca. Cuando Jin Ling bebió la mitad de la botella, JingYi aún le mantuvo entre sus brazos para evitar que volviera a caer en el piso. Le dio un pequeño trago dejando más de la medicina por si llegaban a necesitarla.

Solo debían de esperar unos minutos para que esta hiciera efecto.

Guo Xiaodan se mantuvo tranquila, esperando con tranquilidad al lado de ambos cultivadores.

Los minutos pasaban, no habían pasado mas de diez minutos pero el azabache mas alto sentía que se trataba de horas. A pesar de mantenerse inmóvil su respiración era errática, como si hubiera peleado pero tan solo estaba parado mirando con ansiedad como el rostro de la persona que amaba tomaba un aspecto enfermizo.

Jin Ling había comenzado a temblar, con poca fuerza subiendo su mano apoyándola sobre su corazón soltando jadeos de dolor.

—¡A-Ling! —Gritó lanzándose al lado del de túnicas amarillas. —¿Qué sucede?

—Está muy frio. —Murmuró JingYi aun sosteniendo a su amigo. El discípulo Lan tampoco se veía en tan buen estado, con sus labios tomando un tono blancuzco y con sudor frío.

Sizhui se apresuró tomando las muñecas de Jin Ling para sentir su pulso, frunciendo el ceño al notar como este era tan débil. Con un nudo en la garganta pasó su mano hacia el pecho del castaño, justo por encima de su corazón.

No podía ser.

Su corazón estaba latiendo demasiado lento.

Con un nudo en la garganta tomó al castaño entre sus brazos. Jin Ling siempre había sido una persona llena de energía y con una presencia imponente, pero en ese momento, con sus ojos cerrados y su cuerpo tembloroso, solo le recordaba a un pequeño conejo moribundo.

—A-Ling, quédate con nosotros. —Comenzó a rogar con una voz trémula. —¿Por qué no está funcionando la medicina?

—¿Olvidan quien les dio esa medicina? —La fantasma habló de manera juguetona. Sonriente tomó el frasco que JingYi aún sostenía entre sus manos, el joven cultivador no tenía la fuerza necesaria para atacarla. —Mi querida amiga Qingge hizo un excelente trabajo, haciendo pasar un poderoso veneno por la tal medicina milagrosa. —Tras terminar de examinarlo, lanzó el objeto por sobre su hombro.

JingYi y Sizhui estaban alarmados, en su necesidad de salvar a Jin Ling olvidaron de quien recibieron la medicina.

Veneno.

Le habían dado a Jin Ling media botella de veneno.

La novia fantasma se agacho, sonriendo ante la tan lamentable escena de dos cultivadores con la traición reflejada en sus ojos y uno que apenas y podía mantenerse con vida.

—No se preocupe, líder Jin, es lo suficientemente poderoso para que pronto termine con su sufrimiento. —Su voz era dulce, pero sus palabras eran todo lo contrario. —Espero que en tu siguiente vida no seas un cultivador.

Sizhui sentía la ira invadirle, jamás había sentido algo igual, su vida no había sido muy difícil pero tampoco la mas sencilla, tuvo sus propios retos y odios pero nunca uno de tal magnitud como el que sentía por aquella fantasma. Lloraba ansiando por evitar que la mujer reencarnara, eliminar su alma de una vez por todas pero no podía alejarse de Jin Ling.

—De...debe de haber una manera, no puede terminar así. —JingYi comenzó a sacar sus propios talismanes, pero sus manos temblaban tanto que le era imposible examinar cual podría serle de ayuda. Estaba exaltado y se sentía culpable por el estado del castaño.

Jin Ling respiró hondo, apenas logrando mover sus manos para tocar a ambos chicos llamando la atención de estos. —No es su culpa. —Fue apenas un murmullo, su voz era tan baja pero gracias a que estaban a su lado fueron capaces de escucharlo.

Ambos Lan se volvieron un manojo de lágrimas, abrazando con fuerza a su pequeño amigo sintiendo como este parecía agarrarse a ellos en un intento de aferrarse a la vida. Pero el veneno era más fuerte que los deseos del castaño. Sizhui dejó de sentir el latido de su corazón.

Con lágrimas en los ojos se separó para ver al castaño, con los ojos cerrados y sus labios entreabiertos parecía que simplemente estuviera dormido. Sizhui deseó que solo fuera eso.

La fantasma había admirado el espectáculo con tanta felicidad, notando como ambos cultivadores se rompían y como algo en ellos parecía morir junto con el líder Jin. Para Guo Xiaodan aquella escena tan lamentable había sido maravillosa. Aplaudió mientras que se paraba ante ambos cultivadores.

—Todas estas semanas disfrute de simplemente matar a cultivadores, pero debí hacer algo como esto desde un principio. —Su rostro estaba iluminado por la felicidad. — Jóvenes maestros, dado que el veneno con las heridas son muy mala combinación y que el otro maestro se encuentra tan impactado dejaré que ustedes vivan. Recordando cómo es que ocasionaron la muerte del líder Jin.

Ambos la escucharon reír pero ninguno dijo nada, ninguno hizo nada. Estaban completamente bloqueados, aunque les habían enseñado que las pérdidas no solo eran parte de la vida sino que también eran frecuentes en la cultivación no esperaron perder a alguien tan cercano.

La tristeza en Sizhui le ganaba a la rabia, abrazaba el cuerpo de Jin Ling como si con su calor corporal pudiera regresarlo a la vida.

JingYi limpiaba su rostro, dejando que su amigo llorara todo lo que quisiera. No era fácil cuando acababa de perder a la persona que había anhelado por tantos años.

Suspiro buscando si en sus túnicas no traía la medicina para Zizhen, pero en su lugar encontró un tubo alargado. La señal para llamar a la secta Lan. No sabía si usarla o no, ¿de qué les serviría? Habían perdido a Jin Ling tras causar su muerte, y a él no le faltaba mucho para acompañarle.

El azabache sintió mas respeto por sus mayores, no entendía como estos habían podido vivir sin aquellos con los que habían estrechado lazos que iban más allá de la amistad.



→Usar señal.

→No usar señal.



MDZS no me pertenece.

No fue muy sabio usar algo que les dio Tan Qingge, pero las cosas podrían ser peores...quizás.

Ya el siguiente es el último capítulo!

Siguiente actualización: 19 de diciembre

Parcae - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora