Final

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—Sizhui, pediré ayuda.—avisó a su amigo.

No le sorprendió el que no contestara, el azabache tenía su rostro apoyado contra el hombro de Jin Ling. Lan Sizhui hipaba y soltaba sollozos lastimeros cuyo sonido era amortiguado. Aún en momento de angustia el azabache siempre había logrado recordar que era lo más importante en sus misiones, pero ahora solo podía aferrarse a Jin Ling.

JingYi también quería derrumbarse, y aunque la muerte de uno de sus mejores amigos le fuera dolorosa, debían continuar.

Haciéndose cargo lanzo la señal.

El cielo se iluminó con el símbolo de Gusu. No estaban tan lejos del Receso entre las nubes, por lo que no sería problema que alguien viera su llamado de auxilio.

Volvió a abrazarles. Con Jin Ling en medio y Sizhui al otro extremo, con lo poco que sus manos alcanzaban frotaba la espalda de su amigo. Se mantuvieron de esa manera hasta que comenzó a sentir sus ojos pesados, lentamente cayendo dormido, olvidando el dolor de sus heridas.

Cuando Sizhui volvió a abrir los ojos, se encontraba en su habitación. Se sentó lentamente en la cama, parpadeando con confusión mirando a su alrededor. Se encontraba en Gusu pero no recordaba cómo. Lo último que recordaba era a Jin Ling. Soltó un suspiro poniendo una mano por encima de su corazón.

—Una pesadilla.—Murmuró sintiendo una sensación de alivio.

No solía tener pesadillas. Eran contadas las veces, pero está en particular había sido detallada y aterradora. A pesar de ya haber despertado seguía teniendo un mal presentimiento, probablemente por la idea de perder a aquella persona que tanto amaba y a su mejor amigo. Debía de olvidarlo, solo se había tratado de un mal sueño.

A juzgar por la luz que entraba por su ventana ya era mediodía, le pareció extraño que JingYi no hubiese aparecido para levantarle, no era algo usual pero incluso él se había quedado dormido más de una vez.

Se levantó de la cama para comenzar su rutina, más algo rojo al lado de su almohada llamo su atención. Se acercó tomándolo con cuidado para inspeccionar la tela, mas al verlo se le formó un nudo en el estómago mientras que soltaba aquel listón como si estuviera maldito, lo cual probablemente era cierto.

Aquel listón rojo con dorado era la prueba de que no había sido un mal sueño, sino que las cosas habían pasado. Que Jin Ling había muerto y JingYi probablemente también lo había hecho por no haber atendido el veneno a tiempo. Sus ojos se humedecieron, silenciosas lágrimas comenzaban a caer mientras que rememoraba nuevamente cada suceso. Pensaba en que cosas podría haber hecho mejor para salvar a Jin Ling, quizás desde el principio no debió llevarle a aquella carpa donde había estado tan feliz por tener un baile juntos, sin saberlo había firmado su sentencia de muerte.

Su llanto aumento, evolucionando a gritos de agonía capaces de escucharse por todo el Receso entre las nubes. Quería sacar toda su tristeza y rabia, llamaba a Jin Ling aun a sabiendas que el castaño jamás volvería. Wei Ying entro a su habitación, abrazándole y hablándole para que se tranquilizara pero era completamente imposible, ¿así se había sentido su padre cuando perdió a Wei Ying?

—Papá...—Le llamó entre jadeos. —Jin Ling, él...dime que no esta muerto, por favor. — suplicó pero los ojos hinchados por el llanto del azabache solo se lo confirmaba.

Su corazón se rompió.

—Lo siento A-Yuan, lo siento mucho. — repetía el cultivador una y otra vez, aunque Sizhui estaba seguro que lo último no se lo decía a él.

Padre e hijo se mantuvieron en esa posición por un tiempo, hasta que llegó el cultivador de ojos dorados uniéndose en el abrazo. Su rostro era inexpresivo, pero Sizhui distinguía el aire de tristeza en su padre. Lan Zhan sentía tristeza y pena por su hijo, quien estaba experimentando lo mismo que él pero la diferencia era que Jin Ling no volvería.

La pequeña familia estaba recostada en la pequeña cama, unos encima de otros con Sizhui recostado en medio como si fuera un niño pequeño. Wei Ying acariciaba su cabello mientras que Lan Zhan limpiaba cada lágrima que aún caía.

—¿Y JingYi? ¿El también...?

Ambos hombres se apresuraron a negar con la cabeza.

—Está bien, el veneno había avanzado pero llegamos a tiempo para curarle. Esta en su habitación descansando.

Sizhui asintió. Su único consuelo era el saber que JingYi se encontraba a salvo.

—Y Lan Zhan se encargó de todo el asunto de la novia fantasma en Dong Feng.

El azabache notó como su padre no entro en detalles, aparentemente esperando a que él se los pidiera pero en su lugar formulo una pregunta distinta.

—¿Y Jin Ling?

—Está en Yunmeng Jiang, mañana comenzará el funeral.

Sizhui solo podía imaginar cuanto había peleado Jiang Cheng para que el cuerpo de su sobrino fuera velado y enterrado en el Muelle de Loto.

Jiang Cheng.

De solo pensar en el hombre sentía una opresión en su pecho. El hombre había amado a Jin Ling, era su adoración a pesar que se mostraba como un hombre duro frente al resto. ¿Cómo podría verle a la cara cuando por su culpa Jin Ling había muerto? Debía asistir, darle su último adiós al amor de su vida.

—Debemos ir.

Al día siguiente viajaron al Muelle de Loto temprano, JingYi no podía ir por su estado actual pero le encargó a Yuan dar su sentido pésame junto con rezar por Jin Ling. Cuando llegaron ya había personas, la mayoría vistiendo túnicas amarillas y moradas. Encontraron a Jiang Cheng frente al féretro.

—Jiang Cheng. — saludó Wei Ying sin su usual tono alegre, en su lugar se lanzó a los brazos de su hermano menor.

Lan Zhan y Sizhui se acercaron, los ojos grisáceos del discípulo de Gusu se fijaron en el cuerpo en el féretro de madera. Dentro, Jin Ling descansaba. Sus ojos estaban cerrados y usaba sus túnicas favoritas, unas moradas del clan Jiang que no había vuelto a usar desde que ascendió como líder pero que había guardado con tanto cariño. Sus cabellos estaban sueltos, pero en su frente estaba su listón blanco perfectamente amarrado. Sorprendido Sizhui volteó a ver al líder Jiang, este se separó del abrazo de Wei Ying, acercándose a él para poner su mano en su hombro.

—Jin Ling te amaba. Cuando lo vi...inerte, con sus ojos cerrados me sentí morir. Era tan joven, apenas estaba viviendo, pero cuando vi esa cinta me alivió el saber que por lo menos tuvo amor. —Jiang Cheng respiró hondo, ya no tenía más lágrimas. Habían sido demasiadas tragedias para toda su vida. — No podía volver a negarlo, no a él. —Jiang Cheng no quería repetir la historia de Wei Ying y Lan Zhan. — Escuche lo que pasó, no te culpes. La culpa es peor que ser atravesado por mil espadas. — dicho eso volvió a hincarse frente al féretro.

Sizhui hizo lo mismo. Aunque el hombre de morado le pedía que no se culpara, sabía que era su culpa. Si solo hubiese sido mas fuerte, mas astuto, valiente, listo...si tan solo...

Cerró los ojos, uniendo sus manos.

—A-Ling, en tu siguiente vida no te enamores de alguien como yo. —pidió con la voz temblorosa.

La muerte de Jin Ling sería la culpa con la que cargaría por siempre.



Final malo insatisfactorio: Purgatorio











MDZS no me pertenece.

Ohhh no puedo creer que finalmente termine Parcae! Yaaaay! Ahora, no quise complicarme mucho al hacerlo solo con dos decisiones y habrán notado que lo mas importante en la historia eran los objetos y conseguir información. Los objetos no siempre son algo bueno asi como no toda la información que te den será necesaria.

Para los finales había cuatro: Cielo, dos purgatorios e infierno. Quizás ya se hayan dado cuenta antes por el nombre del fic, Parcae = Parcas, las Moiras del destino que controlan cada hilo y se encargan de llevar a las almas al cielo, infierno o pulgatorio.

Espero les haya gustado, no saben cuanto les agradezco el apoyo en esto que apenas estaba probando, fue algo totalmente nuevo para mí. Cuidense mucho!

Si quieren leer el final bueno está en AO3, el fic está bajo el mismo nombre o dejaré el link aquí en un comentario.

Parcae - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora