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Tras pensarlo unos segundos tomó una capa oscura para cubrirse con ella al igual que Jin Ling. Caminó hasta la ventana de habitación siguiendo con la mirada al líder Jin. Creía que si bajaba por la puerta principal le perdería el rastro, así que saltó de la ventana cayendo de pie sin dificultad alguna. Las ventajas de ser un cultivador con entrenamiento.

Comenzó a seguir a Jin Ling en silencio, el castaño no había avanzado mucho lo cuál era una suerte para él. Solamente esperaba que JingYi se encontrará bien y aquel ruido solo hubiese sido que se le cayó algo, lo mejor sería alcanzar a Jin Ling para volver a la posada y asegurarse que su amigo se encontrara en buenas condiciones.

El adolescente de ropajes dorados cubiertos en ese momento por una capa oscura era bastante rápido, por como en ocasiones paraba y tomaba otro camino podía darse cuenta que el castaño parecía desorientado. Le siguió en silencio, a unos 4 metros, agradeciendo mentalmente el que sus pisadas fueran suaves como para que Jin Ling no le escuchara.

Al final había decidido el no hablar con él, si el castaño le veía seguramente se enfadaría alegando que "No era ningún mocoso para que le necesitara de niñero". Sonrió ante el recuerdo de esa frase, Jin Ling se la había dicho en una de sus cacerías nocturnas cuando propuso ayudarle. Aunque las palabras del castaño podían sonar cortantes y hasta algo duras, Sizhui era un experto en el arte de ver tras estas. Siendo criado por HanGuang-Jun, había tenido que aprender el significado de los monosílabos de aquel a quien consideraba su padre. Jin Ling no había querido su ayuda por la necesidad de mostrar que era capaz de hacer las cosas por sí solo, como no se había tratado de algo peligroso sino de un mero capricho suyo para pasar tiempo con el nuevo líder del clan Jin no le había presionado. Si Jin Ling no le había contado que saldría debía ser porque no le quería ahí. Aunque el castaño podía ser pasional Sizhui confiaba en que no estaba yendo a un lugar peligroso al haber madurado como líder.

Aunque eso no quitaba que le entrara curiosidad saber que estaba haciendo afuera a esas horas, decidió solo cuidarle desde la distancia. Tampoco podía dejar que el líder del clan Jin corriera riesgos, no solo por el bien de sus discípulos sino que también el de Sandu Shengshou que estaba a una pérdida de sufrir una desviación de qui.

Las calles del pueblo no estaban vacías, como era de esperarse ante el ambiente festivo muchos decidían pasar la noche y parte de la madrugada bebiendo y charlando, rememorando los buenos momentos a conocidos o incluso creando nuevos. Sizhui se sintió preocupado de ver a tanta gente, incluso pudo reconocer a algunos cultivadores por los colores que usaban en sus túnicas juntos con sus campanillas.

Había algo, un demonio o quizás un fantasma, acechando a los cultivadores que conocían a sus almas gemelas. No quería desconfiar de la anciana Dai Jiaying dado que no tenían pruebas verdaderas, pero era muy sospechoso que los cultivadores hubieran tenido contacto con ella. En su mente silencio a la vocecita que no dejaba de repetir el que tanto él como Jin Ling estaban en peligro. Solamente habían obtenido una bendición, no sabía si eran almas gemelas o si solo eran vistos como una buena pareja.

Jin Ling había salido del pueblo hasta el campo de flores cercano al festival. Sizhui entendió que el castaño había estado buscando eso, evitar la calle principal y a las multitudes para llegar hasta aquel lugar. Soltó un suspiro de alivio, no sabía ni que esperarse pero no había esperado verle tomar asiento en aquel campo de crisantemos con su rostro alzado mirando aparentemente la luna y el escenario nocturno que aquel lugar les ofrecía. Jin Ling había bajado la capucha dejando que sus cabellos se mecieran con el viento de la noche, el azabache no pudo evitar pensar que Jin Ling parecía parte de aquella escena. Un crisantemo amarillo en espera de ser recogido.

El castaño era como uno, fuera del hecho que era rico; Jin Ling era generoso aunque no lo pareciera, también era una persona muy feliz a pesar de todas las pérdidas a las que se había enfrentado. El castaño desde pequeño había aprendido a vivir con las desgracias y no quedarse estancado en el pasado, dejando que estas le ayudaran a formarse. No sabía eso por suposición, una noche donde el castaño había estado vulnerable le había hecho ser conocedor de su felicidad al tener a sus tíos y a ellos como amigos.

Parcae - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora