Me enamoré de un vampiro.

Extra

Varios años en los que han estado juntos, celebrando los cumpleaños de cada uno con grandes festejos incluso el día que cumplían cada aniversario, la felicidad de aquellos amantes era muy grande, el reino de plata era el mas  brillante. 10 años en los que Zen y _____ habían pasado juntos y claro el albino estaba más que contento, su hijo al crecer se notaba lo muy guapo que era, además de que no podían negar que Ray estaba muy interesado en su hijo.

Yue: papá puede venir Ray, me gustaría ir con el al festival de nuestro reino.

Zen: claro que puedes, irás a verlo.

__: a decir verdad, Ray ya en la tarde llega. -comiendo cosas dulces-.

Yoosung: _____, no crees que estás comiendo cosas dulces como la última vez.

Yuri: mi papi es muy dulcero aunque estos últimos días es más. -acomodandose el cabello-. Mi padre Zen es muy concentidor con mi papi _____. Bueno ire a esperar a Ray.

Zen: si ve con cuidado. -viebdolo salir de el comedor-. Nuestro hijo está grande, además parece que ya alguien lo conquistó.

Saeyoung: Ray también se ve muy lindo. -cargando a su segundo hijo-. Verdad Yumi.

El festival era la nueva llegada de la luna roja, el reino se vestía de plata con rojo, ahora todos veían que el niño de hace 16 años era un joven muy guapo que llamaba la atención en el reino, era idéntico a su padre y los gestos de su otro padre.
En la noche estaban festejando Zen miraba a su hijo muy contento de que su familia este tan unida pero su esposo se había ido al mundo humano y no le había dicho nada, solo se fue con Yoosung y hasta la vez regresaban, tenía temor de que otra vez no lo vuelva a ver pero cuando sintió el aroma de el azabache fue lo suficiente como para calmarlo, ente la multitud venía un azabache con sus ojos de dos colores, muy contento con un papel en la mano.
Zen no entendía de el todo pero lo que le importaba era que su esposo había regresado.

-Cariño perdon por la demora. -dandole pequeños besos en el rostro-.

-Si me das tanto amor como puedo enojarme, por qué te fuiste sin decirme nada. Me gustaría haberte acompañado.

-Ven conmigo. -tomandole de la mano y guiandole ala habitación de ellos dos-. Bien cariño, me fui porque quería asegurarme de algo, con Yue tuve muchos antojos de dulces y pues me daba la impresión de que podía estar esperando a un nuevo integrante de la familia. -dandole los exámenes-. Miralos por ti mismo.

Zen cogió los papeles que su esposo le había dado los abrió y comenzó a leerlos, miraba al azabache quien tenía una cara de emoción y tocaba su abdomen, el corazón de el albino se aceleró al ver que decía Positivo, dejó caer los papeles y solo se acercó a ____ para alzarlo y besarlo como si no hubiera un mañana.

-Sere padre por segunda vez  -dandole vueltas-. Esta vez estaré en todo con el bebé, quiero sentir todo, desde que está creciendo, sus primera palabras.

No se podía negar la felicidad realmente Zen estaba muy animado, quien podía creer que sería padre por segunda vez, después de todo ____ se cuidaba pero aún así, ahora estaban hay en el momento preciso, esperaba que su hija o hijo sea igual de hermoso que su papi.
5 años entonces que Zen era demaciado celoso, una niña de cabellos blancos corría por el jardín mientras su padre estaba cuidandola, no quería que nadie se le acercará, era sobreprotector.

Yue: vamos padre, solo tiene 5 años aún no sabe lo que es el amo. -alado de Zen-

Zen: no voy a dejar que nadie se case con ella, ella es mi princesa. No entiendes.. -acercandose y cargándola-

__: Zen comportate deja a Yuki en paz, ella no sabe aún no lo que es el amor

Yuki: papi ____ cuando se agrande voy a casarme con alguien como papá Zen..

Zen: no cariño, los hombres son malos, no debes de creer lo que ví dicen.

Era chistoso, ver a alguien mayor comportarse como un niño solo por su hija, se dejaba maquillar y hacerse peinados, los más chistoso era que hasta al hermano mayor lo hacía poner maquillaje.
La familia crecía y claro con alguien más que estaba creciendo dentro de _____, obviamente no sabían aún pero con el pasar de los días se darían cuenta ya que al azabache le daban los antojos.