Au: Normal
Advertencia: Violencia cruda.
Era de uno de esos días normales, Jaden caminaba con tranquilidad, no era como si pudiera pasar algo en su camino habitual a casa desde el colegio, es decir, ya llevaba años con la misma ruta y era una tarde más en su vida. Siendo el típico chico de 17 años que siente que no sabe que hacer con su vida, piensa que sus metas y aspiraciones están muy lejos como para cumplirlas o que no cumplen con los deseos de sus padres, un típico adolescente con problemas de adolescente ¿No?
Sus ojos seguían la punta de sus zapatos al caminar, en su mente cantaba desordenadamente una canción y deseaba llegar a casa para relajarse. De un momento a otro comenzó a sentirse observado, como si alguna clase de sexto sentido se activara en él para darle una advertencia, un instinto primitivo de supervivencia que le gritaba desde lo profundo de su cerebro que debía huir. Decidió apresurar el paso y comenzó a mirar a los lados tratando de convencerse que todo era su imaginación pero el hecho de que la calle esté vacía no lo hace sentir más seguro, sujeta con fuerza una de las tiras de su bolso listo para correr si hace falta pero solo puede sentir una mano tapando su boca y un pinchazo en el lado izquierdo de su cuello, trata de luchar con desesperación pero su cuerpo comienza a sentirse fatigado excesivamente rápido y sus ojos amenazan con cerrarse hasta que simplemente pierde la consciencia.
El tiempo que le tomó despertar fue confuso, no sabría calcularlo debido a que la única luz que tenía era una bombilla que colgaba del techo, sus ojos adormilados exploraron la habitación donde se encontraba y comenzó a entrar en estado de pánico al notar que el lugar estaba diseñado para no dejar que ningún sonido entrase o saliese de la habitación. Trató de acercarse a la puerta pero sus muñecas firmemente atadas a sus tobillos no se lo permitieron, sintió ganas de gritar pero inmediatamente descartó la idea, de nada le serviría desgarrarse la garganta gritando en vano. Colocó su cabeza sobre sus rodillas tratando de buscar consuelo en si mismo y luego para convencerse que solo era un mal sueño, cerró los ojos y los abrió esperando despertar sobre su cama pero no pasó nada, se repitió incontables veces que nada de lo que pasaba era real hasta que el sonido de un altavoz con estática interrumpió sus murmullos.
- ¿Hola? Probando ¿Esto funciona? –Una suave voz algo distorsionada sonó a través del altavoz que se encontraba en alguna parte de la habitación– ¡Oh, pero mírate! Si solo eres un lindo muchacho ¡Eres adorable! Al público le encantará.
- ¿Puedes tratar de no halagar al entrenamiento? –Una segunda voz más grave y con un tono más severo se hizo presente, en algo se parecían ambas voces para Jaden, ambas voces tenían ese tono de locura que le daba escalofríos– Bien amigo, no olvides gritar.
La estática se cortó, solo quedó silencio nuevamente, la respiración agitada de Jaden se aceleró de manera progresiva, su mente comenzó a llenarse de dudas luego de las últimas palabras de aquel sujeto y la adrenalina se disparó en su sistema haciendolo tener un pequeño ataque de ansiedad. Sus ojos se llenaron de lágrimas y a pesar de no ser creyente rezó, sintió miedo de la tranquilidad en la que se encontraba, entendió a lo que se refieren las personas cuando hablan de la calma antes de la tormenta. Ese sentimiento de incertidumbre comenzó a carcomerlo rápidamente desde el centro de sus entrañas y cuando la puerta frente a él se abrió de golpe quiso vomitar. Frente a él había alguien con un disfraz de payaso pero no uno normal, de alguna manera el maquillaje se veía más grotesco como si al disfrazarse hubieran buscado verse de manera espeluznante.
Su cuerpo tembló cuando aquel payaso dió un paso dentro de la habitación, cada parte de su cuerpo tembló como gelatina y el pavor del momento lo hizo orinarse, algo que lo hizo sentir avergonzado menos de un segundo ya que todo su cuerpo se tensó al ver cómo el payaso cerró la puerta tras de si. Jaden sintió su corazón retumbar en sus oídos y su cerebro mandaba señales de alerta a todo su cuerpo, aquella persona disfrazada le sonrió y eso solo lo llenó de más temor, sus ojos siguieron cada uno de los movimientos del payaso quien pareció presentarse con una referencia como si estuviese por comenzar su acto ante un público que Jaden no podía ver, el payaso por su parte después de presentarse ante las cámaras perfectamente posicionadas realizó un pequeño baile, con movimientos suaves, casi delicados, se acercó a una pared y al jalar parte de ella cayó lentamente para revelar un pequeño compartimiento lleno de cosas que Jaden no logró distinguir desde su posición, pero al ver cómo el payaso sacaba unas tenazas todo en su mente quedó en blanco ¿Que podía hacer? ¿Tratar de huir? Primero tendría que desatarse y enfrentarse contra aquella persona que se acercaba de manera amenazante.
Finalmente aquel payaso se arrodilló frente a él y con una sonrisa sujetó las mejillas de Jaden con la mano que tenía libre, las súplicas no se hicieron esperar y los sollozos llenaron como un eco la habitación pero el payaso por su parte río suavemente mientras negaba.
- Hay que darle al público lo que quiere.
Con fuerza la boca de Jaden fue forzada a ser abierta y luego solo sintió como las tenazas se cerraban sobre cada uno de sus dientes, los cuales fueron arrancados de raíz. La sangre caía sobre las manos del payaso y llenaba la boca de Jaden haciendo que se ahogara entre gritos de dolor, podía sentir aquel líquido caliente deslizarse sobre su barbilla y cuello para finalmente manchar su ropa. Siguió llorando y gritando aún cuando el payaso extraño se detuvo, pero no exactamente para detener aquel show, Jaden gritó aún más alto lleno de terror cuando el payaso se acercó a el con un martillo en una mano y una bolsa llena de clavos en la otra.
Por más que se retorció y forcejeó todo lo que su poca movilidad le permitió no logró alejarse tan siquiera un poco del dolor que le avecinaba, sus pies fueron sujetados con fuerza contra el piso y lo único que pudo hacer fue tratar de encoger los dedos de sus extremidades, esto no sirvió de nada cuando un clavo fue posicionado sobre su pie y fue golpeado con fuerza por el martillo, sus gritos volvieron a ser más fuertes y pedía piedad sin parar ¿Que había hecho para merecer eso? El dolor era insoportable, cada vez que un nuevo clavo se insertaba en sus pies sentía estar a punto de desmayarse. Pudo escuchar como el payaso hizo un sonido de inconformidad y luego comenzó a sacar cada clavo que le había puesto, dejando así que cada agujero comenzara a sangrar sin control. En el suelo se comenzó a formar un charco con su sangre, debido a sus gritos y llantos sintió que le costaba respirar, la sangre en su boca lo hacía querer vomitar y el dolor era demasiado. Nuevamente fueron insertados clavos en sus pies pero en distintas posiciones a la vez anterior, creyó por un momento que eso sería todo pero cuando vió la punta del clavo acercarse a su ojo no pudo más que gritar desesperado, tenía miedo y dolor, su mente solo se concentraba en eso, hasta que con un golpe fuerte dejo de tener visión en su ojo derecho.
Y entró en estado de shock, dejó de sentir todo ese dolor, solo fue conciente de que ya no veía nada con su ojo derecho, miró al payaso con confusión mientras lágrimas caían de su ojo izquierdo y la sangre se deslizaba por su mejilla derecha. El payaso resopló aburrido y haciendo pequeñas maniobras hizo aparecer un arma, apuntó a Jaden y disparó justo en su hombro, algo que lo sacó de su estado y lo hizo volver a gritar lleno de agonía, un segundo disparo fue dado en su rodilla y tan solo deseo morir rápidamente, podía ver toda su sangre cubrir su piel y acumularse en el suelo. Un tercer disparo a su otra rodilla y más gritos, ahora sus súplicas eran deseos de una muerte rápida, el payaso rió y con un empujón lo puso boca abajo, su mejilla y sus rodillas soportaban su peso y no pudo más que gritar, era todo lo que podía hacer. Escuchó los pasos del payaso hasta que quedó frente a él y mientras movía juguetonamente el arma para sus espectadores disparó en el cráneo de Jaden el cual se abrió por el impacto y salpicó gran parte de la habitación. El suelo se llenó de aquel líquido rojo carmesí y mientras se extendía cada vez más el charco, el payaso bailo nuevamente con movimientos suaves para dar una reverencia y finalizar su acto.
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El Rincón De Los Relatos
RandomCuentos de un capítulo con alguna posible, quizá, continuación. Diferentes situaciones y universos alternos. Escenarios meramente ficticios, no se apoya la violencia de ningún tipo. Ideas 100% originales, absténgase de realizar copias o adaptacione...