Cuentos de un capítulo con alguna posible, quizá, continuación. Diferentes situaciones y universos alternos. Escenarios meramente ficticios, no se apoya la violencia de ningún tipo.
Ideas 100% originales, absténgase de realizar copias o adaptacione...
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Todo su cuerpo temblaba, su rostro lleno de confusión me miraba buscando una explicación, suspiré y sujeté sus manos mientras miraba sus ojos.
- Tranquila -Sus labios temblaron y apartó de golpe sus manos-
- ¿Cómo? ¡Tengo miedo! Y no entiendo que es lo que está pasando.
- Lo sé, lo sé... Pero debes estar tranquila.
- No puedo, solo no puedo ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
- No lo sé, creo que ya lo acepté.
- Pero ¿Cómo? ¡Acabamos de ser creados!
- Sí, lo sé, solo que me crearon con la idea de aceptarlo.
- ¿Y por qué a mí no? No lo entiendo, hay muchas cosas que quiero hacer, no estoy lista. No puedo solo aceptarlo, estoy confundida.
- Lo sé, de verdad entiendo que sea muy confuso, quisiera explicártelo pero no puedo, no sé cómo hacerlo.
- No sé si todo lo que quiero es algo que realmente quiero, pero sé que deseo vivir, por favor ¡Haz algo!
- ¡No puedo hacer nada! Los dos vamos a desaparecer al final de esto.
Su rostro se contrajo en una mueca de dolor, todo en ella temblaba y parecía estar por romperse en miles de pedazos. Se abrazó a si misma y yo la observé desde mi lugar, realmente quería reconfortarla, decirle que todo estaría bien, que podría hacer cualquier cosa que quisiera pero no puedo solo mentirle a la cara.
- ¿Por qué? -Su voz sonó rota, me acerqué y la rodeé con mis brazos- ¿Por qué?
- No lo sé, también siento miedo.
- No quiero solo desaparecer, quiero vivir.
- Lo harás, lo haces justo ahora.
- ¿Y después? Después no habrá nada, no quiero ser solo un ahora. Quiero saber quién soy, descubrirme, quiero saber que es lo que quiero realmente.
- No podemos cambiar el curso de las cosas, el ahora es todo lo que tenemos, somos lo que somos y solo podemos anhelar estos momentos.
- Quiero disfrutar este momento... Pero estoy demasiado triste como para hacerlo.
Sentí la tela de mi franela humedecerse cuando sus lágrimas cayeron sobre mi pecho, la abracé lo más fuerte que pude, también siento miedo pero no puedo romperme, no puedo ser débil, no me crearon con la idea de sentir la desesperación que ella siente, me crearon para consolarla hasta que llegue el momento final. Acaricié su espalda y dejé que llorara en mi hombro, su rostro oculto en mi cuello, su cuerpo completamente débil por el temor, toda ella llena de impotencia. El silencio era interrumpido únicamente por su llanto cargado de dolor, de un dolor intangible, un dolor que venía desde el fondo de su ser y escapaba a través de su frágil garganta.
- No lo entiendo, no entiendo nada, somos uno solo y al mismo tiempo somos dos -Su voz sonó ronca y confusa por el llanto-
- No nos crearon para ser iguales, solo fuimos parte de un mismo pensamiento -Dejé que nuestros cuerpos se deslizaran hasta el piso y la mantuve abrazada para darle confort-
- No es justo... No es justo nada de esto, no quiero morir y revivir cada vez que alguien nos vea, no quiero vivir miles de veces y luego morir.
- Solo somos una idea. No sentirás nada, lo prometo.
- ¿Cómo puedes estar tan seguro?
- Nosotros solo sabemos las cosas, tú también lo sabes, no sentiremos nada. Solo dejaremos de existir en la mente de las personas, luego nos olvidarán.
- Sé que no sentiremos nada, aún así estoy asustada.
Ella apartó levemente su cuerpo para mirarme y le sonreí tratando de parecer calmado, volvió a apoyar su cabeza en mi hombro y su respiración se volvió más calmada a pesar de que su nariz se encontraba moqueando ligeramente. Observé el vacío frente a nosotros, nada, no hay nada más que eso, vacío.
No hay tiempo, no hay objetos, no existe nada más que nosotros, siento lo banal de nuestras efímeras existencias, a pasar de que el tiempo no existe el momento final parece estar cada vez más cerca. El punto que marcará nuestro final parece acercarse de manera acelerada y no dejo de pensar en lo irónica que es la vida, nací viendola a ella, viendo cómo temblaba y ahora moriré viendola a ella y como tiembla entre mis brazos. Dentro de mí sé que viviré cientos de veces y moriré la misma cantidad siempre viendola a ella, siempre acariciando su pelo y tratando de calmarla, naceré dentro de miles solo para poder consolarla, siempre volveré para estar con ella aunque nuestra corta existencia se base en un párrafo, aunque no seamos más que una idea dentro de la cabeza de alguien, sé que volveré a vivir está situación tantas veces que al final la aceptaré, me crearon para aceptar el final.
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Solo una idea, ambos somos nada y al mismo tiempo todo. Aprieto un poco más mi abrazo y busco esconder mi rostro en el cuello de ella. Pronto ya no existiremos y aunque lo acepto sigo sintiendo miedo.
- Está cerca ¿Cierto?
- Sí.
- ¿Esto es todo lo que tenemos? ¿Solo un momento?
- Sí.
- ¿Moriré?¿No volveré?
- Tranquila, lo harás, ambos lo haremos.
- ¿De verdad? ¿Cuando?
- Cada vez que alguien nos lea, volveremos, viviremos este momento de manera eterna, un ciclo sin final, un bucle.
- No quiero que eso nos pase.
- Es inevitable pero puedes estar tranquila, no estarás sola, siempre estaré para tí.
- ¿Lo prometes?
- Sí, lo prometo. Para eso fuimos creados, para eso fuí creado, mi único propósito es tratar de hacerte sentir mejor y que aceptes nuestro destino.
- No puedo aceptarlo, es muy cruel, odio que hables así pero yo no puedo hacer nada, comienzo a sentir como me desvanezco.
- Yo también, ya comenzó, el final.
Todo mi cuerpo tembló igual que el de ella, cada parte de mí se sentía abatido, quería hacer algo, quería tener ese ardiente deseo de vivir con el que la habían creado a ella, esas ganas de seguir a pesar de parecer tan frágil. Odié desde lo profundo de mi ser a todos, a todos los que nos hacían pasar por esto una y otra vez, me odié a mí por como fuí creado. Lo odié todo hasta que llegó el final del párrafo, el punto final.