Pláticas que en realidad son amenazas

1.3K 109 146
                                    

Remus Lupin no es un idiota.

Ni en el pasado, ni en el futuro.

Fue por eso que no fue muy difícil para él darse cuenta de que todos lucían asquerosamente cansados en el Gran Comedor.

Trece capítulos seguidos habían sido muy pesados para todos, en especial parecía que todos se habían sobrecargado de emociones.

Lunático miró a él profesor Dumbledore, quien también pareció notarlo.

—Estaría bien que nos diéramos un momento, ¿no lo cree, profesor?

El hombre hizo un gesto afirmativo con una delicada sonrisa.

—Creo que tiene razón, señor Lupin. Hay que tomarnos dos horas y después nos veremos aquí para tomar unos aperitivos.

Nadie estuvo a contra de ello. La gente comenzó a levantarse y dispersarse. June y Sirius casi se abalanzaron sobre Emily para preguntarle cómo se sentía y ella se los llevó a otra parte más alejada del Gran Comedor mientras les explicaba todo lo que había ocurrido. Se sentía bien poder desahogarse con ellos, porque sabía que realmente la escuchaban.

Sus amigos se quedaron mirándola mientras se alejaba. Como si se hubieran leído la mente Luke, Harry y Alice se miraron entre los tres y después miraron a Fred.

—¡Vamos!—dijeron los tres al mismo tiempo.

Pero Hermione tomó a Alice y Luke de la muñeca y los hizo sentarse de nuevo haciendo que Harry se detuviera también.

—No pueden meterse en su relación.

Harry y Luke arrugaron la nariz con molestia, Alice la miró ofendida.

—¿Meternos en su relación? ¿Nosotros?—dijo fingiendo inocencia—. ¡Pero si solo íbamos a charlar con él!

Hermione la miró con seriedad.

—Vale, una plática, una amenaza, no hay mucha diferencia, ¡en las dos hablas!

Hermione le dirigió una mirada con reproche.

—A mi tampoco me gusta lo que está pasando, ¿vale? Pero no podemos meternos, es su pelea, no la nuestra, no podemos hacer nada al respecto.

Los tres bufaron al mismo tiempo. Pero de pronto Luke sonrió con astucia.

—También es mi pelea—dijo manteniendo una sonrisa pedante—, al fin y al cabo el problema soy yo, ¿no?

Aquello provocó que Alice y Harry también sonrieran.

—También es mi pelea—dijo Harry entonces, siguiéndole el juego a Luke—, soy su hermano, ¿no? Si se pelea con ella, se pelea conmigo.

Ambos miraron a Alice, esperando lo que ella diría.

—Soy su mejor amiga, ni siquiera tengo que ser parte del problema para poder hablar con él.

Hermione bufó al ver que no conseguiría detenerlos. Se levantaron de nuevo y cuando estuvieron a punto de alejarse hacia Fred, ella alcanzó a tomar la muñeca de Luke de nuevo, el chico se volvió hacia ella.

—Solo quiero que sepas en lo que te estás metiendo—dijo, mirándole con seriedad.

—Él está lastimando a Emily, eso es en lo que me estoy metiendo—respondió, con la misma seriedad.

—¿Y cómo sabes que no lo arruinarás más al ir allí? ¿Cómo sabes que no harás que se enoje más y que la pelea termine peor de lo que es?

Los mellizos Potter y La Cámara SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora