Los mellizos Potter y La Cámara Secreta

Conversaciones difíciles

La primera voz que se escuchó en el ambiente silencioso fue la de el director de Hogwarts.

—Creo que lo mejor sería que nos tomemos una siesta antes de leer el siguiente libro.

No era una sugerencia o una pregunta. Y todos podían intuirlo.

El Gran Comedor cobró vida de nuevo con cientos de murmullos.

Emily Potter dejó escapar un pequeño suspiro cansado.

—Otro libro. Otro año. Cada vez más cerca de acabar.

—Acabar con nuestras vidas—respondió Alice—, ¿recuerdas todo lo que se viene?

Los cinco chicos giraron a ver a Luke instintivamente.

El chico había estado extrañamente callado en los últimos capítulos puesto que había tenido demasiado en la cabeza. Sabía lo que venía y le aterraba bastante enfrentarlo. Sintió las miradas de sus amigos sobre él e intentó actuar tranquilamente.

—Estaré bien—murmuró—. No importa.

—¿Estás seguro?—preguntó Hermione. Sus ojos cafés brillaban en preocupación.

—Ajá—dijo Luke haciendo una seña para restarle importancia—. De verdad. Aprendí a vivir con ello.

Mentira. Aprendiste a sobrevivir con ello, a vivir a pesar de eso, no a vivir con eso, mentiroso.

Sus amigos lo miraron con desconfianza pero sabían que no valía la pena insistir. Tenían que dejarlo descansar y ya mañana insistirán más.

—Cambiando de tema—agregó Luke con rapidez para desviar la atención de él—, ¿vieron lo tranquilos que estuvieron June y Sirius? Eso si fue muy raro.

—¡Ni un solo comentario!—exclamó Hermione de acuerdo con su novio—. Estuvo demasiado extraño.

—¡Lo se!—dijo Emily frunciendo las cejas.

—Queríamos ir a hablar con ellos—mencionó Harry mirando a sus tutores de reojo.

—Mejor vayan ahora—respondió Ron—, antes de que todos se vayan.

Harry y Emily se miraron y asintieron. Se levantaron y se acercaron cuidadosamente hacia June y Sirius.

Sirius y June los vieron llegar, se miraron una última vez antes de que los mellizos se acercaran completamente.

—¿Qué ha pasado?—preguntó Harry directamente.

—El discreto, te dicen—pensó Emily.

Sirius y June se miraron de reojo, suspiraron al mismo tiempo.

—¿De qué hablas?—preguntó Sirius inocentemente.

Harry y Emily alzaron una ceja al unísono.

—Ni un solo comentario—dijo Harry.

—Ni un regaño—añadió Emily—, ¿qué está mal?

Sirius tragó hondo. No sabía como explicarles a los niños lo que había sucedido.
Sabía que tenía que explicárselos puesto que no quería mentirles, él había sido lo más sincero posible con ellos desde que eran niños.

—Siéntense—pidió June haciéndoles espacio el la banca.

Emily y Harry compartieron una mirada antes de hacerlo.