Los mellizos Potter y La Cámara Secreta

La madriguera

—¿Quieres leer?—Le preguntó Hermione a Luke.

Luke soltó una carcajada algo seca.

—Estoy esperando a que lleguemos el tercer libro—Le contó a su novia—. Estoy muy seguro de que vamos a tener que leer todo el libro nosotros.

Hermione rió.

—Cierto.

De alguna manera el libro terminó en manos de Bill Weasley quien continuó con la lectura.

—La madriguera—Leyó.

Cuando Harry y Emily terminaron de contar lo que había sucedido con Dobby a Ron, Fred y George hubo un silencio prolongado.

—Muy sospechoso —dijo finalmente Fred.

—Me huele mal —corroboró George—. ¿Así que ni siquiera les dijo quién estaba detrás de todo?

—Creo que no podía —dijo Harry—, ya les hemos dicho que cada vez que estaba a punto de irse de la lengua, empezaba a darse golpes contra la pared.

—No podíamos detenerlo ni hacerle muchos cuestionamientos—Agregó Emily soltando un suspiro cansado—. Solo estábamos Harry y yo, era difícil contenerlo.

—Mentirosos—Canturreó Ron para molestarlos.

Harry y Emily lo miraron mal.

—Solo digo.

Claro que, les tuvieron que contar una versión en la que exceptuaban la presencia de Luke debido a que él se los había pedido de aquella manera.

Los gemelos Weasley soltaron un suspiro que se escuchó más como un bufido. Estaban sentados en el césped, cubriéndose del sol con la sombra de un árbol frondoso detrás de los sembradíos. La noche anterior había sido luna llena por lo que Sirius había tenido que dejarlos con los Weasley y fue a acompañar a Remus.

Canuto le guiñó un ojo a Lunático.

—No importa que tan viejos seamos, Lunático, siempre tendremos tiempo para una noche de luna llena.

Una de las pocas promesas que Sirius pudo cumplirles a los merodeadores acerca del futuro.

Probablemente volvería por ellos más en la tarde, aprovecharía la mañana para dormir un rato, sus noches con Remus siempre lo dejaban exhausto.

—¿Creen que haya mentido?—Preguntó Harry.

—Bueno —repuso Fred—, tengamos en cuenta que los elfos domésticos tienen mucho poder mágico, pero normalmente no lo pueden utilizar sin el permiso de sus amos. Me da la impresión de que enviaron al viejo Dobby para impedirles que regresaran a Hogwarts. Una especie de broma. ¿Hay alguien en el colegio que tenga algo contra ustedes?

—Yo—Dijo Draco con rapidez y algo de orgullo.

—Tú—Respondieron los mellizos.

—Sí —respondieron Ron, Emily y Harry al unísono.

—Draco Malfoy —dijo Harry—. Nos odia.

—¿Draco Malfoy? —dijo George, volviéndose—. ¿No es el hijo de Lucius Malfoy?

—Ajá—Respondió Emily asintiendo con la cabeza.

—Bastardo—Murmuró Fred negando con la cabeza con notable molestia—. Los Malfoy son unos idiotas, Lucius Malfoy, por ejemplo, fue un destacado partidario de Quien-tu-sabes.

Lucius Malfoy no dijo nada, se guardó sus comentarios y pensamientos.

Draco solo rodó los ojos.