Los mellizos Potter y La Cámara Secreta

La advertencia de Dobby

La mañana siguiente, los alumnos, maestros e invitados se encontraban sentados, ya desayunados y listos para continuar con la lectura.

Sirius pidió el libro con una idea de que sería lo que vendría y, cuando todos estuvieron listos, comenzó a leer.

–La advertencia de Dobby.–Leyó.

Luke abrió los ojos y al instante volvió a cerrarlos, la luz era muy fuerte. Se levantó refunfuñando con un terrible dolor de cabeza y fue ahí cuando notó algo esencial que no había notado anteriormente.

Luke hizo una mueca. Aún recordaba lo terrible que era la resaca.

No estaba en su casa.

La habitación le parecía conocida pero la cabeza le dolió aún más cuando intentó recordar el porqué. Una mujer entró en la habitación, llevaba ropa demasiado grande para ella y aspecto desaliñado.

–Hola.–Dijo y le sonrió con dulzura.–¿Quieres que te prepare un licuado?

—De acuerdo—Admitió June con el rostro sonrojado–. Si sonó raro.

Luke rió y asintió con la cabeza.

Luke tragó hondo asustado, la miró con desconfianza e intentó recordar que había sucedido pero su memoria estaba en blanco.

La mujer dió un paso hacia adelante y Luke lo dió hacia atrás.

–Lo...Lo siento. Yo... lo qué pasó anoche...

Pero, ¿qué había sucedido la noche anterior? No podía recordarlo.

Aún no podía.

La mujer frunció el ceño y con cuidado preguntó:

–¿Qué crees qué pasó?

Sirius leyó lo que seguía a continuación e hizo una mueca.

Sabía no podía ir a golpear a Elizabeth pero le era muy difícil cumplirlo. Luke se lo había pedido y realmente quería hacerle caso. Miró de reojo a Luke y él le devolvió la mirada.

Supo entonces que lo amaba demasiado como para leer en voz alta lo que decía a continuación y supo también que Luke no quería escucharlo.

Entonces en lugar de decir: Luke bajó la mirada a su entrepierna avergonzado e incómodo. Fue su conclusión más rápida al verse sin camisa, no le sorprendió demasiado porque no era la primera vez, sin embargo, se sentía bastante avergonzado. Dió un paso atrás mientras se disculpaba.

Sirius dijo en voz alta lo siguiente:

Pero Luke dió un paso hacia atrás confundido. Fue una mala idea. Tropezó con algo y cayó de espalda.

–¡Estoy despierta! ¡Juro que no me dormí!–Dijo una voz.

Aparentemente no había tropezado con un algo, sino con un alguien.

—Muchas gracias.—Dijo Emily mirándolo fríamente.

–¿Emily?–Preguntó Luke sentándose en el suelo confundido. El golpe había hecho que su cabeza doliera muchísimo más por lo que soltó un quejido en voz baja.–¿Que haces aquí?

Emily se sentó en el suelo junto a Luke, se talló los ojos y bostezo antes de contestar con voz adormilada.

–¿Qué que hago aquí? Yo vivo aquí.

–¿Eh?

Entonces lo recordó. La sala lucía muy diferente sin todos los adornos navideños por lo que no la había reconocido.